Exotico, suave, elegante. Seguro que si viste películas de terror o de aventuras ambientadas en el Oriente de los años cuarenta, te topaste con este tipo.
Peinado para atrás, con un bigotito anchoa, ojos oscuros y unas cejas sospechosamente bien delgadas como para no estar depiladas. Seguro que hacía suspirar a las chicas de la época en los cines de barrio. Turhan Bey tenía pinta de ganador, aunque le tocaran generalmente papeles de villano.
Turhan Selahettin Schultavey nació en 1922 en Viena. Era el hijo de un diplomático turco que trabajaba en la embajada de Austria y de una rica checa dueña de una cadena de cines. En resumen: el pibe nunca pasó hambre. De joven se interesó en las artes y aprendió fotografía. A los diecisiete años se dedicaba a testear autos de carrera para matar el aburrimiento. Como parecía que las cosas se venían complicaditas -estaba ese alemán del bigotito queriendo anexar Austria al Reich y todo eso- Turhan, su madre y su abuela (su padre se había divorciado años atrás) se fueron a América a finales de los treinta. Un amigo de la familia le dió al joven una carta de recomendación para el director Arthur Lubin. Tras aprender a hablar correctamente el inglés. Turhan fue a Hollywood y la presentó a Lubin, quien le mostró el lugar. Y ahí se despertó su vocación de actor. Consiguió un papel en una obra de teatro y al poco tiempo, fue visto por un par de agentes de la Warner Bros., quienes le ofrecieron el papel de villano en una película, La única condición era que había que cambiarle el nombre. Y así fue que nació Turhan Bey, el actor.
Tras un par de películas para los estudios Warner y RKO, fue la Universal con la que firmó un contrato. Inmediatamente entró a trabajar en forma regular en films, generalmente como villano de modales elegantes. Sus rasgos le garantizaron roles como un malvado capitán japonés (sí, no es muy claro cuánto de parecido tienen los árabes con los nipones, pero vayan a explicárselo a los de Hollywood) en films bélicos de propaganda, como Danger in the Pacific, 1942). Una excepción sería Dragon Seed (1944), en donde hacía de un guerrillero chino que peleaba contra los japoneses y ayudaba a Katherine Hepburn. Pasó por películas ambientadas en el Medio oriente onda las Mil y Una Noches, donde hizo de jeque, príncipe y cosas así, y cuya protagonista era la actriz María Montez.
El otro género en donde quedó atrapado fue el de terror. Contrariamente a muchos de los actores de esa época, a Turhan no Ie molestaba hacer películas de terror. «Siempre me gustaron los films de terror y siempre me gustó actuar de villano, cuando el papel era interesante. Hay algunos que sólo son malos, pero tuve suerte, siempre hice villanos que tenían alguna causa escondida para ser malos, ¿Pero qué no me gusten los films de tenor? ¡0h, no! ¡Me encantaban!», reconoció en una entrevista.
Su primer papel de este tipo fue en La Tumba de la Momia (The Mummy’s Tomb, 1942). Allí era un joven sacerdote del templo de Karnak que llevaba a la momia Kharis (interpretada por Lon Chaney Jr.) a Londres para vengarse de los profanadores, que en un filme anterior habían encontrado su tumba y sobrevivido. Ese papel sería su favorito «porque era una parte cercana a mi propia nacionalidad«. Otra interpretación fue la de El Buitre Humano (The Mad Ghoul, 1943) donde era el novio de Evelyn Ankers. Ella era perseguida por su ex, a quien desgraciadamente el malvado George Zucco había convertido en un monstruo zombificado. También actuó en El Ruiseñor y el Cuervo (The Climax, 1944), una gran producción que intentó obtener el mismo éxito que había tenido El Fantasma de Ia Ópera (Phantom of the Opera, 1943) y que falló miserablemente, pese al talento de Boris Karloff.
En 1945, Bey tuvo que cumplir dos años en el ejército. Al volver, supo que había perdido el barco. La Universal vendió su contrato a Eagle Lion, una productora pequeña, en donde Bey seguiría su carrera en pequeñas películas. La más destacable fue El Espiritualista (The Amazing Mr. X, 1950), donde haría de un falso medium que se dedicaba a estafar a gente rica. En 1953 Bey dejaría la actuación para volver a Austria donde tendría una larga carrera como fotógrafo de modelos y de desnudos. Recién en los noventa volvería a tener un pequeño papel en Possesed by Night (1994, dirigida por Fred Olen Ray, un tipo al que le encanta trabajar con actores retirados). Además actuó en series de televisión como Sea Quest (la producida por Spielberg) y Babylon 5, en pequeños roles de artista invitado (donde sacaría una nominación al Emmy por su papel en Babylon 5). Tras una larga lucha contra el mal de Parkinson, fallecería el 30 de setiembre del 2012, a los noventa años de edad.
Asi que, si son de ver películas de bajo presupuesto de Hollywood de las décadas de 1940 y 1950, van a encontrar a ese galán exótico de los films bajo presupuesto y se pregunten: “¿Y a este, de dónde lo tengo?”
Turhan Bey fue un grand actor y yo amo todas sus peliculas..soy grand amante de su trabajo artistico..
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Somos dos , Ayesha
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