Autores: Federico Sartori (guión) y Ignacio Lazaro (dibujos)
Edita: Mitomante / Alquimia Comics; Cordoba/Rosario, 2017
Boras es un sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Rusa especializado en exorcismos y al que permanentemente acompaña Gabriel, un demonio que continuamente lo perturba y molesta. Sobre todo porque solo Boras puede verlo. Boras es un exorcista la que ninguno de los superiores de la Iglesia lo quiere, que está bastante desengañado de todo y sigue en esto más por un sentido de responsabilidad personal que por algún otro incentivo. Y encima Gabriel continuamente juega con eso, lo tienta, lo intenta seducir para el lado oscuro, le hace ver la futilidad de sus actos.
Justamente es esta relación entre exorcista y demonio es la principal baza que sostiene esta historieta. Porque es una relación compleja, con un demonio que claramente no es un obvio tentador sino a veces el único y más coherente interlocutor que tiene este sacerdote medio marginal. Y en el fondo, los casos sobrenaturales que debe investigar Boras se resuelven porque ambos, sacerdote y demonio terminan ayudándose mutuamente. Casos que, por cierto, no desentonarían en su tono trágico y moralmente ambiguo con cualquier historieta protagonizada por John Constantine. De hecho, uno casi los ve a ambos juntándose en algún momento.
Los guiones de Fede Sartori son una gran demostración de que todavía se pueden escribir unitarios inteligentes, sólidos y bien planteados. Y el dibujo de Ignacio Lázaro tiene la solidez y un realismo urbano, sucio y desprolijo que le queda perfecto a la serie. Tal vez mi única queja sería el color: sin ser malo, es un poco plano. De hecho la historieta en blanco y negro que aparece al comienzo del libro me parece que resalta más el trabajo del dibujante que las historias a color.
Pero un gran ejemplo de historieta actual argentina. Una de las (muchas) cosas que deben pasar debajo del radar y que no deberían.