Suplemento de Rastros número 7

Edita: Acme Agency, Buenos Aires, junio de 1950

Hacía mucho que no leía un número de esta revista de editorial Acme, especializada en literatura del Oeste americano (con desviaciones al tema gauchesco). Correspondía volver a por un nuevo número. Asì que vamos desglosándola poco a poco.

De entrada , la tapa de Pablo Pereyra (ese tipo al que todos recordamos por sus tapas de la colección Robin Hood, también de la editorial Acme) es –como era de esperarse en él – de un cuidado maravilloso de la figura humana. El personaje que ha pintado es el Silver Kid, protagonista de la novela principal de la que hablamos a continuación.

“La senda del renegado” (“Renegade`s trail”) es una de las muchas novelas del Silver Kid, escrita por T. W. Ford (en este caso usando el sinónimo de Abel Shott, que sería uno de los muchos apodos de Ford –aunque la información de internet que recabe no me lo deja del todo claro, y bien podría ser otro autor siguiendo las aventuras del personaje). ¿Qué decir de ella? Mmmm…  Seguro puedo decir que es narrativa pulp en todo sentido, en donde cada parte es de una locura alucinante pero el todo es una mezcolanza que no se sostiene de ninguna manera.

Expliquémonos mejor tratando de dar una idea del argumento: Todo empieza con el asesinato de un ranchero a manos de uno de los estancieros mas poderosos de la zona. El hermano llama a Silver Kid para que resuelva el entuerto y vengue a su hermano (esto lo sabemos porque lo dicen los estancieros reunidos, no porque sepamos en ningún momento del hermano). Entonces el jefe de los villanos (un tipo muy astuto llamado Castro) decide que la mejor manera de evitar que el Silver Kid llegue es primero contratar a dos bandidos (no uno, dos que dan mas jugo) para que cometan crímenes disfrazados como el Silver Kid (que tiene un traje muy distintivo ). Asì, cuando el verdadero Kid llegue, la gente estará tan dispuesta contra el que, en cuanto lo vean lo van a linchar.

El verdadero Kid al llegar, efectivamente es atacado y , si bien se logra escapar, recibe una bala que… ¡lo deja ciego, pero solo de dia! Si, como si fuera el Black Bat (si conocen sus héroes del pulp) o el Dr. Mid-Nite (si saben de comics de la Golden Age). Asì y todo logra escaparse de que lo capturen y lo linchen y recibe la ayuda de la pandilla de bandoleros mas temidos de la región, la de Jus Lamotte. Que no saben quien es pero les cae bien. De hecho el sentimiento es reciproco, especialmente con Jus Lamotte (que anda siempre enmascarado), por el que el Kid siente una atracción… peculiar. Antes que podamos decir “Brokeback Mountain”, el Kid recupera su visión normal, sale a buscar a uno de los falsos Kids pero, cuando lo va a agarrar, el tipo es muerto… por Castro, que también lo quiere muerto antes que se vaya de lengua. Y contrata en el acto al Kid (que se hace llamar Hannibal Smith, ¡voto al A-Team!) como nuevo sheriff a sus ordenes (¿Les dije que este tipo fue le que mato al sheriff anterior, porque sospechaba que lo del Kid era un error? Ah, perdón, pasan tantas cosas acá…). Asì que tenemos al verdadero Kid contratado por el villano de la pieza para capturar al Kid y un segundo falso Kid dando vueltas, que tambien jode. Ah, por cierto , el hermano que mando llamar al Kid lo mataron hace unos días sin que el Kid lo viera. De nada.

Pero ahora hay que sumar a los otros estancieros que creen que el plan se está yendo de las manos (¿no, en serio?) y quieren matar la nuevo sheriff, al que ven como una marioneta de Castro. Y encima la mujer de Castro también conspira contra éste. Asì que emboscan al Kid y este solo se salva (dato aparte: el protagonista cae como un chorlito en cuanta trampa le ponen. Como héroe es bastante pelmazo) y solo se salva por la aparición providencial de la banda de Jus Lamotte. Que al volver a verse con el Kid le revela su identidad: Miranda, la novia de Jus, quien murió hace un tiempo (tranquilos chicos, el amor hetero vuelve a reinar). De hecho, Jus es uno de los hijos del viejo Lamotte, al que Castrol lo saco de su terreno y su bandolerismo fue una búsqueda de venganza. Tras morir de un balazo, su novia sigue con la banda y la venganza. Sospecho que porque no habría nada mejor que hacer.

Por cierto, el viejo Lamotte también tiene una hija que desapareció, se hizo  yiro en el oeste… hasta que conoció a Castro… y se volvió su esposa. Y ahora lo quiere muerto para quedarse con todo (por ambición, no por venganza). Aunque… claro… no es su esposa… porque Castro le hizo una ceremonia de casamiento falsa. Todo para darle  caña regularmente.

Todo esto termina de laguna manera con los villanos castigados, la reputación del Kid salvada y Miranda/Jus Lamotte muriendo para salvar al Kid de un balazo.

No sé si Ed Wood podría haber escrito una historia tan loca.

Como ven, la historia se lleva por delante cualquier intento de argumento coherente. Y justamente por esa demencia se convierte en un producto de serie Z que lo hace interesante. Claramente no todo el mundo lo puede disfrutar. No es bueno, pero es fascinante.

Por suerte para los lectores mas tradicionales, los cuentos que siguen en la revista son mucho mas clásicos en su estilo.

“El cobarde” de Morgan Lewis (del que no tengo ni idea) es una pequeña historia sobre un peon de un rancho que parece ser un cobarde y, en el momento preciso frente a unos ladrones de ganado, demuestran serlo Un poco previsible, pero bien.

Sigue “En pie los cinco” del argentino Juan Cornaglia básicamente una breve viñeta del campo argentino que, la verdad, no aporta nada.

“Un buen funcionario” de Ernest Haycox es una gran historia. Tenemos un cazador de recompensas. Tenemos un sheriff que trata de resolver amablemente las cosas, casado y con una hija pequeña. Tenemos una pandilla de ladrones complicando todo. Tenemos un secreto del pasado que le puede cambiar la vida al sheriff. Y una decisión moral. Todo en apenas 14 páginas, dignas del mejor western que se les pueda ocurrir. Impecable. No por nada Haycox es uno de os grandes autores del género.

El vigía de arroyo solitario” de Harry Sinclair Drago es como un viejo alguacil retirado logra enfrentarse mano a mano en su casa con un bandido que no tiene escrúpulos para matar y ganarle. Es un juego del gato y el ratón bien logrado.

Finalmente hay una historieta basada en una historia de Zane Grey que viene cortada y con continuará. Encima dibujada horriblemente. Puedo pasar de ella.

En suma, como en toda revista hay un poco de todo. Pero creo que valió la pena. Hay mas números así que seguramente iremos a por mas pronto.

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