Historia de la banda que secuestraba cadaveres. ¡¡¡Y pedia rescate !!!
Si, amigos del blog: la paz de los sepulcros es bastante fragil (como sabe cualquier fan de las películas de terror). No solo los asistentes del doctor Frankenstein y tanto «mad doctor» por el estilo se han ocupado de llevarse los difuntos. Ya sabemos que en la vida real no faltaban los fieles proveedores para estudiantes de medicina y especialistas en anatomía. Aunque aquí en Buenos Aires fuimos como siempre mas originales. Aquí funciono la única banda del mundo creada para secuestrar difuntos a cambio de jugoso rescate. Se llamaron a si mismos los caballeros de la noche.
Poético. Misterioso. Folletinesco
Nada de desharrapados robando una tumba cualquiera bajo la tormenta. Estos operaron en nuestro cementerio mas distinguido (La Recoleta), lugar de reposo eterno para nuestra mas distinguida (y adinerada) élite. Que jorobar. Y como caballeros que eran, el día 24 de Agosto de 1881 enviaron una muy florida y educada nota a la señora Felisa Dorrego de Miro Quesada, donde se le informaba cortesmente del secuestro de los restos de su madre, Doña Ines Indart de Dorrego.
Mientras la distinguida dama no podia salir de su asombro, el correctisimo autor de la nota aseguraba que la difunta se hallaba rodeada del mayor respeto y seria devuelta cuando se cumpliera el pedido de los caballeros: apenas unos cinco millones de pesos, muy poco para la enorme fortuna de la prominente familia. Caso contrario se quemaría el cadaver, se esparcirían las cenizas y, (lo peor de todo) el mayor oprobio social caería sobre su familia. Firmaba la misiva con las misteriosas iniciales «Los C de N » . Ademas de la carta enviaban un cofre vacío, donde debían colocarse los millones del rescate para ser entregados a un mozo que se encargaría de llevar el dinero a los secuestradores. La misteriosa caja ostentaba el sello de estos C de N: una lechuza.
Bien noveleros estos noctámbulos.
Luego de considerar el problema la familia decide consultar a la policía. Segun lo cuenta Daniel Balmaceda en su obra. «Historias insolitas de la historia argentina » (Bs As, Grupo editor Norma, 2008), «nunca se había efectuado semejante operativo para resolver un caso». Claro, esta era una de las familias mas importantes de la Argentina. Así que pusieron a sus mejores hombres para trabajar en el asunto: el comisario Agustin Isidoro Suffern (el Sherlock Holmes ) y Pablo Tasso (el doctor Watson). Asi los llama Daniel Balmaceda, quien nos informa que, ademas de estos dos comisarios, la movilización al cementerio comprendió cuatro comisarios mas, diez oficiales y todo un batallón de policías irrumpiendo en la Recoleta y rodeando todo de un cerco inexpugnable, dando vueltas todo de arriba abajo en busca de pistas.
Ni antes ni después existió un operativo igual en un cementerio. Aunque en la Recoleta han pasado las cosas mas increíbles. (Recomiendo leer «Ciudad de angeles» de Omar Luis Matto, Bs. as. 2001 si quieren saber de dichas historias)
Esta vez era una ciudad revolucionada. Se comprobó que, en efecto, la dama en cuestión había sido extraída de su sepulcro por increíble que pareciera. La búsqueda febril del cuerpo comenzó inmediatamente pero nadie encontraba rastros por ningun lado.
El misterio era profundo y los tenia a todos desesperados. ¿Como diablos se pudo sacar del cementerio todo un ataúd de mucho peso? ¿Y como hacerlo pasar por la puerta sin ser notado por nadie? ¿Eran todos cómplices? Como se pudo llevar a cabo semejante acción?
La respuesta era simple: No hay que sacarlo del cementerio: ¡¡Alcanza con cambiarlo de lugar!!
Quien se dio cuenta de esto no fue el detective, sino el mayordomo, que conocla las dificultades que acarrea trasladar un ataud de semejante peso, ya que el mismo fue uno de los portadores. Era un ataud muy pesado y lleno de inscrustaciones decorativas, con lo que no se prestaba mucho a ir paseandolo por ahi.
A unos metros del panteón de los Dorrego, un agente muy perspicaz noto algo extraño. En la boveda de la familia Requejo había una flor en la pared. Estaba sola ,no era parte de una ofrenda. Aquella flor parecía estar marcando algo.
En efecto, la flor era la señal. Alli encontraron el ataúd de la señora Dorrego. Si bien en el apuro lo habían dejado cabeza abajo. Aunque la dama sin duda no sufrio demasiadas molestias por eso.
A decir verdad, al menos esta bizarra forma delictiva tenia algo bueno: no causaba el menor sufrimiento a sus victimas
El ataúd había sido hallado. Faltaba atrapar a los culpables. Al día siguiente se presento en el palacio de Doña Felisa un mozo portador de un sobre otra vez marcado con el sello de la lechuza y las iniciales C de N.
(¡Todo esto es tan folletinesco que no se puede creer que no tengamos una pelicula o una novela todavia!)
«Señora Doña Felisa D de MIro
Respetable Señora : Sirvase entregar al portador lo que ustedes ya saben»
Firmado: los C de la N.
Ese era el educadisimo texto. ¡Esos son buenos modales!
De inmediato el mayordomo le entrego el cajón (en realidad lleno de recortes de periódico) al misterioso enviado. Siguió (según el relato de Balmaceda) una persecución digna de comedia policial desaforada: mas de quince policías encubiertos seguían al mensajero. El propio Pablo Tasso -quien había elegido un disfraz de vendedor de pollos- le pisaba los talones al grito pelado de «¡¡pullo e gallina !!». Tal multitud de bizarros disfrazados, muy lejos de pasar desapercibidos, debieron hacer volver la cabeza a todo el mundo- Aunque tan bien representaban su papel que por poco se arruina todo cuando los policías trataron de arrestar a uno de los suyos disfrazado de «vago»… ¡¡pensando que era sospechoso que se acercara tanto al mensajero!! (Balmaceda obra citada pag 93)
¡¡¡A POR ELLOS!!!!
Es muy divertido leer los pormenores de esta persecucion cinematografica. No falto nada. Ni gente que reconoció al sargento Suffern y le pregunto: «Usted es Suffern. Por que se ha disfrazado de guarda?»
Ni la apropiación violenta de transportes ajenos para perseguir al villano. Vean si no
El mozo había arrojado el cajón con el «dinero» que ya estaba en manos de los caballeros y tenía a todo el aparato policial detrás en espectacular despliegue
«A un costado del camino los hombres de la banda que aguardaban el cajón con los millones de los Dorrego no tardaron en reaccionar: le ordenaron al cochero que castigara a sus caballos y los alejara de alli»
.»Suffern y Tasso corrían a pie. Un lechero vasco venia haciendo el camino opuesto en un caballo pachorriento. Tasso le dijo que era policia y que necesitaba el caballo. El vasco se negó. Tasso lo arranco del caballo (suponemos que no suavemente) salto encima y salio en persecucion de sus presas.» (Balmaceda pag 94.)
Ya vemos que el cine que nos gusta no invento nada: aca tenemos al tipico policia que le roba la moto (el taxi o lo que sea) al extra para perseguir al villano. La proxima vez que una pelicula muestre una escena asi,amigo del blog, recuerde que en el año 1881 , Pablo Tasso, titular de la comisaria tercera, jurisdiccion del barrio de la Recoleta , Bs As ya lo habia hecho… y con un cansino caballo de lechero. !!!Y todo para atrapar a los secuestradores de un cadaver. !!
Surrealista como el cadaver exquisito de Breton pero todo documentado.
Como en nuestra historia han ocurrido desgraciadamente cosas mucho mas tragicas, surge la logica pregunta: ¿por que no se hizo lo mismo cuando se trato de rescatar personas con vida??
Es decir. ¿Por que fue este el mayor despliegue de fuerzas policiales? ¿Y por que tanta accion desenfrenada? No estaba en juego ninguna vida y ni siquiera bienes materiales. Todos coinciden en que solo se habia entregado recortes de periodico.
Finalmente los «C de N» fueron detenidos. Eran nueve miembros, pero hubo un décimo integrante (llamado Daniel Espósito) que logro eludir la persecución policial y simplemente desapareció. Nunca volvio a saberse nada de el.
Por si faltaran elementos novelescos, el jefe y cerebro de la banda rapta difuntos resulto ser un elegante noble belga de 27 años arruinado por las deudas de juego. Se llamaba Alfonso Kerchowen de Peñaranda, padre de un bebe. Ideologo de la genial idea. Se lo reconoció ademas como merodeador de la Recoleta desde tiempo atras. Es decir ya tenia el plan desde antes.
Sobre este noble y la señora Felisa se puede agregar que, sorprendentemente, ella lo recibio en su mansion, intrigada que un noble joven y guapo se hubiera entregado a la delincuencia y según parece se intereso por ayudarlo a el y su bebe. Un articulo del diario La Nacion hasta sugiere un interes sentimental
¡Lo dicho! ¡Tenemos un enorme filon de argumentos para novelas y no lo explotamos! Nuestra historia tiene para sorprender por todos lados.
En fin. Este noble belga cayo bien a la misma familia de la secuestrada. Claro que si se hubiera parecido a Igorr, otro gallo hubiera cantado. Finalmente, fueron liberados.todos los caballeros noctambulos lechucistas.
El juicio fue muy sonado (y aun hoy se lo discute) pero finalmente prevaleció el principio de que no se puede culpar cuando no existe la ley. Y es que este delito no existía en nuestro Codigo Penal de la época. ¿A que mente afiebrada se le iba a ocurrir secuestrar muertos? Como expuso en su esplendido alegato el joven abogado defensor Rafael Calzada, «No hay delito sin ley previa.»
Los nueve integrantes de la banda fueron liberados. La banda se disolvió. La noble dama volvió a su lugar de eterno descanso.
La sentencia fue arduamente discutida. Aun hoy se la encuentra en la red. Hay quien dice que no vale la pena que la ley se ocupe de casos excepcionalmente raros ,sino de lo que es comun a todos. De lo universal antes que de lo particular. Otros recuerdan el caso del cadaver de Eva Peron o de las manos robadas del cadaver del propio Peron.
Se hace muy necesaria una legislacion clara. Aqui los difuntos no descansan demasiado tranquilos
(Como sabemos, el cadaver de Eva Peron fue robado y ocultado durante años en Milan en una tumba que llevaba el nombre de «Maria Maggi de Magistris». En 1973, la guerrilla peronista Montoneros secuestraron el cadaver del general Pedro Eugenio Aramburu, sacándolo de su boveda en la Recoleta y pidiendo a cambio la restitución del cadaver de Evita, lo que se cumplio mas tarde en la presidencia de Maria Estela Martinez de Peron.
Y durante el gobierno de Raul Ricardo Alfonsin se sustrajeton las manos del general Peron aserrandolas del cadaver. Todavía no hay culpables ni se sabe dle paradero de las manos)
Pero volvamos al siglo 19, donde la discusión tuvo a todo el pais alborotado. Tanto fue el revuelo que se dicto una ley unica en el mundo.
«Se castigara con una pena de dos a seis años de prision a todo aquel que sustraiga un cadaver y pretenda dinero por su restitucion»
Art 195 Ley 1920 codigo penal de Carlos Tejedor. 1886
Como para darnos por enterados de que no fue una buena idea
Mejor jugar con estas cosas solo en el Halloween. Que en esa epoca por supuesto no existia, al menos por estos pagos
Queda todavia un interrogante nunca contestado: ¿Que habra sido del cansino caballo? Se lo habran devuelto al vasco?
BONUS TRACK
Nos cuenta Daniel Balmaceda en su obra citada que el abogado defensor de estos caballeros, Carlos Tejedor, logro una envidiable carrera. Habia tenido un inmejorable comienzo al encargarse de un caso que tenia en vilo al pais y lograr que los nueve acusados salieran libres. Su esplendida carrera continuo de exito en exito. Fue el representante de los hijos no reconocidos de Juan Manuel de Rosas y -algo no muy conocido- fue uno de los impulsores de la reforma de nuestro himno nacional, acortando la letra.
En 1909 recibió tierras como parte de pago de honorarios por otro caso en el que actuó. En esas tierras, situadas 25 km al sur de la Ciudad de Buenos Aires se fundo Villa Calzada, actual localidad de Rafael Calzada. O sea que los honorarios que solia cobrar serian bien saladitos. Si un dia pasa por ese bello lugar, lector, recuerde que su fundación es una consecuencia no esperada de esta bizarra historia
Fuentes:
Historias insolitas de la historia argentina» Daniel Balmaceda ed Grupo editorial Norma 2007
Los caballeros de la noche La Nacion. 28 agosto 1881
Historia de los barrios de Buenos Aires. Vicente Cutolo, Talleres graficos Ferrari. 1934
Fascinante historia, digna de la imaginación más brillante jajaja, es cierto cómo es que no hemos visto esta historia en la pantalla grande si es digna en todos los aspectos, investigare en la legislación de mi país a ver si no está contemplado este delito, suena como una interesante empresa jajaja muy buen trabajo Angélica cómo siempre
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Intesantísima historia!!!!!! Esta vez la autora se superó! Es un relato con mucho humor que fue esta vez lo que más me gustó. Genial! Sorprende, sobre todo por la época en que ocurrieron los hechos. Siempre nos sorprende la autora rescatando datos históricos ignorados!!!!
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¡Genial! Por la investigación que supone el hallazgo de este caso insólito y por lo bien contada que está la historia. Otra publicación buenísima de Angélica Barrón. ¡Que no se corte!
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GRACIAS!!! Me hace muy feliz que lo disfruten!!
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