El Compilador Digital Presenta: El Blog Ausente Octubre a Diciembre 2005

Uff, cuanto costo sacar esto. Entre una cosa y otra, este tomo dio mucha guerra… pero al fin tenemos una nueva compilación digital rescatando uno de los blogs clasicos de la Edad Dorada de la Blogosfera, le inconmensurable Blog Ausente. Aqui van a encontrar una gran cantidad (no todas peor la gran mayoría) de las entradas entre octubre y diciembre del 2005 del blog que escribía el fabuloso Daniel Ausente, uno de los tipos que mas supo hablar de cultura pop en esos años y que merece ser rescatado.

Para eso armamos, como siempre otra compilación gratuita para leer en pdf, epub o mobi , a gusto y piacere de cada uno. Lo descargan gratis en el link de aquí abajo. Se van a encontrar con explotaciones hongkonescas de King Kong, cine artes marciales setenteros, comics británicos de la IPC, el festival de Sitges y los cuentos del Tio Vazquez, todo junto que no revuelto. Lectura recomendada para todos los que nos metemos en la cultura pop de derribo del siglo XX.

Por supuesto , siempre pueden leer las otras compilaciones del Blog Ausente aquí. O las de los otros blog que venimos compilando aquì. O las de nuestro propio material aqui. Y hasta pueden seguir nuestro recorrido musical por el rock argentino año a año aqui. Gratis. Si nos quieren ayudar difundiendo se agradece, eso si.

Bueno, mejor me callo, vayan, bajen el mateiral y leanlo.

Descargar el Blog Ausente Octubre a diciembre del 2005

Biblioteca Arboles Muertos presenta: Miedo en Blanco y negro

Hace mucho que no subíamos un nuevo librito digital propio , pero aquí estamos.

Esta vez tenemos Miedo en Blanco Y Negro, un copilado de artículos sobre el cine fantástico clásico que este escriba hizo para diversos medios (principal pero no exclusivamente cuando era un escriba de la revista La Cosa, allá lejos y hace tiempo) siempre sobre cine fantástico clásico (lo mas nuevo queda para mas adelante) . Le pegamos una revisión , eso si. Desde London after Midnight a La hija de Dracula, pasando por las momias de la Universal y el Gato negro de Ulmer. Todo junto en un librito que pueden leer digitalmente (para eso los formatos mobi y epub ) o imprimir (en pdf, esta pensado para que entren dos paginas en una hoja a4). Gratis como siempre.

Y si quieren el material anterior , pueden ir aqui y aqui. Si quieren difundirlo, me hacen un gran favor

Bajen el material siguiendo este link

En fin pasen y lean

El Compilador Digital Presenta: Tebeos Bajo Sospecha

Tras mucho tiempo, volvemos a subir otra compilación de otro blog que merece rescate del olvido que este formato parece tener (si, una pena: el Tiktok nos impide leer cosas mas largas para ver gente bailando, en fin…)

En este caso, traemos en su totalidad los contenidos de Tebeos Bajo Sospecha, el blog dedicado a la historieta española del periodo post Guerra Civil Española hecho por el infatigable Francisco Paco Baeza. Una maravilla de investigación de series y cuadernos de aventuras que alimentaron la imaginación de muchos chicos de una España que venia hambreada y empobrecida .

Como siempre , el texto esta para descargarse en tres formatos: PDF (si les gusta diseño mas tradicional y se lo quieren imprimir , esta diseñado en A4), ePub (por si quieren leerlo en libros electrónicos que no sean de Amazon, o hasta en el celular) o en mobi (por si tienen un Kindle). Por cierto, esto ha sido autorizado por el autor para su difusión gratuita. Y seguramente en unos dias espero poder subirlo a Lektu. Por cierto, un aviso: es una descarga mas o menos grande porque es muuucho material y no lo dividí esta vez (el pdf es de mas de 400 paginas para que se den idea) y no pude hacerlo mucho mas liviano. Sorry , no soy tan experto con el tema de las imágenes (que es lo que mas hace que pese el material)

Como siempre, pueden descargar las otras publicaciones del blog, tanto de material originado aquí (yendo a Arboles Muertos y Mucha Tinta: el e-zine ) como compilando material de otros blogs (yendo a El Compilador Digital ) . Todo gratis para su consumo y difusión. Y también pueden ver mi proyecto Hijos de La Balsa , que hace una antología del rock rioplatense año por año (proyecto en curso). Para que no digan que no encuentran que leer.

En fin, vayan y lean este librito digital. Hay mucha información y muy buena. Se los recomiendo muchísimo.

Descargar Tebeos Bajo Sospecha

Biblioteca AMMyT presenta Dimension 5 volumen 2

Fueron meses complejos por estos lados, pero al fin volvemos con un nuevo volumen de la Biblioteca Arboles Muertos. Y retomamos Dimension 5, la recopilacion de articulos del hisotirador pop chileno Gonzalo Oyanedel. Esta vez nos centramos en material para leer, tanto comics como libros, con Gonzalo cubriendo material de toda indole. Como siempre puede descargarlo en el link que esta abajo de esta entrada, en formatos epub (si lo quiere leer desde su celular) , Mobi (para su Kindle) y pdf (si quiere imprimirlo – esta pensado para que entren dos paginas en una hoja A4, de nada. Si es mañoso con su impresora lo puede armar hasta como revistita). Y gratis, porque nos gusta difundir el material.

Desde ya si quieren ver el primer volumen de Dimension 5 , o alguno de los (ya muchos) libritos que venimos haciendo en el blog, solo pase por este link y baje. O puede ir a nuestra pagina en Lektu (tampoco le cobramos mucho, a lo mejor una cita en su red social preferida). Es mas, si quieren leer compilaciones de otros blogs que estamos rescatando, solo pase por El Compilador Digital y bajelo . Gratis. Si, gratis.

Y bueno, aquì seguimos en marcha. Esperemos aumentar el material este 2022. Ahi nos vemos

Descargar Dimension 5 volumen 2 en pdf, mobi y epug

El Compilador Digital – 365 Comics por año 2014

Hacia mucho que no subíamos una compilación digital de algún blog que lo merecía. Entonces vamos con la compilación de todo el año 2014 de 365 Comics por Año, el blog de Andrés Accorsi, juntando todas las entradas que hizo en ese año , armaditas en un lindo librito digital para poder leerlo a gusto en su dispositivo. El archivo que bajan tiene el mismo texto en pdf, epub y mobi para que se acomode al dispositivo que prefieran.

Desde ya pueden leer los años anteriores compilados yendo aquí. Y si quieren otras compilaciones pueden ir a nuestra sección El Compilador digital , o bien al e-zine de Arboles Muertos y Mucha Tinta, con todo el material disponible gratuitamente. O bien dirigirse a nuestra página en Lektu para bajarlo por ahi. Todo siempre gratuito.

Y ya que estamos pueden ir a la página de la revista Comiqueando, que Andrés dirige y cuya versión digital es de lo mejor hecho sobre comic en español en estos ultimos tiempos. La revista digital vale muy poquito y además hay material gratuito para bajar, desde digitalizaciones de números anteriores de la revista en sus encarnaciones anteriores hasta estos mismos tomitos recopilatorios. No se lo pierdan.

Ahora solo siga este link y baje esto

El Compilador digital – el Blog Ausente julio a setiembre 2005

Volvemos con El Compilador Digital en una nueva entrega. Esta vez recuperamos tres meses mas del fantabuloso Blog Ausente, ese gran blog de cultura pop que por años nos dio el señor Daniel Absence. Aca hay de todo, desde Godzilla hasta el Manitou, pasando por un recorrido por las historietas sobre la guerra de la ex Yugoslavia. Todo escrito con la habitual maestria del colega Absence.

Quien no se quiera perder o recordar este glorioso material, pues lo tiene aqui juntito todo en un epub pdf o mobi para que se adapte a su formato digital favorito. Como siempre gracias por leer y quien quiera leer mas compilaciones (sean del Blog Ausente, de otros grandes blogs como 365 comics por año o El Desvan del abuelito o bien del material generado desde este blog ) solo tiene que seguir los links y bajarlo gratuitamente.

O incluso pueden ir a Lektu y bajar desde ahi

Descarguen El Blog Ausente Julio a setiembre 2005

Biblioteca AMMyT presenta Fantasias Animadas de Ayer y Hoy

Hoy les traemos la nueva entrega de la Biblioteca Arboles Muertos: Fantasías Animadas de Ayer y Hoy recopila un montón de los artículos que escribí durante años en varios medios, principal aunque no exclusivamente en la revista La Cosa, todos ellos relacionados con la animación. Van a encontrar mucho texto referido a la animación clásica, algunas entrevistas y hasta material relacionado con la animación argentina. Todo en un formato digital elegido con varias opciones a gusto de cada uno, pdf como epub y mobi, para que elijan el formato que prefieran

Desde ya este libro (como todos los de la pagina) es gratuito y solo tienen que bajar. Si quieren mas material , no se olviden pasar por aquí para ver que les interesa, además de por acá para bajar material recopilado de otros sitios de Internet (con permiso). Y pueden ir a Lektu y bajarlo de ahi tambien

Bueno , esto es t-t-t-todo amigos. Pasen bajen y lean a gusto, siguiendo el link de abajo.

Para descargar, haga clic aqui.

El Compilador Digital – El Desvan del Abuelito , año 2011

¡Albricias, albricias!

Para todos aquellos que quieran seguir degustando el material producido por el glorioso blog El Desvan del Abuelito, aquí les traemos no uno sino dos volúmenes compilando todo lo subido en el blog durante el año 2011. Como siempre, para descargar de manera gratuita (y autorizada por el propio Abuelito) en formatos epub, mobi o pdf (de acuerdo a como les guste mas). Como siempre aficionados a la cultura pop de todo tipo y factor, léanlo que lo van a disfrutar muchísimo.

Por supuesto, si quieren los otros volúmenes, vayan a la sección correspondiente del Compilador Digital (donde hay mas blogs compilados para descargar). Y desde ya, tienen sino nuestras propias compilaciones que pueden bajar yendo a nuestra sección Arboles muertos y Mucha Tinta: el E-zine. O bien lo pueden hallar dentro de la plataforma de libros digitales Lektu. Y todo gratuito. Vamos ¿que esperan?

Descargar compilado 1er semestre del 2011

Descargar compilado 2do semestre del 2011

Una lectura a El misterioso doctor Satán de Paul Ernst

SA

Seguramente la gran historia de la literatura pulp aún esté por escribirse. Ninguneada durante décadas, despreciada por las corrientes literarias  más “serias” (incluso las vanguardias), la literatura pulp perdió la oportunidad de ser contada como se debe. Muchos datos y detalles yacen perdidos en el olvido y son pocas las semblanzas que nos quedan de aquellos años. Entre las mejores están las de autores que, en edad longeva, llegaron a escribir sus memorias como Frank Belknap Long o Hugh B. Cave.

Por eso, no resulta llamativo que tengamos tan pocos datos de un autor tan prolífico y sustancial para el género como lo fue Paul Ernst. Apenas las migajas oficiales que señalan su lugar de nacimiento y algunos pasos que han quedado registrados oficialmente. Terence Hanley, autor del detalladísimo blog Tellers of Weird Tales, se encargó de hacer un seguimiento de los pasos de Paul Ernst y de señalar que el hecho de haber perdido a sus padres de joven o no tener descendencia, hacen que la búsqueda de cualquier dato biográfico sea en extremo difícil. Las cifras oficiales más probables indican que Ernst nació en el Estado de Illinois (pleno medio oeste americano) un 7 de noviembre de 1899 y murió en Florida un 21 de septiembre de 1985. Estuvo casado y dedicó gran parte de su vida, tras un breve paso por la milicia, a la escritura. A modo de consuelo, queda, como en tantos otros casos, su obra.

Entre sus seudónimos, pueden reconocerse los siguientes nombres: Chris Brand, George Alden Edson, Emerson Graves y Kenneth Robeson. Este último fue el nombre de pluma que le impuso la editorial Street & Smith al contratarlo en 1939 para que se hiciera cargo de la serie de libros de El vengador (The Avenger). La primera novela, que se llamó Justice Inc., puso en relieve que los miembros de este equipo eran auténticos justicieros ya que buscaban venganza a desgracias familiares acarreadas por el mundo del crimen, consagrando sus existencias a destruir y socavar  los bajos fondos. Richard Benson, el icónico protagonista de estas novelas, se sumó a la lista de explotaciones comerciales en la línea de La sombra, Doc Savage, Bill Barnes y competidores como El araña u Operador 5 que eran impresos por las editoriales rivales de Street & Smith.

Ernst, que ya tenía sobre sus espaldas, escrita gran parte de su obra, confirmó su valía como autor. Era sumamente dinámico a la hora de contar una historia y sabía mezclar las idiosincrasias de sus personajes para que los clichés impuestos por los editores no constituyeran un escollo a la hora de desarrollar la aventura. Incluso fue lo suficientemente audaz para incluir un ayudante negro entre los colaboradores de El vengador. Un negro que escapaba tópico de aquellos días (los primeros años de la década del 40), ya que contaba con una educación universitaria y era tan arrojado como sus compañeros a la hora de la acción.

4379786La mirada acerada y el rostro inexpresivo de El vengador (cuyos músculos faciales habían perdido su elasticidad tras sufrir un shock emotivo al perder a su familia en mano de los gánsteres) siempre me recordaron a Rutger Hauer en su etapa de gloria de inicios de los 80. Sin lugar a dudas, hubiese sido la mejor caracterización de este personaje. Desde 1939 hasta 1942, Ernst escribió un total de 24 novelas de inigualable calidad técnica.

Pero Ernst, como todos los pulp writers de aquellos días, tenía una profusa obra sobre sus espaldas. Era un cuentista prolífico y uno de los autores más reconocidos dentro del género weird menace que había creado Harry Steeger para las revistas que salían bajo el sello de Popular Publications. Este género, como todos sabemos, tuvo su inspiración en el teatro guignolesco de cuna francesa. Su hándicap, para los cultores del fantástico, era que todas sus resoluciones debían ser racionales. A pesar de lo extravagante que fuera su desarrollo. La fórmula era sencilla: sexo sugerido, mujeres desnudas —al borde de ser descuartizadas o quemadas vivas—, psicópatas y depravados —por lo general vestidos con sotanas rojas y capuchas en punta—, alguna bruja anciana y feucha, pantanos, atmósferas tormentosas y seudo monstruos arrastrándose en la niebla. Eran relatos estremecedores en su desarrollo cuyas resoluciones mundanas echaban a perder la esencia, necesariamente sobrenatural, que planteaba el relato. Esta fórmula, en los setenta, fue recuperada en gran medida por la editorial Bruguera para su colección de bolsilibros “Selección Terror” (materia para otro post). Eso no quita que autores de la talla de Ernst, Blassingame o Hugh B. Cave, no hayan escrito piezas memorables y maravillosas.

A esta obra, Ernst también sumó relatos de ciencia ficción (muchos de largo aliento) para  la revista Astounding, como The red hell of Jupiter, Marroned under the sea —que tuvo su traducción al castellano por Francisco Arellano Editor—, o The raid of the termites.  Pero su mejor material lo publicó en la revista única, la Weird Tales. Fue en ella donde se editaron sus dos novelas más memorables: The black monarch (serializada en cinco números durante 1930) y el libro que nos compete: El doctor Satán (1935-36).

Ernst-AstoundingLa presente edición en manos de Costas de Carcosa, con una cuidadísima traducción y un memorable estudio introductorio del especialista (y amigo de la casa) Javier Jiménez Barco, constituye un absoluto acontecimiento en nuestra lengua que, como sucede en estos casos, ha pasado bastante desapercibido. El misterioso doctor Satán no sólo compila los ocho cuentos que escribió Ernst para Weird Tales, sino que también recupera sus ilustraciones originales y hasta las cubiertas de Brundage que, con mucho acierto, Jiménez Barco señala que no le hicieron demasiada justicia al personaje.

Terence Hanley, que es un investigador muy intuitivo, traza algunas coincidencias entre los pulps y los primeros comics de superhéroes. La influencia de esta serie fue grande, Terence Hanley dice que tal vez se trató de la primera historia en congeniar dos seres súper poderosos, o sea, a un súper héroe y un súper villano. En este caso serían Ascott Keane y el doctor Satán, el Yin y el Yang en la sempiterna lucha entre el bien y el mal.

Pero, como tantos otros trabajos, la génesis del doctor Satán (que Barco se encarga de detallar) tuvo que ver con un encargo del editor de la Weird Tales, Farnsworth Wright, que decidió darle batalla a las publicaciones de weird menace,  que por entonces arrasaban los kioscos, y hacer lo mismo con un autor de la casa, en plan de cuentos seriados. El invento fue un híbrido extraño, que mezclaba ciencia-ficción, fantasía, esoterismo, terror y weird menace. Tal vez la fórmula fue demasiado para la época, porque el experimento no tuvo aceptación entre los lectores y, tras solo ocho magníficas apariciones, la fórmula cayó en el olvido. A pesar de que la serie inspiró libremente un serial cinematográfico y más adelante fue brevemente homenajeada por Rob Zombie en su opera prima La casa de los mil cuerpos.

Lo más llamativo, en esta obra que reúne ocho cuentos largos —que están vinculados entre sí y que relatan una batalla contra una especie de anticristo encarnado por el Doctor Satán—, es el desparpajo con que Ernst creaba sus argumentos. El primer cuento, llamado simplemente “Doctor Satán” constituye toda una declaración de intenciones al comenzar con un millonario cuyo cráneo estalla en mil pedazos al emerger de su interior un arbusto frondoso. Es difícil sentarse a pensar una forma más estrambótica y bizarra de iniciar un cuento.  “Era como si una mano con muchos dedos pequeños y afilados hubiesen empujado hacia arriba, a través del hueso, con un grueso tronco parecido a un puño brotando desde el cerebro”. Más adelante, el doctor Satán le explica a sus secuaces que lo que busca con esta clase de asesinatos wagnerianos es, justamente, su golpe efecto, su gratuita espectacularidad. Nada de crímenes comedidos para el doctor Satán.

991ff8b72ab952d262a48fb85a41595bHay rastros del folletín francés en la ambientación de la obra de Ernst. Sin tener datos suficientes como para afirmarlo, uno puede elucubrar que el escritor tal vez fue un buen lector de autores macabros y guignolescos como Gaston Leroux, Gustave Le Rouge —Satán, en el relato El hombre que creó al relámpago, desarrolla un protoplasma que puede moldearse a su antojo y con el que puede imitar el rostro de cualquier persona. Algo ya ensayado a través de la cirugía por el inefable doctor Cornelius Kramm, el escultor de la carne, en la obra de Le Rouge—, Leblanc o Maurice Renard. Como ya dijimos, se ven estas influencias en la espectacularidad de sus crímenes, en la ambientación teatral del doctor Satán —sus guaridas subterráneas, sus servidores esclavos y tullidos, su vestimenta extravagante y su identidad resguardada por una máscara carmesí con apariencia de cráneo desnudo que parece extraída del baile de máscaras de El fantasma de la Ópera— y en esa idea de mezclar, en medidas iguales, el esoterismo con los misterios científicos. La ciencia que, en manos perversas, es un vehículo de destrucción masiva y diabólica (lejos ya de las utopías edinsonianas de fines del siglo XIX).

Poco a poco, a medida que se avanza en la lectura y en las farragosas y bizarras aventuras que creó Ernst, la figura del Doctor Satán va perdiendo su apariencia enloquecida, para transformarse en un vehículo carnal del rey de las tinieblas. Keane descubre, en un viaje al otro mundo, que Satán está enraizado místicamente al demonio y que sus caprichos psicóticos son, en realidad, comandos que recibe del inframundo. “Me pregunto si nuestro amigo cubierto de rojo podría realmente ser una encarnación de una fuerza maligna que siempre hemos llamado Satán, aunque él mismo piense que está actuando en una obra” y más adelante también dice: “¿No era concebible que Lucifer fuera solo una personificación y nombre para las motivaciones malignas de las personas, que el Doctor Satán fuera Lucifer o estuviera más cerca de él de lo que nadie había estado jamás?” Estas elucubraciones de Keane se deben a que los actos de Satán son injustificados, ya que el súper villano es millonario y no tiene una necesidad pecuniaria que excuse sus actos vandálicos, en cuyos chantajes exige millones.  Lo que se inicia como un simple argumento de raíces policiales y de bajos fondos se transforma en algo más complejo con implicaciones teológicas y trascendentales donde tiene lugar la lucha de dos símbolos tan antiguos como la humanidad, el bien y el mal en estado puro, que son representados, justamente, por la caracterización trillada de Keane y el doctor Satán y la de los secuaces que acompañan a ambos. En el caso del héroe, su compañero de aventuras, es una mujer que le sirve de secretaria “y algo más”. Con ella el héroe mantiene durante todas las historias una tensión romántica muy bien llevada y además sirve de anzuelo y de talón de Aquiles al héroe invencible. En Satán, sus secuaces son dos seres inenarrables: un contrahecho de aspecto simiesco y un tullido gigantesco que se arrastra con sus dos brazos. Herencia y mañas adquiridas por Ernst como escritor de weird menace.

Weird Tales Cover-1936-05 (1)

En las aventuras que creó Ernst hay material para todos los paladares, desde el terror a la ciencia ficción, desde lo bizarro a lo estrambótico. Combustiones espontáneas, miniaturización, resurrecciones de muertos, ritos vudús, aceleraciones, viajes al más allá, rayos de la muerte y toda una parafernalia rimbombante de horrores.

El misterioso doctor Satán es un ejemplo perfecto de lo que era, es y será la literatura pulp en manos de un escritor con talento, desprejuiciado y con ganas de divertirse. Los clichés son vehículos del ingenio más acérrimo y fantasioso. Es poco probable que este libro vuelva a editarse algún día y que se lo haga con una edición y una traducción tan cuidada como la que realizó Javier Jiménez Barco, por lo cual perderse la oportunidad de obtener un ejemplar, sería un pecado imperdonable en manos del aficionado al género.

Adenda:

Consultado por Árboles Muertos, el amigo Javier Jiménez Barco nos confesó que:

Costas de Carcosa es un sello editorial que cruza a dos editoriales distintas: Barsoom y Pulpture. Cuando apareció, mucha gente me preguntó si eso significaba que Barsoom iba a dejar de existir, y yo aseguré que no. Lo que pasa es que Barsoom saca novedades todos los meses y yo trabajo a toda máquina. Al existir un segundo sello dedicado al pulp clásico, puedo sacar en él materiales que por extensión se quedaran algo cortos para un libro de Barsoom, probar con el formato libro de bolsillo, y contar con la ayuda de la gente de Pulpture, lo cual me permite embarcarme en proyectos que, de otro modo, tendría que hacer solo y, por tanto, descartaría por no tener tiempo.

Es decir, Barsoom sigue por un lado, y los jóvenes de Pulpture siguen, por el suyo, sacando cosas. Pero cada pocos meses nos juntamos y unimos fuerzas para sacar algo entre todos. Eso es Costas de Carcosa.

En cuanto al material del Dr Satán, yo lo conocía desde hacía décadas, cuando preparé un artículo sobre los villanos weird de los pulps de los treinta. Yo ni siquiera había montado Barsoom todavía, pero los planteamientos de las historias pulp tanto del Doctor Death como del Doctor Satán me parecieron tan enloquecidos y tan bizarros, que ansié en secreto que alguien publicará algo de eso en español. Y años después, cuando comencé a hacer una lista de material interesante para Carcosa, me dije, ˈaquí lo voy a sacarˈ”.

Mariano Buscaglia

Linchando villanos a paraguazos

Huía pero lo tenían rodeado. Una multitud furiosa venia corriéndolo con todo lo que tuvieran a mano, ansiosos de hacer justicia. Hacerle pagar por tantas crueldades horrendas… Ya lo tenían. Pero la intervención policial lo salvo por poco, a los ponchazos

Claro que igual le quedaron unos cuantos magullones al maldito canalla… de la compañía de teatro ambulante.

Ahora podían respirar tranquilos los actores: casi se quedan sin malo.

Otra vez.

Chispazos de tradicion, la revista que traía los guiones del radioteatro

¡LEÑA, LEÑA! QUE NO SE ESCAPE!!!

Seguramente todos hemos escuchado o leído alguna vez sobre algun episodio similar. Podría haber pasado en cualquier lugar del mundo.

Pero en Argentina pasó muchas veces. Muy especialmente en la llamada época de oro de los radioteatros, cuando se vivió una interacción irrepetible de ficción y realidad. Porque, después de hipnotizar a un pueblo entero con estas historias de éxito inimaginable, la compañía de teatro ambulante llegaba al pueblo poniendo en contacto al público con los buenos adorados y con los malos odiados…

Entonces, lector, ocurría un fenómeno muy extraño que -al menos para mí- no tiene aún ninguna explicación convincente: el actor era atacado como si fuera el villano de verdad

Y, en este tema, antes de leer nada, escuché el testimonio de mi abuela, que vivía en un pueblito de campo y fue testigo presencial.

Pensemos en el fervor que producían estas historias absolutamente maniqueas. Malo malísimo Bueno buenísimo. Nada de jorobar con matices psicológicos. Peleas entre buenos y malos recreando una especie de Far West criollo. Y todo mezclado con elementos típicos del folletín decimonónico en forma totalmente desatada: damiselas indefensas victimas de malvados, acusaciones injustas, identidades secretas, hijos robados y hasta malditos capaces de golpear a sus pobres madres (uno de ellos llamado Fachenzo, sin intención politica, creo)

El elenco de Chispazos de tradición

Los débiles, niños, ancianos, pobres y desvalidos sufrían horriblemente los abusos del malo, hasta que, luego de infinitas vueltas rocambolescas y de la intervención del héroe llegaban al final feliz que ponía, efectivamente, felices a todos.

En esa época, la casa del afortunado que poseía radio era invadida por unos cuantos vecinos ávidos del próximo capitulo y no era cosa de negarse. Lo bueno es que, como excusa, solían traer facturas o bizcochitos para el mate. Se armaba así una atmosfera de partido de futbol. Con tanta gente apretujándose alrededor del aparato, aplaudiendo, riendo, gritándole improperios al malvado. Que lógicamente no los escuchaba.

Hasta ahi todo bien

Pero cuando había gira, los directores ya sabían que el problema mayor era la banda de lugareños que esperaban al malísimo a la salida para hacerlo “arrepentir».

No ocurría solo en estas pampas: en el Uruguay -donde era famosa la compania de Omar Abue- se sabía de este problema nada pequeño para resolver… El malo era odiado con toda fidelidad por la enardecida audiencia. De hecho un actor que paso poco a poco de héroe a villano fue un día casi linchado a morir. Debio huir y esconderse.

En un principio estas anécdotas parecen divertidas pero luego resultan inquietantes, incluso alarmantes si se reflexiona sobre ellas. Los protagonistas no eran chicos » nerds» como hoy podríamos decir. Eran personas comunes, buenos vecinos del pueblo. Que de pronto ya no veían la realidad, la cambiaban. Daban un salto a la locura revelando que alarmantemente frágil es la cordura de la gente, incluso de la gente que nos cruzamos todo el día.

En esta época de oro existió un radioteatro muy querido, que realmente paralizaba el país. Los comercios ofrecían receptores de radio que el cliente podía escuchar mientras consumía… única forma de no perder clientela a lo bestia.

Se llamó CHISPAZOS DE TRADICION. Y como podemos imaginar, era de tema gauchesco. Se trasmitió desde 1931 hasta 1936 por RL3 Radio Nacional y posteriormente por LR 2 Radio Belgrano. A las 18 horas, cuando se detenía el país. Su creador fue el dramaturgo, guionista y director teatral Andres Gonzalez Pulido.

Para dar una idea de la intensa participación de los oyentes, es interesante saber que la emisora recibía miles de cartas opinando con cuál de las damitas jóvenes debía casarse su héroe Churrinche. La cosa creció hasta tal punto que se organizó una votación, en la que ganaría la damisela más votada. Toda una anticipación del “Fanservice”. O de los finales alternativos escritos hoy en día en la red, por ejemplo para Harry Potter.

Los personajes de Chispazos de tradición en una caricatura de la epoca

Claro que con igual fervor se odiaba al villano. Y las compañías de actores tomaban precauciones para que no saliera herido, aunque no se evitara los abucheos. Porque era un sentimiento muy intenso

Veamos este incidente, recordado por el héroe simpático «Churrinche» en la extensa nota que le dedica la revista “Todo es historia” en su número 155 (Abril de 1980) al fenómeno “Chispazos”:

«Actuábamos una vez en un cine de la calle Medrano, con una sala repleta de público. Y yo tenía que enfrentar al que hacía de traidor alevoso…”

Sigue contando que lo ataca con el talero (aclara que de utilería). Imaginemos el momento apoteótico: El héroe simpático y querido despatarra a talerazos al maldito hijo… del radioteatro. El villano se desmoronó estrepitosamente todo lo que pudo para darle el mayor realismo al asunto, ante los rugidos de la multitud. ¡¡Inolvidable!!

Unos días más tarde, una señora que no quiso revelar su identidad, le regalo a Gonzalez Pulido un valioso reloj de oro y a «Churrinche» un alfiler de corbata de lo mismo, que más tarde, el actor convirtió en un anillo, acaso deseando lucir siempre tan conmovedora muestra de admiración. Sobre todo si se trataba de una espectadora humilde y los obsequios resultaban un gasto importante para ella:

¿Por qué semejante muestra de generosidad?

«Este es mi regalo por haber terminado con ese maldito canalla» fue la emocionada explicación.

Andrés Gonzalez Pulido, el creador de Chispazos…

Una vez más, este extrañísimo fenómeno, porque si bien era muy cierto que podía agradecerle a Pulido el final del «maldito canalla» también era verdad que debía culparlo de todas sus canalladas, ya que el autor ¡¡había escrito el guion!! No sé ustedes, pero a mí el incidente protagonizado por la señora me resulta más inquietante aun que la locura momentánea de los linchadores.

Esta señora tuvo tiempo de reflexionar

Evidentemente, vivía una vida normal en todo, pero con su ficción favorita, vivía en otro mundo…

Era realmente fundamental para su vida que el malvado fuera castigado.

¿Cómo diferenciamos ficción de realidad? ¿Cómo nos damos cuenta cuando alguien ya niega la realidad, hipnotizado totalmente por una historia?

No encontré un estudio serio y a fondo de estos casos. Hallé en cambio, más ejemplos de los que pueden entrar aquí. Si el lector conoce alguno, me encantaría leerlo: se trata de un fenómeno casi siempre tomado como anécdota divertida sin más. Personalmente me deja reflexionando sobre la fragilidad de nuestra sensatez para captar el mundo.

Ojo, que el fenómeno no era nuevo. El auge de la radio lo potenció: la radio tiene un enorme poder para impactar en nuestra mente. Basta recordar las catástrofes demenciales provocadas por “La guerra de los mundos» de Orson Welles.

Pero no eran los primeros casos

Mucho antes de que existiera la radiofonía, existía nuestro circo criollo que ofrecía en su parte teatral, casi siempre la historia de un gaucho matrero, peleador, rebelde a la autoridad injusta. Idolatrado por la gente de campo, que lo consideraba una especie de Robin Hood. No se sorprenda de que el bandido sea el héroe… En ese tiempo la gente humilde de campo no la pasaba bien con los poderosos: levas forzadas y todo tipo de abusos no hacían a la autoridad demasiado simpática que digamos.

aviso del circo Podestá y uno de sus personajes: Pepino el 88

El más célebre de estos matreros se llamó Juan Moreira y era llevado a la escena por los hermanos Podestá, basándose en el exitoso folletín de Eduardo Gutierrez (que autorizó la versión de los Podestá, que quede aclarado). Moreira era querido y su matador el sargento Chirino (que para colmo lo ensartaba con una lanza por la espalda) era despreciado. Cuando pasaba eso, Moreira decía:

«A traición, cobarde. Cómo se ve que sos justicia (policia)»

Y este era el momento peligroso, ya que era muy probable que algún enardecido grupo trepara al escenario facón en mano para vengar la muerte del protagonista»

Este tema fue discutido algunas veces, centrando el debate en la incapacidad del público campesino y primitivo para comprender el hecho teatral, la representación o solamente comprenderla en parte. Hoy sabemos que un fan puede olvidar la realidad en la red pese a no ser primitivo y tener plena conciencia de los medios de comunicación.

Un folleto recopilando el folletin Juan Moreira de Eduardo Gutierres

Esta controversia aparece sobre todo, a raíz del éxito enorme del “Fausto criollo» o simplemente Fausto escrito por Estanislao Del Campo en 1886. Año en el que se presenta en nuestro teatro Colon la opera Fausto de Gounod, basada en el poema de Goethe.

En la noche del estreno está presente su autor, quien crea al personaje de Anastacio el pollo, gaucho que llega a la platea por error y a los empujones, sin tener idea de lo que es una ópera y casi muere del susto al ver en el escenario al diablo (bueno, al actor disfrazado). Esa misma noche esbozó el tema, editándolo poco despues. Fue un éxito instantáneo. La confusión del pobre Anastacio hará reir a todo Buenos Aires. Ademas narra todo el guion de la obra en su lenguaje gauchesco y convencido de que todo es verdad. Si puede no se la pierda lector. Aunque hoy se la está considerando políticamente incorrecta porque se rie de la confusión de un pobre campesino.

Pero la controversia mayor era esta: ¿Es verosimil que el gaucho reaccione de esta manera? Jorge Luis Borges asegura firmemente que si: En su prólogo a Fausto (Bs As ed. Nova, colección Mar dulce, 1946) hablando sobre el tema afirma que tales confusiones eran perfectamente posibles dada la incomprensión del hombre de campo en una cultura primitiva donde no existía el hecho teatral

Juan Moreira, la obra

Y siguiendo a Borges, veamos esta anécdota publicada en 1911 en la revista argnetina Caras y caretas:

«Por aquellos años, los Podesta recorrían la provincia representando piezas gauchescas. En casi todos los pueblos, la primera parte correspondía al Juan Moreira». (La especialidad de la casa, digamos). Sin embargo, al llegar a San Nicolas, juzgaron de buen tono, anunciar la obra HORMIGA NEGRA. «Huelga recordar que el epónimo habia sido en sus mocedades, el matrero más famoso de los contornos». Más o menos como ir a Suiza y ponerse a representar Guillermo Tell para ganarse el corazón de los espectadores.

Por lo tanto, se hicieron los preparativos, se publicito la obra, se pusieron los carteles anunciadores pero… la víspera de la función, un sujeto entrado en años, más bien bajo, trajeado con aseada pobreza, se presentó en la carpa:

  • Andan diciendo – dijo- que uno de ustedes va a salir el domingo delante de toda la gente y va a decir que es Hormiga Negra. ¡¡Les prevengo que no van a poder engañar a nadie porque HORMIGA NEGRA soy yo!!

 

El verdadero Hormiga Negra…

Seguramente se quedaron todos estupefactos ante tan belicoso personaje y ante esta reacción que nadie se esperaba. ¿Qué hacer? Los hermanos Podestá lo atendieron con esa amabilidad tan suya y trataron por todos los medios de hacerle comprender que la pieza en cuestión no era ninguna burla ni deseo de engañar a nadie, sino, al contrario, la obra comportaba el más conceptuoso homenaje a su figura ya legendaria. Todo fue inútil y, aunque habían encargado al hotel una ginebra y otras cosas para convidarlo y poder hablar tranquilos «resulto imposible: el hombre, firme en su posición, hizo valer que nunca en la vida le habían faltado el respeto y que si alguno de ellos subía ahí para decir que era Hormiga Negra, él, viejo y todo. lo iba a atropellar…»

¡Bueno!! No era cosa precisamente de enfurecer al combativo señor y ponerse en contra a todo San Nicolás, que lo veneraba. Hubo que rendirse. Ese domingo, a la hora anunciada, los Podesta presentaban en San Nicolás al Juan Moreira de siempre… Una prueba muy clara, diría Borges, de la incomprensión del arte escénico por nuestra gente de campo

… y su contraparte literaria escrita por Guttierrez tambien (el de la foto)

Si, tal vez en 1911, pero ¿qué pasaba entonces en 1960, en pleno ámbito ciudadano y con un público ya muy acostumbrado a los medios de comunicación y a la TV?? ¿Cómo explicar lo ocurrido al árbitro injusto del famosísimo programa Titanes en el ring?

Para los lectores de otros países, les cuento que Titanes en el ring fue simplemente un programa de lucha libre, pero tan bizarro y original que ningún chico -y tal vez ningun adulto- deseaba perdérselo. Era todo un disparate bizarro con sus luchadores cuidadosamente disfrazados, entrando con una gran puesta en escena (el hombre del espacio auspiciado por yogures Yolanka bajo en una especie de ovni, Don Quijote se presentaba con Rocinante, Sancho y burro incluido, etc). Cada uno tenía un tema musical característico y el disco que se edito estuvo mucho tiempo entre los más vendidos. Por supuesto maniqueísmo puro y duro, bueno contra malo en todas las luchas, abucheos contra el malo y fervorosos vivas para el bueno eran de rigor.

Titanes en el Riiinggggg!!!

Hasta los árbitros se dividían en buenos y malos Entre estos últimos ningún arbitro fue tan odioso y odiado por sus injusticias como William Boo (Héctor Brea) abucheado en todo su camino y hasta capaz de pelearse con el público mismo. Su fama de villano fue inimitable… y le costó bien cara, como recuerda un extenso artículo del diario Página/12 (sección espectáculos) del año 2006, cuando aún vivian casi todos. Por cierto, el título es perfecto: «Éramos tan ingenuos que creíamos que peleaban». Y no, nadie peleaba de veras, todo era espectáculo, ficción dentro de ficción, como los fallos injustos de Boo. Pero fueron bien reales los paraguazos de una furiosa espectadora. Aunque al principio pareció otra nota humorística de un programa que apelaba continuamente al disparate no fue así. A Hector Brea le resulto muy duro reponerse, sobre todo del paraguazo en la espalda. Fue el peor momento de su vida, que no solo le dejo huellas físicas sino psíquicas. Nunca pudo dejar de preguntarse porque la mujer desconocida lo ataco de ese modo y con tal furia. “¿Qué le pasaba a esa mujer? ¡Yo no le habia hecho nada! ¿Todo porque deje ganar a la momia negra??”

(Ocurre, lector que entre los estrafalarios villanos existía una momia negra que era mala y solía enfrentarse con la Momia Blanca que era la buena. Bien simbólico todo y acaso no muy políticamente correcto tampoco. Pero bueno Titanes en el ring merece un libro completo)

En el medio William Boo, el arbitro mas corrupto de Argentina (en la ficcion pugilistica al menos)

Por ahora alcanza decir que el pobre Hector Brea pago muy caro su eficacia en el papel del árbitro que hacia ganar al mal. Recuerda una vida bastante vapuleada esquivando insultos, silbidos, agresiones físicas y psicológicas y en donde no faltaban las amenazas. En el reportaje, su compañero Pepino el 88 recuerda que, en un viaje en micro, alguien llego a poner excrementos en su mochila. No lo recuerda como algo divertido pese a las risas de sus compañeros. ¿Qué tendría en la cabeza la gente que se mandaba esas y no reconocía que se trataba de un actor y todo estaba cuidadosamente guionado de antemano? En este caso, este inexplicable fenómeno llego a terribles extremos, ya que dada la popularidad del programa, William Boo era reconocido (y detestado) donde fuera. Incluso recuerda dolorosamente «Martin no se portó bien conmigo. Martin Karadagian, jefe absoluto del espectáculo, declaro que ordenaba a Boo limpiar las letrinas (sin duda para congraciarse con el público mostrando que castigaba al malo). Eso se comentó en todas partes… y también en el colegio de mi hija» recordaba melancólicamente Hector Brea en la nota.

Ser el malo puede ser muy peligroso. Hay una enorme reserva de irracionalidad y de violencia en muchos seres humanos. Lo más inquietante sin embargo no son estos casos particulares: lo más inquietante es reflexionar que fácil es para los medios fabricar un enemigo en caso de guerra (esa despreciable nación enemiga donde no existe ni uno bueno) e incitar el odio, cuando es tan fácil hacerlo contra alguien que ni siquiera existe.

Inodoro Pereyra 6, donde aparece una gran parodia sobre lo que hablamos

Tan frecuentes han sido estos episodios que hasta poseen un comic que expresa en forma humorística un hecho igual, que por poco acaba haciendo percha a Inodoro Pereyra, el vapuleado personaje de Roberto Fontanarrosa, uno de nuestros mas grandes historietistas. Se encuentra en el tomo seis de la colección que recopilaba sus aventuras editado en Bs As por ediciones De La Flor en 1979 (si no la conoce, no se la pierda) En ese episodio llega la compañía ambulante al pueblo, un acontecimiento enorme para la comunidad. Inodoro conoce a la bella Maria Ines de Lorena quien lo seduce y trata de convencerlo de dejar el pueblo y acompañarlos, actuar para ellos, conocer el mundo, lograr fama, fortuna etc. En realidad esta especie de Dalila se encarga de la difícil tarea de «reclutar» quien haga el papel de malo (algo más peligroso que pescarse el ebola) ya que «el papel de villano es tan odioso que en todos los pueblos nos machucan al actor». Si pueden, lean la hisotria completa, que una joyita, no solo divierte sino que presenta una historia muy bien investigada en todos sus detalles. Por cierto, la obra que la compañía presenta se llama El leon de Francia, que fue un Supermegaexito de los radioteatros y hasta fue tema de una película homenaje bastante reciente. El poema con que se presenta el actor es el que realmente servía de prólogo. El tema, los disfraces, los nombres (Maria Ines de Lorena era la enamorada del héroe) todo es exacto. Sin duda Fontanarrosa pudo conocer la historia ya que hasta los últimos años de la década del setenta, tuvo algunas emisiones radiales, ya ultimo eco de su época de gloria. Y por supuesto, el público amo los héroes y detesto, eternamente a los villanos.

El elenco de El leon de Francia, el radioteatro que cita Fontanarrosa en su historieta de inodoro Pereyra

No tengo una explicación convincente para estos incidentes, salvo que nuestra cordura es bastante más frágil de lo que nos gusta pensar. Si algún lector tiene una teoría, me encantara leerla. Y si algún estudioso de la psicología, la sociología o tal vez la historia del teatro emprende una investigación a fondo, lo mismo. Sería bueno que se le diese el nombre de «efecto retablo», ya que se remonta al más ilustre ejemplo que ha dado, no ya la cultura pop sino la más alta que podamos pedir. Especificamente El retablo de Maese Pedro, capítulo 26 de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha. Todos lo recordamos aproximadamente: el titiritero, Maese Pedro, lleva su espectáculo casualmente a la posada donde paran Don Quijote y Sancho. Su espectáculo, claro está, presenta buenos y malos (siempre una mecha explosiva), una pareja de buenos enamorados necesitados de ayuda (mas mecha explosiva) y, para colmo de colmos, los malos son moros. (eso ya es el colmo). Como sabemos Don Quijote se les va encima y se arma el gran zafarrancho, haciendo percha escenario, telón y hasta el último de los actores inanimados. Esta escena es parte de la literatura de la gran literatura

El Quijote arremete contra el espectaculo. de títeres.

Sin embargo podemos permitirnos dejar un poco de espacio a la imaginación.

¿Quién sabe si estas cosas ya pasaban entonces y Cervantes no fue testigo en sus muchos viajes por la España de su tiempo, de algo parecido?

¿Quién sabe si no le inspiro este episodio?

¿O todo el Quijote?

¿O, más simplemente, lo que ocurre es que solo en las queridas ficciones es posible obtener un poco de justicia?