50 años alunados

El 20 de julio pasado celebramos cincuenta años de la llegada del hombre a la luna. Quién sabe si nuestros descendientes festejaran los cien. El futuro, en ese sentido presenta negros nubarrones. Hay quien ya lo anticipa muy oscuro. Recordemos la reciente película «Interstellar» (2014), situada en un futuro poco envidiable, en unos Estados Unidos oprimidos y paupérrimos, y donde la NASA ha sido obligada a ocultarse, ya nadie quiere hablar de esta institución. Los libros escolares de lectura obligatoria enseñan que la conquista del espacio jamás existió. La escuela refleja claramente esta situación, tanto que el protagonista, un ex astronauta decide retirar a su hija de la escuela, donde enseñan que el alunizaje fue un montaje.

Es interesante ver esta situación en el mismo país que, solo unas décadas atrás imaginaba la tierra convertida en la capital de un imperio galáctico, por lo menos.

Esto no sorprende: en esta segunda década del siglo XXI , vivimos rodeados de. Youtubers que nos juran que » La NASA miente», que “Nunca fuimos a la luna», etc. Los terraplanistas reclutan cada vez más gente. No es extraño que se haya filmado una película que muestra el temor de que estos negacionistas estén ganando…

Lo extraño es que la misma situacion de partida se encuentre en “En el último reducto”, un cuento de autor argentino (Eduardo Goligorsky) esta vez situada en Buenos Aires. Una Buenos Aires de lamentable futuro, paupérrima y hundida en el atraso. Cerrada al mundo por una dictadura hiper conservadora. Una ciudad alumbrada a duras penas por lámparas a querosén que apenas dan luz sobre calles empedradas y embarradas.

El protagonista debe huir por esas callejuelas. No tiene más remedio porque su hijo llevo al colegio un álbum de fotografías prohibidas guardadas celosamente. Fotografías de naves espaciales, de satélites, de la superficie de Venus Todo lo que niega el régimen actual: para esa Argentina el viaje a la luna es tema prohibido.

Interesante es que, tanto en la película como en el libro, el problema se presenta en la escuela. Los hijos de los protagonistas hacen eclosionar el conflicto, la oposición entre dos versiones opuestas de la historia y la situación de la humanidad actual.

No creo en ningún tipo de plagio. Simplemente, ambas obras reflexionan donde podía ser mas conflictivo un choque ideológico así: las escuelas.

Esperemos que no haya acertado con el futuro ninguna

Insisto en que el argentino es el más sorprendente, porque fue escrito en una época en que la ciencia avanzaba imparable y nada hacía pensar que se detendría alguna vez. Es un cuento escrito a fines de la década de los sesenta. Plena época de la conquista espacial. La ciencia y la tecnología resultante de ella habían llegado para quedarse, nos llevarían de la mano al paraíso o nos arrastrarían  por el cuello hasta el infierno. utopía o distocia.

Lo que no harían sería dejarnos. Al menos ,no sin una catástrofe nuclear de por medio. Como en «El planeta de los simios» por lo menos.

No hubiéramos imaginado jamás que nosotros mismos la boicotearíamos .Que se cuestionaría el alunizaje, las vacunas y hasta la redondez de la tierra.

Por ahora sabemos que se cumple medio siglo de la llegada del hombre a la Luna. También, en la Argentina y algunos países mas, se celebra el dia del amigo.

No parece muy clara la relación entre ambos conceptos, pero según se dice, la intención al proclamar este dia fue enfatizar la absoluta hermandad del ser humano en el cosmos. Una idea tan noble que no dan ganas de criticarla… pero bastante ingenua. Sobre todo cuando el viaje a la luna fue producto de la llamada «guerra fria» que estaba todo el tiempo a punto de recalentarse y dejarnos a todos bien fritos.

En el presente, sacar el tema de la luna en una reunion es sacar la bandera de guerra contra los teóricos del alunizaje falso. Terraplanistas y negacionistas de toda laya y gente segura de que, en realidad, fue Stanley Kubrick quien filmo el falso alunizaje. ¿Quién iba a pensar que algún día se iba a acusar al autor de la genial 2001? Ya nadie escapa de los magufos.

Lejos de fomentar amistad, la Luna se ha convertido en una mecha explosiva como para que hasta Abbott y Costello se agarren a piña, patada, piña.

Y ya poco falta para alguna épica batalla campal entre quienes creen y quienes descreen.

Es curioso este hecho, amigo lector, porque en cuestiones de ciencia y tecnología no se cree ni se deja de creer (esto hay que dejarlo para la religion) No se puede creer que dos mas dos da por resultado cuatro. Da cuatro. Por entenderlo, hoy disfrutamos justamente de Internet.

Pero, inexplicablemente, Internet es el medio que más ha propagado estas sospechas, esta especie de reacción contra la razón. Y el más espectacular triunfo de la inteligencia humana se ve convertido, asombrosamente, en una cuestión de fe.

Ya en el 2011, cuando se cumplieron los cincuenta años del vuelo orbital de Yuri Gagarin, primer hombre en salir al espacio, surgieron muchísimas versiones de que todo había sido trucho, que no había evidencias concluyentes, que la URSS jamás había podido ni remontar un barrilete y Gagarin solo era un actor elegido por lo simpático y buen mozo para pasearlo después en giras de propaganda.

O al contrario, que la URSS sí que podía enviar gente al espacio… y había enviado docenas de camaradas que no volvieron jamás. Alguno habría salido ya del sistema solar perdiéndose en el infinito. Y ya se sabe que estos rusos malos malísimos ocultaban todo. Hasta borraban de las fotos al infortunado que no volvió. Gagarin no sería entonces el primer hombre que salió al espacio sino el primero… que volvió.

Hay que admitir que el secreto absoluto que rodeaba toda esta carrera del espacio, daba lugar a todo tipo de especulaciones. No sería extraño, realmente, que hubiera muerto más gente de la que sabemos. De un lado y del otro

Y es obvio que las preferencias ideológicas de cada uno sean determinantes en la elección de a quien le creemos. Una vez más, cuestión de fe. Y debería ser cuestión de razonamiento. El secreto dio origen a una galaxia de versiones alternativas, tanto en la ficción como en la» leyenda urbana espacial». Ahora mismo, podemos encontrar en la red toda clase de escalofriantes versiones sobre astronautas fantasmas, esqueletos que orbitan la tierra a bordo de sus naves fracasadas, grabaciones con las ultimas desesperadas palabras de una cosmonauta rusa pidiendo inútilmente ayuda antes de incinerarse en la atmósfera, cosmonautas que hablaron con extraterrestres.

Y por supuesto la versión terraplanista de que jamás nadie pudo salir al espacio, porque la tierra no solo es un plato playo, sino que está cubierta por una cúpula transparente e irrompible. Como en la película de Los Simpson. ¡¡¡Película que algunos toman como intento de decirnos la verdad!! Lo alarmante no es que estas cosas lleguen a decirse, sino que tanta gente les de like.

Hace pocos años si alguien hubiera comentado que el alunizaje fue trucho, o la tierra es plana, lo hubieran mirado con pena o alarma. Hoy se ha naturalizado este tipo de idea en forma sorprendente, al menos como tema de discusion

Ojala  no nos espere un futuro en el que nuestros nietos, si escuchan a alguien decir que en 1969 se llegó a la luna, lo miren con pena o alarma

FUTURO IMPERFECTO

La ciencia ficción y las versiones conspiranoicas se han alimentado mutuamente muchas veces. Un ejemplo sería, justamente la idea de que estamos bajo un «domo» Si el lector siente curiosidad solo tiene que buscar. Domo y tierra plana en la red. No tendrá ninguna dificultad. Otro ejemplo, aún más extendido son los reptilianos: una especie de reptiles humanoides inteligentes que sobrevivieron al meteorito (o vinieron de otro planeta), aprovecharon para evolucionar, se disfrazan de humanos y tienen todo el poder y nos gobiernan para nuestra ruina. Con razón son indistinguibles de los gobernantes humanos.

¿Recuerda el lector la serie de televisión » V»? Esa es la idea. Puede encontrarla fácilmente en You Tube. Si quiere saber sobre los reptilianos, también los encuentra fácil en You tube. Hay muchísimo, desgraciadamente.

De hecho hay quien se pregunta, al parecer en serio, ¿que sabían los creadores de la serie? ¿Que trataron de advertirle al mundo?

Esta inversión de los factores es asombrosa: ninguno piensa que el delirio reptiliano fue inspirado por la serie de TV, sino que la serie de TV se inspira en los reptilianos. Según este criterio, se filmó Mi marciano favorito para advertir de algún modo que hay marcianos humanos en Marte. Y que se hicieron «Los Pitufos» para advertir que nos gobiernan los pitufos. O los caballitos inteligentes de » mi pequeño Pony».

De hecho las pelis clase B con platos voladores inspiraron a muchos «abducidos» y no al revés. Por ejemplo miren lo que pasa con CAPRICORNIO UNO (Usa 1977) La resumo rápidamente: ante la imposibilidad de efectuar el viaje tripulado a Marte que el mundo entero espera, los de la Nasa fingen que se hizo. Llevan a los astronautas engañados a un desierto parecido a Marte. Cuando los astronautas se dan cuenta intentan huir pero la cia, la nasa o los que sean no los dejan irse. Falta lo peor. Escuchan por radio que de pronto el cohete explotó. Y el mundo llora a los héroes… Entonces está claro: ¡¡los van a liquidar para que nadie sospeche!!

Se encuentra facilmente en you tube lector. Pero lo verdaderamente interesante (y alarmante) es leer los comentarios sobre la película. Prácticamente todos lo toman como la prueba irrefutable de que el alunizaje fue falso y hasta creen que se filmó para que el mundo lo supiera. Los negacionistas cantan de alegría y bailan cumbias y trencitos. ¡¡Acá esta la posta!! Conté un solo comentarista que opinaba que es solo una película. Nadie se fijó si es buena, mala, regularcita o bodrio. ¡Lo importante es la revelacion!!!

Cosas así la desaniman a una.

Siguiendo a Utherd de Bebbanburg

Muerte de reyes (Death of Kings, 2011)

Uthred el Pagano (The Pagan Lord, 2013)

El trono vacante (The Empty Throne, 2014)

Guerreros de la tormenta (Warriors of the Storm, 2015)

Autor: Bernard Cornwell

Edita: Edhasa

Año y medio ya que escribí sobre los primeros cinco volúmenes de esta saga (que ya tiene adaptación televisiva – The Last Kingdom de nombre- de tres temporadas, cada una cubriendo 2 novelas, aunque la tercera se desvía bastante de las novelas 5 y 6). Me queda por ahora solo una novela en espera. Pero la saga sigue por historias muy sólidas, manteniendo esa mezcla de intriga política, ambientación histórica y combates salvajes muy bien descritos que la sigue haciendo absolutamente atrapante.

Digamos si, que el tomo seis, Muerte de reyes, es un buen cierre para la primera mitad de la historia. Muchas de las puntas desarrolladas hasta el momento van cayendo en ella. De entrada el rey Alfredo – ese tipo al que Uthred a la vez detesta y admira, ese astuto manipulador y estadista con visión- muere y con ellos se desata una sucesión y un ataque danés que se resuelve en una batalla donde la mayoría de los enemigos del reino de Wessex mueren – por supuesto porque Uthred sigue siendo un gran militar y se saca una victoria de la galera. El hijo de Alfredo se asegura el trono y lo que queda es la hija de Alfredo terminando de lidiar en Mercia con su marido por el poder ahí. Y con Uthred herido malamente por una espada. La búsqueda por su curación ocupa el siguiente volumen, además de por fin verlo intentar tomar Bebbanburg (el señorío usurpado al que por derecho le toca a Uthred), aunque fracasa.

Lo interesante a partir de aquí es ver también el crecimiento de los hijos de Uthred, que empiezan a tomar protagonismo: el mayor –para espanto del padre- se hace monje (aunque el tiempo lo va a demostrar tan astuto como el padre), el segundo se convierte en la mano derecha de Uthred y la hija – más adelante- se volverá una pagana, terca y sin pelos en la lengua que se casa con un jefe danés y es el orgullo de papá. Y mientras Uthred se vuelve el amante y brazo militar de la hija de Alfredo, consiguiéndole –en una jugada brillante que hay que leerla para creerla- el torno de Mercia. Y ahí lo dejamos a Uthred, más viejo pero igual de zorro, en esa pelea entre sajones y daneses en las que se mueve tan astuta como ambiguamente.

Y lo vuelvo a decir: Cornwell escribe muy bien. Si les gustan las historias históricas y/o son viudas de Juego de Tronos, vayan a por esta saga, que la van a disfrutar muchísimo. Como me pasa a mí.

A bajar: El Desvan del Abuelito, primer semestre del 2010

El Compilador Digital no para y sigue recopilando en formato e-zine el material de uno de los blog claves de la explosión bloguera (a nuestro gusto obvio): El Desvan del Abuelito

Hoy les traemos lo publicado en el Desván durante el primer semestre del 2010, para leer en el formato que mas les apetezca, sea epub (para celulares y libros electrónicos que no son de Amazon), mobi (para le Kindle) o pdf (si lo que les gusta es bajarlo e imprimirlo). Todo esto hecho gratuitamente y con permiso de su creador, el bueno de El Abuelito. Y si lo quiere leer como blog pues siga el link nomas.

No pierdan mas el tiempo, si usted es consumidor de cultura pop antigua y extraña (y si no lo es, ¿que hace en este blog en primer lugar?), Solo siga el link y bajelo. Y si no tiene los volúmenes anteriores, vaya aquí. Es mas puede leer las otras compilaciones que hemos hecho hasta el momento de otros blogs aquí y de nuestro propio material aquí.

Vamos no se arrepiente, que el material es muy bueno mu

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Relatos de Espada y Brujeria

 

Autores: Varios; Claudio Diaz (selección)

Edita: Thelema, Buenos Aires, 2017

Aviso de nuevo: otro libro regalado por Claudio Diaz , que es amigo con lo que mi versión puede ser sesgada a su favor. El que avisa no es traidor.

Lo más interesante en esta antología es abrir el juego a los autores de fantasía heroica independientes de Argentina, que, por lo que se ve, son más de los que parece. Ya eso solo hace de este libro un hito importante para entrar a explorar lo que se viene haciendo con la espada y brujería en Argentina, como contaba Mariano Buscaglia hace poco en su nota en el blog.

Y por supuesto, como toda antología, hay de todo, desde cosas bien escritas pero que no emocionaron, hasta dos o tres cuentos muy poderosos que le saben sacar el jugo a las posibilidades de la fantasía Por ejemplo “La Tejehechizos” de Lucas Simmons, donde la protagonista busca hallar un camino para cambiar su destino y mala fama con un loop brillante (y no spoileo mas) o la muy bien escrita “Nigromante” de Paul Calvetti Costa (personalmente la que más me gusto de todo el libro) donde – usando el recurso de cartas y declaraciones oficiales- nos hallamos ante un enredo de un humor muy tongue in cheek que le debe mucho al Mundodisco de Terry Pratchett. Y, en registros más clásicos, las dos historias de Claudio Diaz (la escrita en solitario y la hecha en colaboración con Carolina Panero ) y “De como Palito, el Bardo, conoció al Paladín” de Graciela Rapán son tres historia sólidas y que son bueno atisbos de los mundo ficcionales que proponen sus autores. Ojo: no hay ningún relato que uno sufre, solo que los demás para mi gusto le faltan algo para terminar de disfrutarlos completamente.

Como acercamiento al género escrito en Argentina, vale la pena. Si lo encuentran y les gusta este tipo de historias, cómprenlo: vale la pena.

Dos Libros de Oro de Cinefania dos

Libro de oro de Cinefania: Weird Western

Editor: Dario Lavia

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2015

Libro de oro Cinefania: Shock TV

Editores: Dairo Lavia Y Juan Carlos Moyano

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2016

Lo reconozco: adoro las enciclopedias de cultura pop excesivas, esas que exprimen un tópico hasta el fondo, que no dejan una piedra sin revolver y que, si algo se les pasó, fue porque en serio no lo vieron, y que, si tienen la opción agregaran la opción en una segunda edición. Si encima es de un tópico poco explorado, mejor.

Por eso amo estos libros de oro. Dario Lavia hace en ambos ese trabajo de dar información de un montón de material que se sabe poco y nada. Una cantidad de películas y series televisivas de las que sabemos poco y nada, que han caído en el olvido (y hasta en la desaparición física) No me puedo imaginar la cantidad de trabajo que ambos libros deben haber llevado en términos de investigación y redacción (incluso cuando no todas las reseñas son de Lavia sino que hay un grupo de gente detrás escribiendo las entradas). Pero que hay una cantidad enorme de tiempo detrás , la hay. Eso se los firmo.

Tal vez la menos asombrosa sea la del Weird Western, ya que ya hay obras dedicadas al subgénero (aunque creo que ninguna en castellano). Para el que no sepa que es, el “weird western” es el subgénero del western donde aparecen elementos extraños e inesperados en el. Normalmente se piensa en elementos de corte fantástico (vampiros, fantasmas, extraterrestres, armas futuristas, etc.) pero el tomo también agrega películas con elementos del thriller, el cine negro o hasta el género del espionaje (espías atómicos, psycho killers, asesinatos con toques de mafiosos, etc). Partiendo de una definición tan amplia, uno podría esperar que se obviaran algunas obras. Y no. El libro no habla solo de los filmes esperables en el subgénero (Billy the Kid vs. Dracula, The Pale Rider, Valey of the Gwangi, etc) sino que incursiona en material antiguo (el capítulo del material mudo es una delicia) y hasta en derivaciones del resto del mundo (Los irrompibles, El Charro de las Calaveras, las películas de Zagor, etc) y hasta en la versión argentina, el weird gaucho (con nazareno Cruz y el Lobo como mejor ejemplo, aunque no el único). Todo investigado exhaustivamente, de una forma tal que no creo que haya quedado mucho afuera.

Ahora si lo del weird western es demencial, palidece ante el Libro de oro de Shock TV, que hace algo que nunca nadie había hecho antes: un relevamiento de todo lo que se pasó en las pantallas televisivas de Argentina relacionado con os géneros del terror y el suspenso. Repito: TODO. Tanto series locales, como importadas, tanto telefilmes (nacionales o extranjeros) como ciclos de cine sobre el tema. Incluso en series donde el tema solo aparecía en un episodio o dos. Tratando de decir cuando se dio, a qué hora y en que canal. El que tenga levemente idea del paupérrimo estado del material de referencia sobre el tema en Argentina, sabe lo ciclópea que tiene que haber sido la tarea tras este libro. Referenciar todas las obras (argentinas y españolas) de ambos Narcisos (Ibañez Menta e Ibañez Serrador) ya es complejo. Poner toda la grilla de Cine de Super Accion o Viaje a lo Inesperado (ciclos claves con los que nos criamos todos los cinéfilos argentinos que pasamos de los 35) ya es jodido. Sumarle todo el otro material más oscuro, hablar de series locales de las que en un 90% no existen ni siquiera los videos, es una locura abrumadora. Y Lavia y Juan Carlos Moyano logran un producto más que digno. Posiblemente esto va a ser material de referencia para el futuro. Del que nadie que quiera investigar sobre la televisión argentina podrá zafar de referenciar.

¿Qué criticar? Si quieren el diseño, que es funcional pero poco vistoso. Pero eso es como quejarse de las teorías de Einstein porque no se sabía cortar el pelo: es algo absolutamente irrelevante.

Desde ya, si consiguen una copia de cualquiera de los dos (o de los otros Libros de Oro de Cinefania) no lo duden y gasten el dinero. Si quieren un material enciclopédico muy bien investigado no pueden fallar. Y, si no lo encuentran, siempre pueden ir a la página de Facebook del grupo Cineficción (revista que dirige Lavia y que deberían comprar si les gusta el cine fantástico) porque, en un acto de generosidad, Lavia sube los pdf de los libros de oro agotados para todos los que estén en el grupo. Yo leí de esa manera el libro de Oro de Héroes Pulp y les puedo asegurar que es igual de excesivo y brillante que estos dos. Háganme caso, ingresen al grupo que vale la pena. Y cómprense estos libros de oro.

Panteras

Autores: Eduardo Mazzitelli (guión) y Quique Alcatena (dibujos)

Edita: Purple Books, Buenos Aires, 2017

Para variar otro aviso más: Quique Alcatena es uno de los SENSEI DE LOS COMICS para mi. Un tipo genial al que quiero (y se que no soy el único en el mundillo de la historieta argentina) como a poca gente en el comic. Asi que si, tomen otra vez la reseña con pinzas porque hay motivos para afectar mi imparcialidad.

Hecho esto, digamos que Panteras hace lo que raramente veo en el género de la fantasía heroica: salirse del marco eurocéntrico que le dio Robert Howard para entrar de lleno en una mitología (o seudo mitología, como corresponde al subgénero) africana. No es que no funcione con algunos recursos narrativos del subgénero (hechiceros, sociedades secretas, candidatos al trono que deben probar su valia ante enemigos pérfidos, uso de la magia de manera selectiva, etc) sino que esto se envuelve dentro de un mundo que suena y resuena desde la africanidad. Uno podría decir que los relatos de Panteras seria las novelas de Conan que se leen en Wakanda. Claramente, si entráramos a picar fino, la verosimilitud histórica de los relatos de este volumen se sostendrían tenuemente. Pero vamos que pasa lo mismo en el caso de las historias de Conan y a nadie le importa eso: ambas SON fantasía, no PRETENDEN ser realistas.

Y claro, las historias del mundo de Timbumba se sostienen porque tienen magia, tienen la solidez narrativa de Eduardo Mazzitelli (un tio en el que estructura como pocos el relato tradicional de fantasía en la historieta, dándole un vuelo y una altura a sus personajes que describe con pocas palabras) y con el como siempre apabullante trazo de Quique Alcatena, ese tipo que en cada historia construye mundos sólidos de una manera que pocos otros dibujantes argentinos pueden hacer. Lo que en otros autores podría ser meramente una reconstrucción de la historia, mero vehículo delo contado por Mazzitelli (y eso seguiría dando un resultado interesante, aclaremos) en manos de Alcatena adquiere verosimilitud de leyenda contada, de mundo desplegado. Un poco como lo que lograba Barry Windsor Smith en sus primeros Conan o Russ Manning –al que refieren explícitamente en el prólogo los autores, especialmente en su trabajo con Brothers of the Spear, serie de la Dell que hay que rescatar del olvido – en sus obras en las que el universo dibujado termina siendo crucial para entenderlo como relato mítico, como fantasía que se sostiene por su propio peso.

De más está decir que lean Panteras. Cualquier buen amante de la fantasía lo va a disfrutar en grado superlativo.

Espadas Salvajes nº 1 (2018)

Autores: Varios

Edita: Suseya, Madrid, 2018

De nuevo aviso: estoy participando con un cuento aquí. Asi que la reseña –como siempre que reseño algo donde participo o hay alguna relación amistosa con el autor – lo aviso para que se evalúe a la hora de creer mi reseña.

Esta vez, la culpa de todo fue el hecho que la obra literaria de Robert Howard quedó en la Union Europea en dominio público. Eso implicaba que cualquiera puede escribir sobre sus personajes sin quebrantar la ley. Si tenemos en cuenta que en esos personajes tenemos a Conan, King Kull, Salomon Kane y demás héroes aventureros, esto daba pie para el entusiasmo de muchos autores. Por ejemplo los que participaban (mos) en un grupo de Facebook de aficionados a la literatura pulp. Rápidamente salió la idea de hacer una revista donde se escribieran historias de los diferentes personajes de Howard. Pastiches si se quiere. Que es un género que cada vez se ve con más frecuencia (y que no quiere decir que el material sea inferior al original, que ahí tenemos versiones muy interesantes de personajes clásicos hechas por otros autores). Este es el resultado de esta idea.

En primer lugar, la principal crítica que uno puede hacer es que casi todos no pudieron resistirse a escribir historias sobre los personajes más conocidos de Howard: Conan y Kull. De los siete relatos, solo dos (el mío, dedicado a Steve Costigan, el marinero boxeador de Howard y “el aliento de la muerte” de Andrés Diaz Sanchez, que, sin embargo está ambientado en un momento crucial en la biografía del guerrero cimerio, aunque este hace solo un cameo al final) no los usan. Pero, vamos, era de esperar que, ante la posibilidad de jugar con el juguete soñado, la mayoría fuera a por él. Vamos que esto es para disfrutarlo.

Pero fuera de eso el contenido de la revista es parejamente sólido con historias que bien podrían haber sido del canon de los personajes howardianos sin inconvenientes. Sólidas, efectivas, bien hechas, que se leen bien. Lo que toda buena revista de relatos de aventuras debe hacer. Además hay un artículo sobre el paso de Conan por otros medios que es sucinto pero bien investigado.

En síntesis, yo creo que es un buen primer paso. Si les gusta Howard, sus personajes, la aventura y la fantasía épica, vale la pena conseguírselo. Y a esperar números con mas historias (y esperemos que con mas personajes).

Sexton Blake en Sudamérica (Sexton Blake in South America, 1922)

Autor: ¿?

Edita: Edicones Ignotas, Buenos Aires, 2018

Hace muuuchos años, el Centro Editor de America Latina (esa editorial que sacaba libros buenos bonitos y baratos) había sacado uno de los primeros estudios sobre el folletín y la literatura popular hecho en Argentina. Lo interesante era que, en la tapa aparecía un afiche de esta novela, que nos decía que Sexton Blake (esa versión serie B de Sherlock Holmes que se vendió desde Inglaterra por el mundo durante décadas) llegaba a nuestro país para cazar dinosaurios. Obviamente, para todos aquellos que leìmos ese libro la curiosidad por leer el relato original quedaba pegada en nuestra cabeza. Claro, encontrarlo era una tarea cuasi imposible, porque desde su publicación, el relato nunca había vuelto a salir.

Y entonces, aparece nuestro amigo (Y colaborador del blog) Mariano Buscaglia.

Quien, entre otras cosas, es el editor de su propio pequeño sello editorial, Ediciones Ignotas, dedicado a rescatar libros perdidos en el tiempo. Material difícil pero que vale la pena rescatar para gente de gustos psicotrónicos. Como servidor. O los lectores de este blog.

Así que, tras hallar la edición argentina original de esta historia (en la revista Pucky de 1922) decidió editarla como edición fascimilar, acompañada por un artículo de Pepe Muñoz, detallando la importancia del personaje y el origen de la historia (que se basó en las noticias sobre el avistamiento de un monstruo prehistórico en los lagos del Sur, que daría pie a nuestra leyenda del Nahuelito ). Y nos entregó este relato para que los aficionados a la literatura de derribo pudiéramos disfrutar.

¡Y cómo!

La novela tiene todo lo que uno puede esperar de este tipo de material: plantaciones de coca en los bosques de Chubut (evidenciando un desconocimiento de la geografía fastuosa: la coca no se planta ahí y si algo caracteriza a la provincia patagónica de Chubut es tener kilómetros y kilómetros de terreno llano y semi arido, apenas variado por algún arbusto); pigmeos nativos; troncos que se deslizan por los ríos de la Patagonia, cruzando los Andes (sospecho que burlando la ley de la gravedad porque no veo como ríos que nacen del lado del Atlantico puedan terminar en el Pacifico); hombres misteriosos manejando una fábrica de merca en medio de la nada y siendo temidos por la región; zulúes disparando ametralladoras en cuevas; el uso de las boleadoras como arma mortal; y como broche de oro, un plesiosaurio de color rojo vivo y coleando. Todo esto en una historia de ritmo frenético (que puede resumirse asi: hay rumores que hay un dinosaurio en la Patagonia y además hay un muerto en Londres relacionado con el tráfico de cocaína y Sexton Blake va a investigar ambas cosas) donde pasa de todo. Desde ya no esperen cosas personajes tridimensionales o pretensiones de realismo, que saldrán defraudados. Todo es gozo puro y duro de la literatura pensada para desechar sin perdurar.

Si usted es uno de los que le gusta este tipo de material, no lo dude mas: vaya a la pagina de Ediciones Ignotas y solicite su ejemplar. Se lo recomendamos totalmente.

Juan Buscamares

Autor: Felix Vega (guión y dibujos)

Edita: Planeta, Santiago de Chile, 2017

En un mundo donde los océanos se han secado y el agua es un elemento absolutamente vital, Juan el Buscamares recorre con su camión los antiguos fondos marinos. Al toparse con Aurora, una mujer que cambia su cuerpo por agua, Juan empieza una travesía que lo cruza con fanáticos religiosos, facciones en guerra y nomadas en zeppelines y que lo lleva en busca de un viaje místico que deviene en la vuelta del agua y el reencuentro con su vida pasada, una donde se implica el Tahuantisuyo (Imperio Inca para los amigos) y sus sacrificios de niños en las montañas.

Con esta obra (publicada originalmente en cuatro volúmenes y recopiladas en este integral) el chileno Félix Vega logró entrar en el mercado del comic francés. Un mercado al que el autor encaja como anillo al dedo, tanto por el guión (una fantasía post apocalíptica que bien podrían haber firmado Jodorowsky y Moebius) como por su estilo de dibujo (con una influencia de Manara Y Bourgeon en sus figuras y fondos). Igual es interesante ver como evoluciona el trazo en cada tomo, llegando a una estilización progresiva al final.

Si les gusta la ciencia ficción y fantasía europea y la narración de los albums de “Bande desineé” clásicos, Juan Buscamares es una gran opción. Bien dibujado, bien escrito, hecho con solidez, es un trabajo encomiable en el estilo. Uno que pone a Vega dentro de los grandes de la historieta chilena.

Colección Patoruzú vol. 1 y 2

Autor: Dante Quinterno

Edita: Assisi, Buenos Aires, 2017

El rescate de material clásico en la historieta argentina es algo normalmente impensable. Incluso hoy día, con el formato del libro bastante instalado en la producción editorial de historieta, encontrar reediciones de historietas antiguas es improbable. Por ende, la tan cacareada tradición de la historieta argentina es algo que se toca de oídas y que- si hay suerte- no pasa de la reedición de las cosas hechas por Oesterheld en Hora Cero. Más allá de 1957, ver reeditado alguna historieta hecha en Argentina es algo casi mítico (aclaremos: reediciones post 1957 tampoco es que haya tantas)

Que eso pasara con un personaje de la importancia de Patoruzú era algo sencillamente frustrante. El 95% de todos aquellos que hemos leído sus aventuras, lo hacíamos de la mano de las historias en formato apaisado que reeditaron una y otra vez aventuras hechas normalmente hechas en las décadas entre 1950 y 1970, donde el indio ya no tenía input de su creador, Dante Quinterno, sino que era realizada por los autores de su estudio. Muy pocos habíamos visto el trabajo de Quinterno como autor de historietas, trabajo que le había dado fama y el ímpetu para después seguir como editor. Una deuda que estos dos libros vienen a suplir, al reeditar en orden cronológico las historietas de Patoruzu publicadas originalmente en los diarios de la década de 1930 (y que después el propio Quinterno reeditaría en su propia revista Patoruzu). Gracias al excelente trabajo de restauración de Pablo Sapia, hoy podemos darnos el gusto de leer las bases que permitieron crear a uno de los íconos argentinos del siglo XX

Pero, más allá del rescate arqueológico ¿la historieta está buena? ¿Ha soportado el paso del tiempo o es un artefacto infumable para un lector contemporáneo? La respuesta es un resonante sí. El Patoruzu de Quinterno está lleno de acción, con personajes bien definidos, diálogos bien trabajados, con un equilibro entre la comedia y la aventura muy bien llevado y con un manejo del suspenso (necesario en una tira que continuaba día a dia) muy bien logrado. La influencia del Mickey Mouse de Floyd Gottfredson está bastante clara en el estilo de dibujo de Quinterno (fluido, ágil, que se presta muy fácilmente para adaptarse al dibujo animado) así como en el manejo de la acción y del cliffhanger. Comparado con muchos de sus contemporáneos, quinterno es un autor moderno, uno que no se corta un pelo a la hora de cambiar los puntos de vistas de la viñeta, de darle agilidad al encuadre, de evitar el punto de vista único, ese de “cámara fija” que lastra a varios de sus contemporáneos. También su ambientación habla de situaciones contemporáneas (los veraneos de mar del Plata, cuando esto era algo solo para gente con plata; la etiqueta social de la aristocracia, el futbol cunando ya empieza a sr deporte de masas, la representación de varios personajes típicos de la sociedad en esos años, etc). Aclaremos eso sí que, si usted es políticamente correcto, raje inmediatamente: no solo hay muchos estereotipos, sino que son estereotipos cargados de su buena dosis de xenofobia y racismo (los judíos son avaros, los negros son ignorantes y supersticiosos, los gitanos son ladrones, etc). Acepten la historia con esos puntos, resultado de que Quinterno era un conservador en lo político (en las páginas de la revista públicamente llega a apoyar a Manuel Fresco, uno de esos gobernadores de la provincia de Buenos Aires que se ganó fama por lo corrupto durante la Década infame de Argentina), si quieren disfrutar las historias.

Quiero volver a destacar el trabajo de Pablo Sapia como restaurador de la serie. Además de hacer un trabajo casi detectivesco para poder armar en orden cronológico la serie, contextualiza la publicación de ambos libros con dedicación. Con este y su recopilacion de Pi-Pio, Sapia tiene bien ganado su lugar como restaurador de antiguos materiales de historieta argentina.

Hay prometidos dos tomos más de esta serie. Ojala se venda lo suficiente y podamos seguid disfrutando de este clásico de la historieta argentina.

UPDATE: El propio Pablo Sapia hace una acotación muy válida sobre mi reseña en Facebook. No quiero dejar de ponerla aqui:

Linda nota… Una pequeña aclaración sobre los estereotipos. Más allá de lo que señalás del personaje judio, el negro, el gitano, etc… tenemos que tener en cuenta que A) trabajar con estereotipos era la metodológía de la época (Quinterno toma el molde Disney de esa misma época, similar) y B) Los estereotipos valen para todos los personajes: El villano mayor es el hotelero francés (¿se lo puede acusar de galicofobia por eso?) Isidoro es el estereotipo del porteño vividor y chanta capaz de vender a la madre por dinero (¿hay que acusarlo de antiporteñismo?) Patoruzú mismo, en sus inicios era el estereotipo del paisano que llega de provincias a la gran ciudad ¿Era antipaisano, entonces? Yo creo que no, si no sus personajes no hubieran sido populares como fueron. Tampoco olvidemos que estas historias fueron escritas antes de los pogroms y de los campos de concentración. Naturalmente que respiran el aire de época de la década infame y del caldo de cultivo que desencadenó la segunda guerra mundial. Por eso creo que hay que leerlas en su contexto histórico y hacer una nueva lectura con la perspectiva adecuada y dejar atrás la visión de Steimberg, que es la única referencia sobre este material hasta ahora y que es citada desde Trillo y Saccomanno hasta Gociol y, al disponer de la lectura original, sacar nuevas conclusiones (el análisis de Steimberg es muy anticuado y simplista a esta altura). ¡¡¡Abrazo y gracias por la reseña!!!

Comparto plenamente su posicion (y hago mea culpa por no dejarlo mas claro en la reseña): lo que hoy percibimos hoy como racismo y xenofobia en esos años era una situación normal. Quinterno no era un tipo considerado racista en el promedio de la sociedad. Que hoy nuestra sensibilidad haya cambiado no deberia ser óbice para leer esta obra y disfutarla como el clásico que es (nadie discute, por poner una comparación, «La Bolsa» de Julián Martel como un clásico de la literatura argenitna de fin de siglo XIX, pese a tener unos tintes de antisemitismo absolutamente recargados, mucho mas que el retrato amable que hace Quinterno). Ahi dejo la aclaración… Esperemos que la aclaración no oscurezca =)