Las Minas del Rey Salomon (King Solomon’s Mines, 1885)

minas la nacion

Autor: Henry Rider Haggard

Colección: Biblioteca de “La Nación”

Edita: La Nación, Buenos Aires, 1909

A veces es bueno volver a los clásicos. Siquiera para ver si, eso que te entusiasmó años atrás sigue siendo así cuando uno es ya más grande, más viejo, más desgastado por las lecturas y más cínico. A veces, como pasó con la revisión de Bomba el niño de la selva, uno se defrauda. Otras, como pasó con las novelas de Salgari, en general, uno sale reconfortado.

Entonces – aprovechando que rescaté de la casa de mi madre en mi viaje a Buenos Aires de hace unos meses una antigua edición argentina de esta novela- me sumergí en ella. ¿Sería tan buena como recordaba y como todo el mundo ha alabado en tanto tiempo? ¿Merece el título de clásico de novela de aventuras?

La respuesta es un rotundo SÍ.

Resumo muy brevemente de qué va la novela para aquellas personas que todavía no la han leído (¿qué esperan?): Allan Quatermain, veterano cazador y guía del África del Sur del siglo XIX, recibe una oferta de parte de sir Henry Curtis para encontrar a su hermano, perdido en la búsqueda de las famosas minas del rey Salomón, que estarían tras un desierto. Ambos, junto al capitán Good (un personaje del o más pintoresco, que da algunos del os momentos más divertidos de la historia) y el misterioso porteador negro Umbopa, llegan a un valle alejado donde un poderoso reino tribal está al borde de la rebelión por su temido y odiado rey. Solo falta un pretendiente perdido al torno que resulta que es… nah, vayan y léanlo. No jodan. Hay miles de versiones  y está además en dominio público, así que se puede descargar sin problemas ni culpa.

Uno sabe que está leyendo algo bueno cuando las páginas pasan y pasan y uno no hace el amague de cerrar el libro. Que fue lo que me pasó acá. Todo lo que pasa, cada trampa, cada intriga, cada vuelta de la historia, está engarzado a la perfección y con credibilidad. Y todos y cada uno de los personajes están dotados de una personalidad propia, con destrezas y flaquezas. Allan Quaermain, por ejemplo , no es un héroe: tiene sus momentos de pacatería, no es especialmente valiente aunque se la juega cuando corresponde, prefiere usar la cabeza antes que los puños y tiene claro que su principal objetivo es hacer dinero para que su hijo estudie. Es un buen tipo pero no es perfecto ni lo pretende. Incluso por el lado de los malos de la película, uno entiende sus motivaciones, todo lo reprensibles que puedan ser.

Una cosa que han acusado a Rider Haggard es su racismo. Un cargo que me parece injusto porque con solo leer el retrato que hace de Umbopa/Ignosi en la novela uno se da cuenta que hay muchas matizaciones allí. Sí, hay algo de ese racismo paternalista tan victoriano, para que negarlo. Pero está claro que Rider Haggard tiene respeto por esa civilización y no hay un desprecio abierto ante ellos.

Antes de irme , un comentario sobre la edición hecha por el diario La Nación de Buenos Aires que estoy leyendo: no se puede creer lo cuidada lo sólida y bien hecha que está. Mas allá del amarilleo de las páginas y de una tipografía que se evidencia arcaica, ojala los libros (el objeto físico aclaro) se produjeran con tanto cuidado en una edición que evidentemente venía pensada para un público popular. Un aplauso.

Obviamente no lo duden. Si nunca leyeron este libro, háganlo. No se van a arrepentir

Y los dejo con otra tapa de la misma novela, la que hizo Pablo Pereyra para la colección Robin Hood  allá por la década de 1950

las minas del rey salomon

 

 

 

1 comentario en “Las Minas del Rey Salomon (King Solomon’s Mines, 1885)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.