El zorro que ríe (The Laughing Fox, 1940)

Autor: Frank Gruber

Colección: Biblioteca Oro nº 173

Edita: Molino Argentina, Buenos Aires, 1942

Johnny Fletcher y Sam Cragg son dos que viven de su habilidad para convencer a los demás que hacen bien en dejar su dinero en sus manos. Unos pícaros, vamos, listos para ganar dinero fácil (y perderlo igual de fácilmente). Johnny es el cerebro del grupo, capaz de convencer a un esquimal para que compre una nevera. Mientras Sam es su leal, forzudo y no demasiado brillante colega. Un par de tipos que andan bordeando el lado oscuro, sin pasarse a él.

Estaban sin un centavo en una pequeña ciudad, en medio de una gigantesca feria de venta de pieles de zorro cuando un tipo llevando un zorro les dijo que no tenía donde quedarse. Le ofrecieron su habitación de hotel y que fuera primero. Mala idea. Al llegar encontraron al tipo muerto de un balazo lo mismo que al zorro. Y a partir de ahí todo se complica aún mas, con jugadores de dados tramposos, millonarios de oscuros pasados, coristas devenidas en señoras de alta sociedad, dueñas de granjas de zorros muy enojadas y una misteriosa desaparición de un adolescente que lleva veinte años sin resolverse. Johhny y Sam van esquivando con astucia todo , desenredando una madeja compleja , con giros muy interesantes y volantazos inesperados. Creo que, si no fuera por el final, que no me termina de cerrar demasiado, diría que es un gran policial negro con ribetes humorísticos muy logrado. Definitivamente Johnny y Sam son una pareja carismática, que deberían ser mejor recordadas.

Otro que debería recordarse es el autor. Frank Gruber era uno de esos artesanos de la palabra con una larga carrera en los pulps, el cine y la televisión. Escribió de todos los géneros, de manera sólida , eficiente y con una chispa de estilo, aunque sus especialidades eran el policial y el western. Incluso escribió un libro sobre sus memorias en la jungla pulp, que ha sido una de las principales fuentes de primera mano para saber lo que era lidiar en esa fabrica de hamburguesas literarias que eran estas revistas durante la primera mitad del siglo XX. Si todas sus obras con como esta, nos encontramos con un tipo que sabe narrar y produce material bien escrito para el disfrute en el rato libre. Absolutamente recomendado.

Los hijos del diablo (More Little Monsters, 1973)

Autores: Varios (editan Roger Elwood y Vic Ghidalia)

Colección: Libro Ameno nº 18

Edita: Bruguera, Barcelona , 1977)

Durante la década de 1970, las antologías de relatos de ciencia ficción y fantasía brotaban como hongos, dando a muchos una prueba de muchos autores que raramente aparecían recopilados en las editoriales. El rey de las antologías en esos años era Roger Elwood, un tipo que de hecho ha sido criticado por crear antologías como salchichas, despreocupándose de la calidad del material recopilado. Para muchos fue justamente este trabajo a diestra y siniestra que perpetró el responsable de la destrucción por saturación del libro de antología.

Aprovechando que tenemos una de sus antologías veamos si esto es asi o no.

Específicamente, esta antología se centra en relatos con niños que se relacionan con elementos fantásticos y/o paranormales como ejes del relato. Fantasmitas, brujitas, criaturitas con poderes especiales y asi. Pero vayamos uno por uno

“Dulces para esa dulzura” (sweets to the sweet) de Robert Bloch es un relato sobre una pequeña que parece saber de vudú. Breve y algo predecible.

“La Muñeca que lo hace todo” (The Doll that does everything) de Richard Matheson podría ser un guion de los que escribía para la Dimensión Desconocida, una pequeña fábula moral (esa vez sobre los padres que no se resignan a atender a sus hijos y prefieren que haya ora cosa que los distraiga) con final repentino y trágico.

“¿Amigas?” (Friends?) de Roberta Ghidalia habla de la relación obsesiva y casi parasitaria entre una niña y su gata… porque es gata, no?

“Juego del crepúsculo” (Twillight Play) de August Derleth convierte al juego entre dos niños en un descampado en algo mas temible, sobre todo porque uno no es lo que parece.

“El sombrio tercer piso” (The Shadowy third) de Ellen Glasgow se aparta estilísticamente de los relatos hasta el momento (todos relatos breves, y bastante directos) para llevarnos al relato de fantasmas que hacía furor entre 1880 y 1920, con historias cargadas de clima donde todo esta en la sugerencia. Aquí una enfermera debe cuidar a la esposa de un reputado médico, que parece haber enloquecido tras perder a su hija. Y sin embargo, de a poco se va metiendo en una trama mas turbia… en la que además va apareciendo de la nada la niña que todo el mundo dice que murió.

“La transferencia” (The transfer) de Algernon Blackwood, si bien tiene un niño clave en el climax de la historia, en realidad es un magnifico relato de vampiros psíquicos, con un hombre que puede absorber la voluntad encontrándose en una lucha con un lugar al que le pasa algo similar. Una premisa rara que se soluciona de una manera excelente

“Un futuro color de rosa para Roderick” (a Rosy future for Roderick) de Nelson Bond es una historia contada en clave humorística (con un humor medio mala leche) sobre un irritante pendejo sabelotodo que además resulta ser un mutante con un intelecto mega hiper archi dotado. Si uno piensa seriamente en el final, mas allá del tono gracioso que Bond le impone, la crueldad con la que se resuelve todo es de aquellas. Absolutamente dentro de la incorrección política.

“Brenda” de Margaret St. Claire es una historia de zombies. Y de llegada a la adolescencia. Asi, too a la vez. Extraña sobre todo.

“Mister George” de Stephen Grendon (un seudónimo de Derleth, quien se repite el plato) trata sobre una niña, su padrastro/fantasma/angel de la guarda y sus tíos abusivos. En un punto es un cuento de hadas moderno, con los culpables castigados cruelmente, los inocentes recompensados y un happpy ending. Muy solido. Seria una gran película del genero terrorífico.

“La brujita de la calle Elm” (The Little witch of Elm Street) de Mildred Clingerman es otro elato liviano sobre dos hermanitas, una mayor, simpática y muy inteligente y su hermanita menor, un terremoto viviente que parece poseída por el diablo… Que es lo que sospecha su hermana. Lo mejor de la historia es como nos encariñamos con la hermana mayor, una dulzura de niña.

“Jimmy” de Lester del Rey es, con mucho, el relato mas interesante de la antología. Una historia sobre la perdida de la bondad y la humanidad mientras crecemos. Lo que parece al principio el desvarío de una señora loca se convierte de a poco en la aparición de un fantasma… de alguien que no ha muerto. Todo de a mano de un protagonista que lentamente se va desenmascarando como un ser egoísta y aprovechador. Brillante.

“El hada de los dientes” (The tooth Fairy) de Harvey Jacobs es breve, cruel y de una maldad genial. Podría haber sido un Cuento de la Cripta, una de esas fabulas morales perversas sobre la avaricia humana.

Finalmente, “Robbie, David y el pequeño Dahl” (Robbie and David and Little Dahl) de W. Macfarlane es el único relato ubicado claramente dentro ciencia ficción de la antología. En un mundo de fanatismo religioso, un niño va sobreviviendo cambiando identidades. NO me enloquecio la verdad.

En síntesis, la antología esta buena, con un promedio bastante razonable. NO quiero opinar si esta es una excepción o la regla, pero en lo personal no me podría quejar de lo que los señores Elwood y Ghidalia eligieron poner dentro de este tomito. Se deja leer mas que bien.

Justicia a tiros

Autor: TexTaylor (seudónimo de Mario Calero mentejano)

Colección: Bisonte nro. 120

Edita. Bruguera Argentina, Buenos Aires, 1957

 

Glenn Kirk Llego a Nogales y se encontró con una guerra entre dos pandillas. Y aparentemente es un pistolero listo para venderse al mejor postor. Pero en realidad tiene el objetivo de deshacerse de ambos y restablecer la ley y el orden en la ciudad. Y lo hace, a tiro limpio, como dice el título. En el medio peleas, un romance con una chica del lugar del que queda prendado, una femme fatale que termina llevando a cabo una escena de tortura muy sádica para la época, un rescate de serial cinematográfico y mucha gente que cae muerta por los disparos de nuestro protagonista. Mucha. Parece un eurowestern desaforado

Del autor ya habíamos reseñado otra novela suya en el blog y mantiene el tono de acción sin parar a costa del argumento. Un buen western serie B para leer sin culpa. Hamburguesa literaria con sabor del Oeste.

El fanfarrón (1948)

Autor: “Alan Richmond” (seudónimo de ¿?)

Colección: Bisonte nº 11

Edita: Bruguera, Barcelona, 1948

Década de 1920. Larry Carver es un exitoso y osado periodista en Chicago, que hace lo que sea por la noticia, como descolgarse por el exterior de un rascacielos para entrevistar a un capo mafia escondido. También es un fanfarrón de cuidado. Como por culpa de ese reportaje se la tienen jurada, decide hacer mutis por el foro y dirigirse a un pueblito olvidado del Oeste. Ahí se encuentra que el dueño de la taberna es además literalmente dueño de la zona, sheriff inclusive; que hay una chica hermosa que le atrapa el corazón; y que la casualidad lo lleva a tener por herencia la clave para poder derribar al malévolo dueño de la zona. Pero además se topa conque el mafioso que lo persigue es (casualidad de casualidades!) el proveedor del dueño de la taberna… y justo anda por ahí escapando de problemas.

Esta es una de las primeras novelas de bolsillo (bolsilibros para los amigos) del género western que Editorial Bruguera lanzará al mercado en la España de Franco. Demás está decir que esta será una de las colecciones claves del género en la literatura de quiosco por varias décadas, tanto en España como Hispanoamérica.

Respecto a esta novela en particular, tiene algunas cosas que me llamaron la atención. Por un lado que sea en un Oeste moderno (y que de hecho empiece como una de gangsters) me sorprendió. Por otro el nivel de violencia: no es solo que se disparen y se maten sino la facilidad con que lo hacen tanto malos como buenos. Tercero que la ayuda final venga de un mafioso “amigo” sin que sea un problema ético para el muchacho: es como para que para matar a Al Capone , el héroe pidiera la ayuda de Scarface y no tuviera ningún dilema moral. Y obviamente, o que juega ne  contra es las coincidencias: justo el héroe es el heredero del os pastos que solucionan todo el problema, justo es amigo del gobernador, justo se lleva bien con el mafioso rival del gangster que lo persigue. Muchos deux ex machina si me preguntan. Eso si, no esa mal escrito y se puede leer.

NO se quien se esconda detrás de “Alan Richmond” (¿alguna ayuda por ahí?) pero digamos que, si esta novela es representativa, nos hallamos ante uno de los miles de escritores de novelitas de a duro que no llaman mucho la atención. Una de vaqueros mas, en síntesis.

Mas Mundodisco para todos

Brujerías (Wyrd Sisters, 1988)

Colección: Mundodisco 6

Edita: Martinez Roca, 1992

PIrómides (Pyramids, 1989)

Colección: Mundodisco 7

Edita: Martinez Roca, 1992

¡Guardias! ¿Guardias? (Guards! Guards?, 1989)

Colección: Mundodisco 8

Edita: Martinez Roca, 1992

Autor: Terry Pratchett

Venía remolón, dándome vueltas a la hora de escribir sobre las últimas novelas de Mundodisco que he leído. A veces es así, me da vagancia escribir sobre algo y lo voy estirando. Pero, ojo, no porque la serie decaiga. Por el contrario, a esta altura, Pratchett ya le encontró el tono definitivo a la serie y aquí nos presenta a tres historias fabulosas. Y sobre todo, muy graciosas.

En Brujerías, Pratchett va a agarrar el argumento de Macbeth de Shakespeare y convertirlo en comedia. Para eso va a usar a Yaya Ceravieja (a la que ya vimos en Ritos Iguales) junto a dos de sus compañeras, teniendo que enfrentarse a desgano a un rey usurpador y asesino del rey legítimo, que las quiere inculpar de sus problemas. Además hay un heredero justiciero, un reino enojado, una esposa que azuza al usurpador y unos actores de teatro. Sí, todo muy shakesperiano… hasta que uno lo lee. Porque esto es una farsa de tomo y lomo, con brujas enojonas y provincianas, fantasmas que no quieren serlo, príncipes que no tienen ni idea, tiranos idiotas, y saltos temporales locales. Y Yaya Ceravieja – que en la novela anterior estaba esbozada – acá deviene una fuerza de la naturaleza hecha señora, una suerte de señora de su casa que no quiere saber nada de moderneces, con cero sentidos del humor y un pragmatismo que corta boludos en cantidad. O sea el equivalente juvenil de tu tía abuela, esa que siempre sabe lo que hay que hacer aunque no tenga ni idea y no acepta un no por respuesta cuando decidió que ese es el camino correcto a seguir.

Pasando a Piromides, la parodia va hacia el Antiguo Egipto. Un lugar donde nunca pasa nada, donde todo siempre pasa exactamente igual, donde los faraones gobiernan y mueren para ser convertidos en momias que viven eternamente bajo las pirámides… les guste o no. Y donde le poder energético de las pirámides es real. Tanto que si se hace un poco demasiado grande pues… tenemos problemas con la realidad. Sumemos a un joven faraón que estudió para ser asesino (en la escuela del Gremio de Asesinos de Ankh-Morpokh nada menos) devenido en justiciero nocturno contra su propio reinado, una familia de constructores de pirámides muy ambiciosos, un Sumo sacerdote con n oscuro secreto y un camello que es un verdadero genio de las matemáticas y tenemos los ingredientes para una novela que a mí me tuvo por momento riéndome a carcajadas.

Y en ¡Guardias! ¿Guardias? Conocemos a la Guardia Nocturna de Ankh Morpokh, una de las agencias de protección más inútiles e innecesarias de la historia. Que de repente se topan con una conspiración para que aparezca un dragón y con ello, conseguir un rey que lo elimine y así conseguir un nuevo gobernante en la ciudad… excepto que el dragón no quiere. Y es inteligente. Y jodido. Súmenle a una vieja solterona obsesionada con los dragones, la aparición rutilante del simiesco Bibliotecario de la escuela de magia (si leyeron alguna de las novelas anteriores ya lo van a conocer) y el gran rol del Patricio, gobernante de la ciudad, un tipo que hace que Batman parezca un novato a la hora de urdir planes sobre planes sobre planes. Si bien las tres con muy buenas novelas, esta es simplemente genial. Hay hasta chistes con Harry el Sucio, en una escena que hay que leer para creerla.

Lo vuelvo a decir: si no leyeron nunca alguna novela de Mundo disco no sé qué hacen acá. Vayan y consíganlas. Es perderse una de las mejores sagas de literatura de los últimos cincuenta años.

Es tarde para lágrimas (Pound of Flesh, 1953)

Autor: Simms Albert

Colección: Apasionada nº 3

Edita: Calypso, Buenos Aires, 1957

Una de las cosas interesantes que trae leer estos libros olvidados, esta literatura de derribo que es la base desde el inicio de este blog, es encontrar en ellas el trasfondo social e ideológico que trasuntan las novelas y ver cómo ha cambiado este en el tiempo. Sesenta años atrás, por ejemplo, publicar un libro que en el fondo se la pasa diciendo que las mujeres de carrera son trepadoras amorales que usan el sexo como arma de crecimiento personal a toda costa, aunque en el fondo lo que quieren es un tipo que la ame para sentar cabeza, no era un problema. Obviamente un libro así hoy día no sería aceptable excepto en círculos absolutamente misóginos, pero en aquellos años no parecía ser inconveniente, al menos a la hora de publicarse como literatura popular. No es muy difícil hacer la inferencia que esto era posible porque este tipo de pensamiento tenía mucho más apoyo entonces que ahora. Lo cual, en lo personal, se agradece.

Yendo a lo estrictamente literario, el libro es una de esas novelas de posguerra que aúna erotismo suave (que hoy no escandalizaría a nadie pero era “risque” en esos años, otra diferencia social) con una trama criminal que siempre termina con la mujer siendo culpable. Escrito eficientemente, para pasar el rato, sin nada muy delirante pero tampoco nada demasiado brillante. Una hamburguesa literaria más. Y una ni siquiera muy apetecible. De su autor no he descubierto nada en Internet, así que sospecho que o es un seudónimo o es alguien que no tuvo una carrera muy larga.

Como claramente esta reseña no los motiva demasiado a salir a buscar el libro en librerías de viejo, hagamos un resumen de la trama para ahorrarles el proceso. Kitty Sanders trabaja en una agencia de publicidad a la que llego usando sus dos talentos principales, el izquierdo y el derecho. Es la amante del jefe hasta que a este le da un ataque al corazón llegando a su casa. Kitty para evitar el escandalo lo sube a su auto y lo deja allí, aparentando que allí tuvo el ataque. Pero necesita conseguir un trabajo nuevo. Y se contacta con Moose Willard, el dueño de una empresa, hombre hecho a si mismo y un hijo de puta tiempo completo. El tipo no tiene problema en contratarla en su departamento de publicidad, con la cláusula extra que le toca ser su amante. Y kitty se vuelve su posesión. Le guste o no. Incluso aunque conoce a otro publicitario que la deja loca. Y el resto de la historia tenemos a Kitty debatiéndose en ser la amante de un tipo hijo de puta o seguir al amor y quedarse sin ni un peso. Y, como es materialista y codiciosa, no hace LO CORRECTO: casarse y ser ama de casa de su amorsh. En el medio termina liada con el cuñado del jefe, que también trabaja en el departamento de publicidad, un tipo alcohólico y débil que nunca se ha enfrentado a su jefe pero que es buena gente. Y todo termina mal cuando el jefe descubre a su cuñado y su amante mientras visitan a la esposa (y hermana) y reclama los derechos de pernada exclusiva boxeando salvajemente al cuñado. Para salvarlo, Kitty le pega un tiro y se escapa. Le pide ayuda al amor de su vida para escapar, pero él la entrega a la cana. Porque, en el fondo, una mujer así merece expiar sus culpas vieron. No que haya detenido a un tipo brutal de hacer mierda a otra persona.

Insisto, si van a meterse en este libro, háganlo con animo sociológico, para ver cuanto cambió la representación de la mujer en la cultura popular.

Antes de irme, dos datos extra: primero , las ilustraciones interiores son particularmente buenas, dibujadas por José Clemen, uno de los autores clásicos de la historieta argentina de mediados del siglo XX. Limpias, estilizadas, y con un toque sensual que no se ve seguido en estos libros. Segundo, el traductor es “Eduardo Golly” ¿Sería Eduardo Goligosky? No me asombraría.

Siguiendo a Utherd de Bebbanburg

Muerte de reyes (Death of Kings, 2011)

Uthred el Pagano (The Pagan Lord, 2013)

El trono vacante (The Empty Throne, 2014)

Guerreros de la tormenta (Warriors of the Storm, 2015)

Autor: Bernard Cornwell

Edita: Edhasa

Año y medio ya que escribí sobre los primeros cinco volúmenes de esta saga (que ya tiene adaptación televisiva – The Last Kingdom de nombre- de tres temporadas, cada una cubriendo 2 novelas, aunque la tercera se desvía bastante de las novelas 5 y 6). Me queda por ahora solo una novela en espera. Pero la saga sigue por historias muy sólidas, manteniendo esa mezcla de intriga política, ambientación histórica y combates salvajes muy bien descritos que la sigue haciendo absolutamente atrapante.

Digamos si, que el tomo seis, Muerte de reyes, es un buen cierre para la primera mitad de la historia. Muchas de las puntas desarrolladas hasta el momento van cayendo en ella. De entrada el rey Alfredo – ese tipo al que Uthred a la vez detesta y admira, ese astuto manipulador y estadista con visión- muere y con ellos se desata una sucesión y un ataque danés que se resuelve en una batalla donde la mayoría de los enemigos del reino de Wessex mueren – por supuesto porque Uthred sigue siendo un gran militar y se saca una victoria de la galera. El hijo de Alfredo se asegura el trono y lo que queda es la hija de Alfredo terminando de lidiar en Mercia con su marido por el poder ahí. Y con Uthred herido malamente por una espada. La búsqueda por su curación ocupa el siguiente volumen, además de por fin verlo intentar tomar Bebbanburg (el señorío usurpado al que por derecho le toca a Uthred), aunque fracasa.

Lo interesante a partir de aquí es ver también el crecimiento de los hijos de Uthred, que empiezan a tomar protagonismo: el mayor –para espanto del padre- se hace monje (aunque el tiempo lo va a demostrar tan astuto como el padre), el segundo se convierte en la mano derecha de Uthred y la hija – más adelante- se volverá una pagana, terca y sin pelos en la lengua que se casa con un jefe danés y es el orgullo de papá. Y mientras Uthred se vuelve el amante y brazo militar de la hija de Alfredo, consiguiéndole –en una jugada brillante que hay que leerla para creerla- el torno de Mercia. Y ahí lo dejamos a Uthred, más viejo pero igual de zorro, en esa pelea entre sajones y daneses en las que se mueve tan astuta como ambiguamente.

Y lo vuelvo a decir: Cornwell escribe muy bien. Si les gustan las historias históricas y/o son viudas de Juego de Tronos, vayan a por esta saga, que la van a disfrutar muchísimo. Como me pasa a mí.

El vampiro y otros cuentos de horror y misterio

Autor: Victor Juan Guillot

Colección: Los Exhumados nº3

Edita: Ignotas, San Andrés, 2016

La crítica literaria es caprichosa, sobre todo en lo que respecta a la permanencia en el tiempo de un autor. Que una creación sobreviva en el tiempo no tiene muchas veces que ver con la calidad sino con factores externos. De maneras misteriosas, la crítica pasa por alto a narradores que bien merecerían el reconocimiento. Después ya solo queda la autosatisfacción del iniciado en los misterios de la Facultad de Letras y del consenso literario para terminar de olvidar obras que bien podrían valer la pena, pero que terminan en manos de outsiders que hablan de estos libros en blogs, fanzines o similares lugares a que están fuera del campo (como diría Bourdieu). A lo mejor como este blog, que se mete con esa gente olvidada. A lo mejor como tipos como Mariano Buscaglia que edita libros que se salen del canon. Su colección Los exhumados justamente nos hace ese favor. Por eso merecen reseña aquí.

Y, si me preguntan, creo que el mayor rescate que ha hecho Mariano es con Victor Juan Guillot

Si por algo es recordado Guillot es por su participación como político radical en el escándalo de las tierras del Palomar, uno de los casos de corrupción más mentados durante la Decada de 1930 (conocida también como la Década Infame) en Argentina. Guillot terminó suicidándose ante las acusaciones que lo tenían como metido en las coimas. Tal vez eso haya sido lo que determinó su olvido como literato. O no. Pero que se lo olvidó se lo olvidó. Lo cual no debería ser asi.

Como bien demuestra este libro de relatos cortos, Guillot es un gran cuentista, a la par con tipos como Horacio Quiroga en su manejo no solo del fantástico sino en la creación del elemento macabro –a veces fantástico a veces no- en la cotidianeidad. El mundo de Guillot combina –al igual que Quiroga- la descripción cotidiana (sobre todo en el campo argentino de esos años) con ese algo raro o fuera de lo esperable que nos deja una puerta abierta ante las dimensiones desconocidas de nuestra vida. Una prosa tersa, ágil y al punto, a veces afectada por cierto lenguaje modernista, otras por un cierto humor macabro tongue –in – cheek  (pienso en “El alma en el pozo” el relato largo con el que termina el volumen). A veces ni siquiera el horror es un recurso fantástico: “El vado” es completamente realista y a la vez uno de las historias más terribles del libro.

Como es que nadie rescatara previamente la obra de Guillot, me deja simplemente entre anonadado y enojado con los guardianes del Conocimiento de la Literatura Argentina. No sé qué miércoles hacen, si un tipo de este nivel es olvidado.

Les urjo a comprarse este libro. Van a encontrar un narrador fabuloso de historias (de misterio y horror), uno de esos tipos a rescatar. Libros como estos son los que le dan sentido al blog.

Dos Libros de Oro de Cinefania dos

Libro de oro de Cinefania: Weird Western

Editor: Dario Lavia

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2015

Libro de oro Cinefania: Shock TV

Editores: Dairo Lavia Y Juan Carlos Moyano

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2016

Lo reconozco: adoro las enciclopedias de cultura pop excesivas, esas que exprimen un tópico hasta el fondo, que no dejan una piedra sin revolver y que, si algo se les pasó, fue porque en serio no lo vieron, y que, si tienen la opción agregaran la opción en una segunda edición. Si encima es de un tópico poco explorado, mejor.

Por eso amo estos libros de oro. Dario Lavia hace en ambos ese trabajo de dar información de un montón de material que se sabe poco y nada. Una cantidad de películas y series televisivas de las que sabemos poco y nada, que han caído en el olvido (y hasta en la desaparición física) No me puedo imaginar la cantidad de trabajo que ambos libros deben haber llevado en términos de investigación y redacción (incluso cuando no todas las reseñas son de Lavia sino que hay un grupo de gente detrás escribiendo las entradas). Pero que hay una cantidad enorme de tiempo detrás , la hay. Eso se los firmo.

Tal vez la menos asombrosa sea la del Weird Western, ya que ya hay obras dedicadas al subgénero (aunque creo que ninguna en castellano). Para el que no sepa que es, el “weird western” es el subgénero del western donde aparecen elementos extraños e inesperados en el. Normalmente se piensa en elementos de corte fantástico (vampiros, fantasmas, extraterrestres, armas futuristas, etc.) pero el tomo también agrega películas con elementos del thriller, el cine negro o hasta el género del espionaje (espías atómicos, psycho killers, asesinatos con toques de mafiosos, etc). Partiendo de una definición tan amplia, uno podría esperar que se obviaran algunas obras. Y no. El libro no habla solo de los filmes esperables en el subgénero (Billy the Kid vs. Dracula, The Pale Rider, Valey of the Gwangi, etc) sino que incursiona en material antiguo (el capítulo del material mudo es una delicia) y hasta en derivaciones del resto del mundo (Los irrompibles, El Charro de las Calaveras, las películas de Zagor, etc) y hasta en la versión argentina, el weird gaucho (con nazareno Cruz y el Lobo como mejor ejemplo, aunque no el único). Todo investigado exhaustivamente, de una forma tal que no creo que haya quedado mucho afuera.

Ahora si lo del weird western es demencial, palidece ante el Libro de oro de Shock TV, que hace algo que nunca nadie había hecho antes: un relevamiento de todo lo que se pasó en las pantallas televisivas de Argentina relacionado con os géneros del terror y el suspenso. Repito: TODO. Tanto series locales, como importadas, tanto telefilmes (nacionales o extranjeros) como ciclos de cine sobre el tema. Incluso en series donde el tema solo aparecía en un episodio o dos. Tratando de decir cuando se dio, a qué hora y en que canal. El que tenga levemente idea del paupérrimo estado del material de referencia sobre el tema en Argentina, sabe lo ciclópea que tiene que haber sido la tarea tras este libro. Referenciar todas las obras (argentinas y españolas) de ambos Narcisos (Ibañez Menta e Ibañez Serrador) ya es complejo. Poner toda la grilla de Cine de Super Accion o Viaje a lo Inesperado (ciclos claves con los que nos criamos todos los cinéfilos argentinos que pasamos de los 35) ya es jodido. Sumarle todo el otro material más oscuro, hablar de series locales de las que en un 90% no existen ni siquiera los videos, es una locura abrumadora. Y Lavia y Juan Carlos Moyano logran un producto más que digno. Posiblemente esto va a ser material de referencia para el futuro. Del que nadie que quiera investigar sobre la televisión argentina podrá zafar de referenciar.

¿Qué criticar? Si quieren el diseño, que es funcional pero poco vistoso. Pero eso es como quejarse de las teorías de Einstein porque no se sabía cortar el pelo: es algo absolutamente irrelevante.

Desde ya, si consiguen una copia de cualquiera de los dos (o de los otros Libros de Oro de Cinefania) no lo duden y gasten el dinero. Si quieren un material enciclopédico muy bien investigado no pueden fallar. Y, si no lo encuentran, siempre pueden ir a la página de Facebook del grupo Cineficción (revista que dirige Lavia y que deberían comprar si les gusta el cine fantástico) porque, en un acto de generosidad, Lavia sube los pdf de los libros de oro agotados para todos los que estén en el grupo. Yo leí de esa manera el libro de Oro de Héroes Pulp y les puedo asegurar que es igual de excesivo y brillante que estos dos. Háganme caso, ingresen al grupo que vale la pena. Y cómprense estos libros de oro.

Espadas Salvajes nº 1 (2018)

Autores: Varios

Edita: Suseya, Madrid, 2018

De nuevo aviso: estoy participando con un cuento aquí. Asi que la reseña –como siempre que reseño algo donde participo o hay alguna relación amistosa con el autor – lo aviso para que se evalúe a la hora de creer mi reseña.

Esta vez, la culpa de todo fue el hecho que la obra literaria de Robert Howard quedó en la Union Europea en dominio público. Eso implicaba que cualquiera puede escribir sobre sus personajes sin quebrantar la ley. Si tenemos en cuenta que en esos personajes tenemos a Conan, King Kull, Salomon Kane y demás héroes aventureros, esto daba pie para el entusiasmo de muchos autores. Por ejemplo los que participaban (mos) en un grupo de Facebook de aficionados a la literatura pulp. Rápidamente salió la idea de hacer una revista donde se escribieran historias de los diferentes personajes de Howard. Pastiches si se quiere. Que es un género que cada vez se ve con más frecuencia (y que no quiere decir que el material sea inferior al original, que ahí tenemos versiones muy interesantes de personajes clásicos hechas por otros autores). Este es el resultado de esta idea.

En primer lugar, la principal crítica que uno puede hacer es que casi todos no pudieron resistirse a escribir historias sobre los personajes más conocidos de Howard: Conan y Kull. De los siete relatos, solo dos (el mío, dedicado a Steve Costigan, el marinero boxeador de Howard y “el aliento de la muerte” de Andrés Diaz Sanchez, que, sin embargo está ambientado en un momento crucial en la biografía del guerrero cimerio, aunque este hace solo un cameo al final) no los usan. Pero, vamos, era de esperar que, ante la posibilidad de jugar con el juguete soñado, la mayoría fuera a por él. Vamos que esto es para disfrutarlo.

Pero fuera de eso el contenido de la revista es parejamente sólido con historias que bien podrían haber sido del canon de los personajes howardianos sin inconvenientes. Sólidas, efectivas, bien hechas, que se leen bien. Lo que toda buena revista de relatos de aventuras debe hacer. Además hay un artículo sobre el paso de Conan por otros medios que es sucinto pero bien investigado.

En síntesis, yo creo que es un buen primer paso. Si les gusta Howard, sus personajes, la aventura y la fantasía épica, vale la pena conseguírselo. Y a esperar números con mas historias (y esperemos que con mas personajes).