Magos de cuento chino

El mago (no) chino muerto en escena.

El shock de los espectadores fue tremendo. El gran Ching Ling Soo que tantas veces habia vencido a la muerte en el truco de las balas agonizaba en el escenario tomándose el pecho ensangrentado. Griteria y escandalo por todas partes, confusion, desmayos. Y todavia faltaba mas : el mago que solo  podia comunicarse mediante un experto interprete gritaba sus ultimas palabras. «Oh no! Something was wrong!». En ingles, con inconfundible acento de Brooklin. Noche inolvidable para el estupefacto publico londinense: El gran mago chino que podia vencer a la muerte no la habia vencido… y no era chino.Desastre total.

Este mago ‘chino» y su apabullante final no han sido olvidados y no dejan de inspirar extraños intentos de explicar los hechos. El lector amigo no tiene mas que buscar en you tube Who killed Chung Ling Soo?. Narrado por Boris Karloff en un episodio de su «Boris Karloff presenta», en la que nos cuenta una vez mas esta increible muerte asegurando que no fue de ningun modo accidental. Accidente fue el veredicto del jurado. Pero quedaron muchas dudas y sospechosos en el camino. Todavia hoy se sigue discutiendo la dudosa muerte de William Robinson, nativo de Brooklyn, Nueva York, quien figura en esta lista con todos los honores. Porque hizo de toda su vida un truco.  Logro hacer desaparecer a William Robinson, ignorado e insignificante, y traer en su lugar al exotico y fascinante Ching Ling Soo, el mago mas famoso del mundo.

La extraña historia comienza en Nueva York a principios del siglo veinte, cuando este pobre Will Robinson no lograba encontrar trabajo. No le faltaba talento, pero carecia por completo de la herramienta fundamental: una buena personalidad escénica. No lograba existir para el publico. No los entusiasmaba, cosechaba bostezos. Un critico cruel comento que Robinson podría hacer tediosa la misma resurrección de Lazaro. Agobiado por las deudas, estaba a punto de darse por vencido y aceptar trabajo de mozo. Solo una vez mas se presento como prestidigitador. Lo rechazaron. La oferta era para americanos, no para chinos. ¡Milagro! Se encendió la lamparita en la cabeza de Mr Robinson: «Creyeron que yo era chino… Esto me da una idea tremenda»

Asi, en Mayo de 1900, un hombre de ojos rutilantes, larga trenza y esplendido Kimono se alojo en el mas elegante hotel de la ciudad bajo el nombre del muy ilustre Chung Ling Soo. Lo acompañaba todo un grupo de saltimbanquis, volatineros, bailarinas chinas y una joven pequeña y delicada llamada Suce Seen ,asistente personal del gran mago. Pero cuyo verdadero nombre era Dot Robinson (esposa de William), tambien nacida en Brooklyn.

Veamos como lo cuenta Fulton Ousler en su articulo para Selecciones del Reader’s Digest de junio de 1947. «El misterio del hombre amarillo», pag. 73

«Los periodistas que fueron a entrevistarlo hallaron a Chung acuclillado en un nido de almohadones de seda bajo docenas de linternas de piel de pescado que colgaban de multicolores pértigas de bambú. Después de saludar a los visitantes con una lenta reverencia, prorrumpió en grandilocuente discurso que, según tradujo con solemnidad el interprete oficial, era la opinión del maestro sobre la rebelión de los boxers (a partir de entonces solo hablaria de problemas chinos o filosofía oriental). Los periodistas fueron invitados a un banquete con huevos añejos, raíces de lirios, ostras desecadas y demás comidas incomibles para un occidental y caras como ellas solas»

Mientras tanto su agente Ike Rosen sudaba tinta china rogando que toda esta puesta en escena tuviera éxito o quienes iban a tener que correr hasta la Muralla China serian ellos, perseguidos por los acreedores. Todo había costado un dineral. Esa noche, el histórico teatro Alhambra estaba repleto de bote en bote. Ike no dejaba de temblar entre bastidores. Si fracasaban…

Al parecer Buda les fue propicio

«Con paso arrogante avanzo hasta el centro del escenario una nueva y brillante personalidad, un hombre magnifico pintoresco y audaz, llenando todo de atractivo misterio. El publico embelesado veía surgir de sus manos amarillas hermosas flores hasta convertir el escenario en un jardín. Un prodigio tras otro. Y el mas impactante: sacar de un mínimo trocito de papel, tiras y mas tiras de brillantes colores hasta formar una bola enorme que lanzo al aire. La hizo estallar en una lluvia de confeti, mientras de todo aquel torbellino surgía la figura menudita de Suce Seen, que descendia como levìsima mariposa hasta caer en los brazos del gran mago. El teatro se deshacía en vivas y aplausos Entre bastidores, el aliviado Rose podía respirar: por fin ya podia derrumbarse. El éxito fue arrollador. Habia nacido una estrella que seria mundialmente famosa. Un truco perfecto. El torpe e insipido Robinson habia dejado de existir.»

A partir de entonces hasta el dia de su muerte, el falso chino se consagro a cultivar su nueva identidad. Cuidaba obsesivamente su maquillaje. Salia a la calle solo con ropas chinas. Concurría a las playas solo si podía exhibir su cuerpo teñido. Mantenia contraídos los musculos faciales para dar la impresión de pómulos salientes. Recorria el barrio chino tratando de memorizar gestos, movimientos y especialmente palabras (no podia contratar un profesor, claro). Aparecia «leyendo» libros y periódicos en chino. Hasta en su hogar con Dot utilizaba breves palabras chinas. Esto durante los siguientes veinte años. Habia creado un mago chino para consumo de occidentales que nunca habían visto uno salvo en los folletines o en las novelas de Fu Manchu. Es decir un chino al extremo. Mucho mas exótico que los de verdad. Supo ser tan novelesco como el publico exigia. Y pago el duro precio de no dejar de serlo un solo instante.

Es interesante ver como habian cambiado las cosas desde los tiempos de Robert Houdin. Este trataba de «civilizar» su magia para que no desentonara en la Francia moderna. En cambio Robinson se volvía lo mas exotico y novelero posible para un gran publico que buscaba evasión en los pulps y los periodicos dominicales. Cuando el Africa era la de Tarzan y la China la de Fu Manchu,  su exito fue espectacular. Y con el éxito no tardaron en llegar los enemigos.

Quien necesita un mago chino real ?

No sabemos… pero algunos había (no los mas exitosos ni recordados). Uno en especial cosecho bastante éxito y fortuna para despues regresar a su Shangai natal. Se llamaba Ching Ling Foo. Habia sido el modelo seguido por William Robinson en todo. Ropas, peinado, estilo, música de fondo, etc. Casi hasta en el nombre. ¿Despues de todo Ching Ling Foo ya había vuelto a China, correcto? Erróneo. Un dia ,Ching Ling Foo decidió volver a las tablas y comenzar sus presentaciones en Londres, ciudad que no conocia. Solo que también en Londres estaba William Robinson. El chino autentico venia a sorprender, pero la sorpresa se la llevo el

Por todas partes, enormes carteles multicolores anunciaban a Chung Ling Soo El mago heredero de los secretos de la Ciudad Prohibida y el Templo Celestial, bla bla. El chino de verdad pronto estaba que trinaba. ¡Un impostor! ¡Un vulgar impostor. ! Habia comenzado una celebre rivalidad. Ching Ling Foo es todavia uno de los sospechosos mas firmes de lo que pasó. Pero en ese momento no pudo hacer mas que cumplir su contrato. Su presentación era también grandiosa. Vestido solo con un breve taparrabos atravesaba el escenario en veloz carrera, en el centro daba una perfecta vuelta en el aire para caer de pie sosteniendo una enorme bola de cristal llena de agua salida de la nada, en la que nadaban peces de colores. Sin embargo la respuesta de Chung Ling Soo lo fue mas. Saco de la nada un brasero con llamas reales y de la columna de humo salia volando, gracil y delicada, su asistente Suce Seen. Exito aplastante. No importa lo que hiciera el mago real: el impostor lo superaba. El publico estaba de su lado. Los habia conquistado a todos.

PELIGRO WILL ROBINSON!

Decidido a poner las cosas en su lugar de una vez, el chino de verdad lanzo un desafío publico en el Weekly Despatch. «Yo, Ching Ling Foo, ofrezco mil libras para el fondo de leche si Chung Ling Soo puede ejecutar diez de mis trucos o yo no puedo hacer cualquiera de los suyos «

La fecha pactada fue el 7 de Enero de 1905. Sereno y confiado se presento Chung Ling Robinson después de recorrer en triunfo las calles de Londres sobre almohadones de seda carmesi y con dos acróbatas parados sobre las manos que protegían al mago con sombrillas de papel de arroz sostenidas con los dedos de los pies.

JAQUE?

Casi una hora esperaron. Todo el mundo estaba en vilo. De pronto, un muchacho llego jadeando con un mensaje del retador. «Antes de que este desafío se lleve a cabo, tú, Chung Ling Soo, debes probar ante nuestra embajada que eres de pura sangre china «

JAQUE MATE

Rapidamente, el neoyorkino demostró su astucia. Con su mas estentórea carcajada oriental exclamo: «¡Ching Foo ha salido corriendo!  No importa: ¡yo haré sus juegos y los mios y donare yo las mil libras al fondo de leche!»

¡Con que frenético aplauso se premio tan caballeresco gesto del impostor! ¡Y como rieron del autentico que inventaba cosas para no enfrentarlo! El pobre mago real opto por dejar Londres mientras Robinson quedaba en la cumbre de su gloria idolatrado por todos.

¿Venganza china?  Siempre quedo la duda. Algún enviado de Ching Ling Foo bien pudo sabotear el acto causando la muerte al odiado Robinson. Siempre juro vengarse del impostor. No solo por el. Para los chinos muy celosos de su cultura, la farsa de Robinson era imperdonable

¿CELOS MORTALES?

Esta es acaso la sospecha mas firme, enfocada tanto en el articulo de Selecciones  como en el episodio de Boris Karloff. En la cima de su fama y fortuna, Will Robinson pudo haber vivido feliz o al menos tranquilo, pero en todo paraiso aparece la tentacion. Esta vez fue una hermosa joven de USA llamada Stella, que devoraba al mago con sus miradas de admiración siempre en el mismo palco. Hasta que Robinson comenzó a enviarle ramos de rosas. Y una cosa trajo la otra. Intento mantenerlo en secreto pero el affaire fue tenido en cuenta por muchos testigos. Evidentemente su matrimonio con Dot ya se habia desgastado. Entonces aparecio una misteriosa carta anonima en su camarin: «¿Hasta cuando crees que podras seguir engañando impunemente a tu esposa? ¡No olvides que para tu acto de atrapar las balas es ella quien carga las balas!». Esta carta es citada tanto en el articulo de Selecciones como en el episodio de Boris Karloff. Como sea, Robinson decidio cortar por lo sano: dejaria a su esposa y le propondria matrimonio a Stella

¿DEPRESION SUICIDA?

Harto de temores y angustias, Mr Robinson le propuso formalmente matrimonio a Stella. Inesperadamente ella lo rechazo. «Solo me casare con alguien de mi nación. ¡Con un Yanqui!»

Contentisimo, Will Robinson contesto: «¡Soy un yanqui! ¡Lo probare!»

Volvió vestido y peinado a la occidental, como no lo hacia desde hace veinte años. Pero la desolada Stella no podia disimular su decepcion. ¿Donde estaba el maravilloso hombre del Oriente que ostentaba tanta seguridad y conocimiento? Este era, finalmente, un chanta. No el heredero de los magos de ninguna ciudad prohibida. Un tipo de lo mas vulgar, torpe con sus ropas que no usaba hace mucho. En fin, impedimento para casarse no habia, pero tampoco habia razones. Lo dejo y poco despues se caso con un antiguo novio. Según algunos amigos, este golpe acabo con los deseos de vivir de Chung. Veía que el exito que tanto habia costado era solo para una mascara. Cuando trataba de ser el mismo no tenia el menor atractivo para nadie. Una de las hipotesis es entonces que el mismo Robinson, harto de esa vida y ese esfuerzo inutil, dispuso todo para su suicidio. Tanto el articulo de Selecciones como el episodio de Boris karloff lo creen asi. Termina diciendo Karloff que asesino y victima «compartian un mismo cuerpo» pero esta version se choca con las sorprendidas ultimas palabras del mago que hablaba en ingles por primera vez en veinte años para gritar con angustia que algo habia salido mal.

¿SIMPLE DESCUIDO?

Eso decidio el jurado y esa es la conclusion a que llegaron los investigadores de Scotland Yard. El truco de atrapar las balas que le dio la victoria a Robert Houdin le dio tambien la muerte a muchisimos magos menos habiles o menos afortunados. Es considerada una de las mas peligrosas. La noche de su muerte, Robinson intentaba repetir una version algo diferente del truco de Houdin. Unos cuantos atacantes le disparaban pero no le ocurria nada: el escupia las balas. El truco en este caso es que las balas jamas salen del arma. Un mecanismo que se coloca dentro del caño la mantiene retenida mientras el mago escupe otra. Pero el peligro es enorme: la fuerza y velocidad del disparo va desgastando el mecanismo en cada función. Asi que debe reajustarse cuidadosamente cada vez y sobre todo cambiarlo frecuentemente antes de que se haya debilitado. Si esto no se hace con extremo cuidado, en algun momento la bala fatalmente saldra.  En este caso esta claro el descuido. De quien fue el descuido y si fue o no involuntario ya es otra cuestion y el lector interesado puede encontrar muchas versiones en la red.

Tambien el cine ha tomado a este mago singular. Aparece en la pelicula Prestige. Y tambien en Magic in the moonlight.  No se lo olvida y sigue inspirando extraños intentos de explicar su historia. El mismo fue su truco y de algun modo su objeto a vender. Supo reinventarse como un personaje de la postmodernidad como digamos Michael Jackson en un rubro diferente. Fue un adelantado de la post verdad tal vez. Todo un cuento chino.

No Hero (1935)

marquand-moto

Tambien conocido como: Your Turn, Mr. Moto

Autor: John P. Marquand

Serie: Mr. Moto n°1

Edita: Edición electrónica

Kenneth “Casey” Lee es un antigua gloria de la aviación que ahora anda por el Extremo Oriente de la década de 1930 con empleos ocasionales y una adicción meido poderosa al alcohol. Cuando le caerá una oportunidad: trabajar en un encargo aparentemente inocente para un pequeño japonés, educado hasta la exageración y puntillosamente vestido llamado Moto. El problema es que Moto además resulta ser un muy eficiente agente secreto de Japón y Casey se encuentra metido en un complicadísimo y peligroso juego de espionaje en China, junto a una encantadora rusa blanca que también está metida en el juego del espionaje…

La primer novela del señor Moto da el molde para todas las que seguirían en los años subsiguientes: Un americano o extranjero inocente se encuentra con el cortés Moto, que termina siendo un maestro en el Gran Juego del espionaje internacional, siendo un eficaz servidor del servicio secreto Imperial japonés. Y ocultando, tras su máscara de cortesía, una capacidad para ser completamente despiadado si lo requiere, aunque no mata por que si. La novela en si todavía se lee con placer, sin envejecer en su estilo.

El señor Moto ya fue reseñado alguna vez en el antiguo blog y, si es posible, continuaremos reseñándolo cuando consigamos mas de sus novelas. Eso seguro. Es un personaje muy bien escrito y con suficiente incorrección política para continuar su lectura.

Hacia el infinito (1956)

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Autor: “Patrick Hanson” (seudónimo de Héctor Germán Oesterheld)

Colección: Vistaventuras n°8

Edita: índice, Buenos Aires, 1963

La mayoría de los científicos nucleares de Alamogordo han muerto, víctima de “la muerte sonriente”, un gas que los deja con una sonrisa al morir. Y el principal sospechoso es nada más y nada menos que Bull Rockett…

Sí, ya sé, premisa trilladísima la de esta novela (¡voto al Joker!), con Rockett perseguido por todo el mundo tratando de resolver quién es el responsable.

Y, sin embargo…

Y, sin embargo HGO demuestra su habilidad como narrador dándole un giro fabuloso al villano, escapándose del estereotipo que, todos los que venimos leyendo literatura popular a destajo, tenemos imbricado (joder, hasta le dediqué un especial a ese estereotipo). Pero Oesterheld lo da vuelta, explica sus (muy creíbles) razones y lo convierte en un personaje al que uno puede entender por qué hace lo que hace, en esos años de temores nucleares al máximo. Aquí la veta humanista del autor se impone al clisé.

Y, si bien en realidad la historia temirna tras recorrer dos tercios de la novela, HGO nos dedica el tercio final para encontrarle una salida digna (y que da pie a continuarás futuros…)  al oponente (que no villano) de Rockett.

Novelas como esta son las que dejan claro que HGO era un narrador especial, uno que podía agarrar los clisés del género y –sin abandonar éste- darlos vuelta y convertirlos en algo nuevo.

Absolutamente recomendable como novela de aventuras.