Biblioteca Arboles Muertos y Mucha Tinta – Los Héroes Olvidados

Segunda entrega de la Biblioteca Arboles Muertos y Mucha Tinta. Tras la historia de Green Arrow, esta vez tenemos nada mas y nada menos que un texto de uno de nuestros héroes bloguisticos, nada más y nada menos que Daniel Fernandez Castany, mas conocido como Daniel Ausente, del que hemos venido haciendo algunas compilaciones de su imprescindible (aunque ya medio congelado) El Blog Ausente

Esta vez Daniel nos ha facilitado el texto de uno de sus articulo mas interesantes. Los Heroes Olvidados (publicado originalmente en la revista hispana Mondo Brutto) es un recorrido por los personajes de los sesentas de la editorial británica IPC, plenos de locura pulp en el mejor sentido de la palabra. Si bien el texto esta publicado tambien en la página Tebeosfera, a mi me parecía que merecía el tratamiento de la Biblioteca AMMYT. Desde ya gracias a Daniel por su generosidad en permitirme hacer esto.

Así que aquí tienen este texto fácilmente descargable y en tres versiones (pdf para quien le guste imprimirlo en papel, epub o mobi para los que leen en dispositivos digitales). Solo sigan el link y bajenlo. Y no se olviden que tenemos mas cosas para bajar, tanto en nuestra seccion E-Zine como en El Compilador Digital.

NO se aburran en cuarentena. Pasen, bajen y lean

Descargar Los Heroes Olvidados

Biblioteca Arboles Muertos y Mucha Tinta – La historia de Green Arrow

En estos momentos en que estamos encerrados por culpa del coronavirus, nada mejor que tener que leer. Y asi, cumpliendo con la promesa de principio de año, aqui les dejo la primer entrega de la flamante Biblioteca Arboles Muertos y Mucha Tinta, lista para el que quiera descargar gratuitamente.

Empezamos con La historia de Green Arrow, un completísimo recorrido por la historia en los comics del Arquero Esmeralda, escrita por un conocedor del tema como es Andrés Accorsi. Publicada originalmente por entregas en el sitio online de Comiqueando, este es un recorrido completísimo que valía recopilar en un lindo librito digital para quien quiera disfrutarlo como e-zine.

Para eso y como siempre, tenemos en el mismo pack de descarga tres formatos. Primero el epub, para quien quiera leer libros digitales desde su Nook o incluso su celular (tip: bajense algun programa tipo epub reader) . Si tienen un Kindle, les dejo el formato mobi. Y si les gusta imprimirlo y/o verlo con un cierto diseño , pues tienen el pdf, al que le dedique el mayor de mis esfuerzos para que pueda imprimirse. Por cierto esta en formato A5, con lo que si tiran una hoja carta saldra sin problema dos por pagina . y si lo quieren armar como folleto (opción de impresión del pdf)  les debería salir como un fanzine medianamente gordito. Este cuidado en el formato es la principal impreison con el resto del material que esta disponible , tanto en nuestra seccion AMMYT: el E_zine como en El Compilador Digital. Años de experiencia me sirvieron bastante. Y creo que me quedo bastante potable.

De entrada, gracias a Andres por confiar en este experimento y les comento que hay mas libros de esta Biblioteca en camino. De hecho uno que espero salga muy pronto.

Asi que solo queda decir que vayan la link de abajo, descarguen el archivo comprimido, abranlo y disfruten la lectura.

Cuidense

Descargar La Historia de Green Arrow

 

Panteras

Autores: Eduardo Mazzitelli (guión) y Quique Alcatena (dibujos)

Edita: Purple Books, Buenos Aires, 2017

Para variar otro aviso más: Quique Alcatena es uno de los SENSEI DE LOS COMICS para mi. Un tipo genial al que quiero (y se que no soy el único en el mundillo de la historieta argentina) como a poca gente en el comic. Asi que si, tomen otra vez la reseña con pinzas porque hay motivos para afectar mi imparcialidad.

Hecho esto, digamos que Panteras hace lo que raramente veo en el género de la fantasía heroica: salirse del marco eurocéntrico que le dio Robert Howard para entrar de lleno en una mitología (o seudo mitología, como corresponde al subgénero) africana. No es que no funcione con algunos recursos narrativos del subgénero (hechiceros, sociedades secretas, candidatos al trono que deben probar su valia ante enemigos pérfidos, uso de la magia de manera selectiva, etc) sino que esto se envuelve dentro de un mundo que suena y resuena desde la africanidad. Uno podría decir que los relatos de Panteras seria las novelas de Conan que se leen en Wakanda. Claramente, si entráramos a picar fino, la verosimilitud histórica de los relatos de este volumen se sostendrían tenuemente. Pero vamos que pasa lo mismo en el caso de las historias de Conan y a nadie le importa eso: ambas SON fantasía, no PRETENDEN ser realistas.

Y claro, las historias del mundo de Timbumba se sostienen porque tienen magia, tienen la solidez narrativa de Eduardo Mazzitelli (un tio en el que estructura como pocos el relato tradicional de fantasía en la historieta, dándole un vuelo y una altura a sus personajes que describe con pocas palabras) y con el como siempre apabullante trazo de Quique Alcatena, ese tipo que en cada historia construye mundos sólidos de una manera que pocos otros dibujantes argentinos pueden hacer. Lo que en otros autores podría ser meramente una reconstrucción de la historia, mero vehículo delo contado por Mazzitelli (y eso seguiría dando un resultado interesante, aclaremos) en manos de Alcatena adquiere verosimilitud de leyenda contada, de mundo desplegado. Un poco como lo que lograba Barry Windsor Smith en sus primeros Conan o Russ Manning –al que refieren explícitamente en el prólogo los autores, especialmente en su trabajo con Brothers of the Spear, serie de la Dell que hay que rescatar del olvido – en sus obras en las que el universo dibujado termina siendo crucial para entenderlo como relato mítico, como fantasía que se sostiene por su propio peso.

De más está decir que lean Panteras. Cualquier buen amante de la fantasía lo va a disfrutar en grado superlativo.

Revistas que marcaron: Comiqueando

A lo mejor ustedes son jóvenes y no lo recuerdan, pero antes de Internet, nuestra educación en todo lo relacionado con la cultura pop de derribo pasaba muchas veces por esas revistas específicas sobre temas extraños que circulaban muchas veces debajo del radar de la cultura general. Ellas nos abrían las puertas para esos conocimientos esotéricos que nos alejaban del resto del universo, que estaba preocupado por cosas claramente más importantes como el ultimo vestido que llevaba la estrella del momento, el resultado de los partidos del futbol del campeonato local o las mil y un ideas geniales que se podían hacer en la casa mientras el marido trabajaba como burro para ganar el dinero. Ustedes saben, esas revistas que hablaban de cosas anormales como historietas, cines estrafalarios y demás basuras pop. Esas que nos conformaron.

Me parecía que era hora de hablar de esas revistas que de alguna marcaron el periplo cultural freak que me tiene acá haciendo este blog. A diferencia de muchas otras notas, esta serie de notas va a tener una presencia autoral más fuerte que lo habitual. No es solo hablar y analizarlas sino también como a mí, Roberto Barreiro, me atrapó tal o cual revista. Eso no quiere decir que no tratemos de dar info puntual sobre ellas sino que me parecía también contar que la hacía importante para mí como lector.

Y, aprovechando que el próximo mes celebra el 25 aniversario de la publicación del número 1 de la revista, dedicamos esta primera nota a Comiqueando.

Primera tapa que vi de comiqueando, el numero 4 del fanzine.

MI implicación con la Comiqueando es anterior a este aniversario. Hay que ir mas atrás, hacia 1986, cuando los hermanos Andrés y Diego Accorsi y Rafael de la Iglesia sacaban el fanzine Comiqueando y un pendejo de lentes que recién empezaba a meterse en el tema de los comics (servidor) lo encontraba en parque Rivadavia. Estamos hablando de la prehistoria, cuando uno leía lo que podía, el comic adulto significaba leer la Fierro y la Skorpio (las de Editorial Columba no, era de grasas) y había un consenso generalizado que los superhéroes eran cosas de infradotados. Entre los primeros en romper ese consenso, en decir abiertamente “miren que ahora hay historietas de superhéroes de mucha calidad y por prejuicio lo están obviando” fueron los chicos de Comiqueando. Que, más allá de esa actitud iconoclasta en el momento y de una muy atípica regularidad en su publicación (en un fanzine la regularidad es algo tan extraño como ganar un campeonato del mundo con una Selección Argentina en donde juegue Messi), tampoco había mucho más. El fanzine Comiqueando tenía la calidad promedio de un fanzine de esos años, nada del otro mundo, vamos.

Quedamos amigos con los chicos de Comiqueando y demás gente que circulaba en el ghetto comiquero del parque Rivadavia de Buenos Aires (centro de compra, venta y canje que por años era vital en la subcultura nerd porteña). Vi como avanzaban como críticos de comics por varios lados (la Skorpio, las revistas de DC de editorial Perfil, la revista Comic Magazine) hasta que en 1994 se encontraba con la novedad que salía el número 1 de esta revista.

Uno de los numeros clasicos de la Comiqueando. Justamente uno que tneia omco un cierto homenaje a sus raices fanzineras.

Y la Comiqueando se encontró funcionando como vocero de una nueva generación de historietas, esos que se habían acercado al lenguaje del comic gracias justamente a las revistas de superhéroes de editorial Perfil y querían saber más. Y lo que si tenía desde siempre la revista era un conocimiento muy amplio de la historia de la historieta. No solo de la historieta superheroica, sino de todo tipo de género relacionado con el Noveno Arte. El amor al lenguaje del comic estaba en cada página en cada número y eso se traducía en tratar de hacer comprender que la historieta no eran solo superhéroes, o solo manga, o solo comic europeo, sino todos esos estilos y más. Para unos chicos criados en las revistas de la DC y que se encontraban en un periodo de boom explosivo de los superhéroes, era maravilloso que Comiqueando NO les diera solo su dosis esperable de fanatismo sino que además trataba de abrirles las mentes para que probaran otras cosas en historieta. Cosa que no pasaba con otras publicaciones similares del periodo, por cierto.

También toca decir que los que escribieron en la Comiqueando combinaban un conocimiento profundo de los temas con la pasión justa para que contagiara al leerse. Gente como  ambos hermanos Accorsi, el Doctor Sax, Hernan Boticelli, la dupla Fernando Garcia y Hernan Ostuni (míticos editores del fanzine Akfak, que bien merece una nota en su momento), Lisandro Garcia Berenguer, Dani Acosta y el Estudio Nuez, Fede Velasco y un largo etcétera. Muchos además se convirtieron en amigos y compañeros de nerditud. Si bien nunca escribí en la revista, anduve seguido en sus reuniones de redacción, simplemente comiendo facturas, tomando Coca Cola y hablando de las vicisitudes del comic y derivados.

Tambien habia manga

La revista en esta encarnación duró hasta el nefato diciembre del 2001. Por esos años, junto a Lucas Varela –diseñador de la Comiqueando en ese tiempo- veníamos haciendo el fanzine Kapop, que tenía una cierta chapa. Andrés nos propuso que, a partir del número 55 o 56, la Kapop se sumara como la sección de historietas de Comiqueando. Eso nos dejaba libre para concentrarnos en la parte editorial y creativa y nos sacaba el problema de la distribución y venta. Por supuesto el número inmediatamente anterior recibiría el impacto a full del corralito y Comiqueando dejó de salir. Ese último número solo salió fotocopiado como fanzine.

La nueva version de Comiqueando que sacaba Freakshow Press

Varios años después, la Comiqueando resucitaría en una segunda etapa editada primero por Domus y luego por Freakshow press. Tal vez el principal cambio en esta encarnación fue la desaparición de la información contingente (estábamos ya en la era de internet que hacia eso redundante) priorizando las notas largas y contextualizadoras. Eso sí, con el mismo nivel de investigación ardua de antes. Y luego con la aparición del color, algo que en los noventas era imposible de conseguir. Esta etapa yo la viví de lejos, ya viviendo en Chile y consiguiendo esporádicamente los números. Obviamente la influencia personal aquí fue mucho menor. El último número salió –si no me equivoco- en el 2011.

Finalmente Comiqueando se lanzó a la internet. Su sitio oficial lleva ya varios años online combinando la información actual con las notas largas y las columnas de opinión, en un mix muy decente y que mantiene la identidad de la revista. En lo personal no me pierdo ninguno de sus podcast. Además, por si fuera poco, Andrés mantiene su blog de reseñas (que venimos recopilando en nuestro Compilador Digital) y tiene un canal de youtube. Todo hecho con el mismo cariño y pasión por la historieta que cuando tenía 18 años y vendía su fanzine en parque Rivadavia. Tal vez lo único que falta es que pongan a disposición en el sitio los números en papel digitalizados. Sería un merecido homenaje.

Al menos mi nerditud –y creo no ser el único en el mundillo de la historieta argentina- estuvo muy cruzada por la existencia de la Comiqueando. Vaya pues un homenaje para esta revista y un feliz 25 aniversario.

(mas revistas que marcaron en un próximo post…)

Leyendo a Mauro Mantella

Fantaciencia

Autores: Mauro Mantella (guión) y Leandro Rizzo (dibujos)

Edita: Ovni press, Lomas del Mirador, 2008

Bizancio: Punta Baja

Autores: Mauro Mantella (guión) y Sergio Montes (dibujo)

Edita: Ovni press, Lomas del Mirador, 2009

El Hombre Primordial

Autores: Mauro Mantell (guión) y Germán Erramuspe (dibujo)

Edita: Rabdomantes, Rosario, 2017

Ucrónicas

Autores: Mauro Mantella (guión) y varios autores (dibujo)

Edita: Rabdomantes, Rosario, 2017

Probablemente, de todos los guionistas argentinos surgidos en los últimos 20 años, Mauro Mantella sea probablemente le mas deudor del estilo que los autores británicos (via su desembarco en USA y luego en el resto del mundo a partir del os ochentas) han convertido en marca de fábrica. Su relación con el fantástico, su prosa literaria y que juega con conceptos filosóficos, su intento de replantear continuamente las posibilidades del medio, su cuidado ante los engranajes del argumento, todo lo hermana con Moore, Morrison, Gaiman y compañía.

Esto no esta dicho como algo que le quite mérito a su tarea. Por el contrario, escribir al nivel de estos autores no es algo fácil. Y Mauro me parece poder mirar cara a cara a muchos guionistas de esa camada y no avergonzarse. Lo puedo demostrar justamente tras releer cuatro de sus libros.

Empecemos con Fantaciencia, una historia donde, lo que empieza como las aventuras de un equipo de investigadores de lo desconocido (al estilo Cuatro Fantásticos) termina convirtiéndose en una pregunta sobre la realidad, el entretenimiento pop y las formas de enmascarar la desigualdad social. Todo engarzado con esos mecanismos de relojería recontra solido, derrochando ideas para al menos un año de serie regular en apenas 64 páginas. Que encima dibuja como los dioses Leandro Rizzo. Simplemente es una injusticia que esto no tuviera continuidad.

La otra gran historia donde Mantella brilla como guionista es El Hombre Primordial, que saliera publicada primero en la revista Bastión y recopilada por Rabdomantes. Subiendo la apuesta del Miracleman de Moore, acá el superhéroe no es como un dios. Es Dios. O al menos su sucesor. Lo que empieza con la historia mas o menos esperable de un loser (aquí un pibe con síndrome de Down, huérfano y portador de HIV) adquiriendo poderes inimaginables rápidamente se convierte en una pugna por el poder de la creación y su destino. Si, pavada de ambición. Pero que Mantella se re banca construyendo personajes interesantes y tridimensionales que hacen lo que hacen por lógica. Y todo sostenido por el dibujo de German Erramuspe, de un hiperrealismo fastuoso y algo barroco, que le queda como anillo al dedo a esta historieta. No por nada quienes la leyeron en su momento la seguían recordando.

Si quieren, pongamos un escalón más abajo en la calidad a Bizancio: Punta Baja. Bizancio es un detective de lo oculto, una especie de versión criolla de John Constantine, con las mismas ambigüedades grises, la misma actitud desencantada y la misma capacidad para encontrar lo sobrenatural en los lugares más impensados. Como en Punta Baja , un pueblito de la provincia de Buenos Aires en los que queda varado por casualidad para encontrarse en una historia de secretos compartidos y posesiones demoníacas que debe resolver. Todo eso mientras su vida personal tampoco marcha demasiado. Muy solido, muy creible, bien podría haber sido un arco de Hellblazer… y tal vez por eso mismo lo pongo un poco más abajo. NO hay mucho que diferencie a Bizancio de Constantine. Y reconozco que los dibujos atmosféricos de Sergio Montes, sin ser malos ni mucho menos, empalidecen un poco frente a los de los autores anteriores.

Me dejo para el final Ucrónicas, una antología de historias cortas que Mantella hizo con varios dibujantes. El propio Mantella me reconoció charlando que no le gusta tnaot escribir relatos cortos. Y por supuesto la calidad, como en todas antología, varía, aunque el promedio es muy bueno. Ningun relato es malo y ningún dibujante es inmirable, reconozcámoslo. Pero algunos están mejor elaborados  que otros. Yo me quedo con Amor negro, una viñeta sobre zombies con un giro de mucha mala leche, dibujado por Alejandro Aragon; Fusion, una explicación de por que el Nirvana no es tan bueno como se cree, dibujada por Salvador Sanz como los dioses; la bizarrisima el Lado B, con una idea sorprendente llevada hasta la lógica ifnal y con dibujos de Mauro Lirussi, que además dibuja en un registro totalmente diferente El Cielo de los perritos, una historia durísima y con Zombiesbena dibujada por Facunod Percio y que explica las diferencias de percepción entre el zombie y el humano de una manera fabulosa. Las demás igual tienen un giro, una idea, un elemento que trata de escaparse de lo obvio. Pero reconozco que el trabajo breve de mantella me resulta menos interesante que sus obras largas.

Pero en el balance, Mauro Mantella es un guionista fantástico que ojalá se prodigara más. Yo , al menos , sería un lector fiel.

Mirando el Ojo Eléctrico

Psicocandy (2017)

Autores: Damián Connely (guión) y Nicolás Brondo (dibujos)

Colección: El Ojo Eléctrico 1

Edita: Rabdomantes; Rosario y Atmósfera; Cordoba

Paint It Black (2017)

Autores: Rodrigo Canessa (guión) y Nicolás Barbera (dibujo)

Colección: El Ojo Eléctrico 2

Edita: Rabdomantes; Rosario y Atmósfera; Cordoba

Flash Card Mystery Man (2017)

Autores. Damián Connely (guión) y Fernando Calvi (dibujos)

Colección. El ojo Eléctrico 3

Edita: Rabdomantes; Rosario y Atmósfera; Cordoba

Echenle la culpa a Bowie. Mas específicamente a su muerte.

Por ese acontecimiento, Damián Connelly decidió vestir su luto por uno de sus artistas favoritos creando un universo que referencia a bandas o solistas de música, como tratando de ponerle carnadura narrativa a esos mundos que se han creado con la música. Y a partir de ahí, tenemos esta colección que ya tiene con tres libros diferentes. Todas formando parte de una narrativa más amplia, con personajes que reaparecen en cada uno. Y con narrativas extrañas, que bien podrían estar en la línea Vértigo. En sus bordes mas fisurados incusive.

El primero, Psicocandy, marca el tono de la historia. Basado en las canciones de Jesus & Mary Chain, acá Connely nos sumerge en el extraño mundo de Cindy Reid/Candy, manipulada experimentalmente para convertirse en un ser que se alimenta de la líbido de otros. Junto a Honey, una chica que, cuando tenes con sexo con ella, terminas en la dimensión XXX, gobernada por una reina que se parece a la ex diva del porno Sasha Grey y Marky, un marsupial cachondo y fumador, se embarca en un viaje para averiguar que ha hecho su creador (el doctor ENO, científico renegado de la corporación Stardust, clave en este universo) con ellos. Y con un final tan abierto como intrigante. Todo eso por Nicolás Brondo, con un estilo muy deudor de Jamie Hewlett que funciona perfecto para este coctel de locura, violencia y erotismo.

Paint it black transcurre en el mismo universo, aunque con un diferente equipo creativo (Rodrigo Canessa en los guiones y Nicolás Barbera en dibujos). Y, luego de la novela gráfica anterior, defrauda bastante. Aca tenemos a un vigilante urbano que parece destinado a convertirse en guardián de otra dimensión. O algo así. La verdad, el guion no es muy claro. Hay otro científico renegado de la Corporación Stardust y mucha violencia pero que no se si aporta mucho a la historia. ¿El dibujo? Regular.

Por suerte, volvemos al cauce interesante con la siguiente novela gráfica, Flash Card Mystery Man. Allí tenemos a Nathan Adler, robot detective, impulsado por tarjetas que sale de su pecho que son la base para sus movimientos y decisiones. Nathan quiere saber quién es y concentrado en buscar a una persona Baby Blue. Este viaje detectivesco-iniciático esta fastuosamente dibujado por Fernando Calvi, llevando el estilo de superhéroes de Image de los noventas a una variante cuasi abstracta que le impone un sentido de locura y urgencia arrolladora al trabajo.

Como ven, hay de todo en las historias. Tal vez peca un poco de abstracto pero al menos trata de ir mas allá de lo obvio en la construcción de un universo conjunto. Veamos si hay mas historias y el relato que se va desplegando en cada tomo tenga un final satisfactorio. La apuesta sigue siendo arriesgada pero diría que en términos generales, vale la pena estar atentos a seguirla.

Proceres, figuras y laburantes de la historieta argentina (2017)

Autor: Carlos Martinez

Edita: el autor, ¿Arrecifes?, 2017

Los que me conocen en persona o hablando por Facebook, saben que desde hace rato creo que la historia de la historieta argentina necesita una reescritura profunda, que abandone su mirada HGO-centrica (y su contrapartida Columberadelsetentayochenta-centrica) para generar un relato más complejo de como se hizo el noveno arte realmente en Argentina. Eso implica rescatar más material antiguo (como ha pasado con el Patoruzu de Quinterno, por poner un ejemplo) y también que haya más investigación sobre sus autores.

En ese sentido, este libro es un aporte muy importante. Que exista una enciclopedia de dibujantes “serios” que trabajaron en el medio desde 1928 (donde aparecen las primeras historias en este estilo, diferente del humor gráfico) hasta la actualidad es un paso enorme. Sobre todo por la cantidad de autores que aparecen. ¿Es completa? Digámoslo así: uno es un lector cuidadoso e la historieta y le gusta este tipo de material nacional. Aun así había una buena cantidad de nombres que ni siquiera sabía que existían. El trabajo de Carlos Martinez (que además mantiene los blogs Mil Plumines Argentinos y Hemeroteca Top Comics y ha mantenido funcionando el blog Top Comics, heredado del fallecido investigador Luis Rosales) es apabullante, completo y muy minucioso.

¿Fallas? Menores: el diseño evidentemente necesita una mano más profesional. Y creo que faltan mas autores de 1990 para acá que merecerían estar, en mi opinión. Pero que el libro es un aporte, es un aporte. El dìa que se reescriba la historieta argenta, este libro va a ser de referencia indispensable.

El pozo

Autora: Lauri Fernandez

Edita: Maten al Mensajero, Buenos Aires, 2017

Primero un aviso: he hecho algunas historietas junto a Lauri Fernandez en conjunto. Me gusta su estilo de dibujo, su vibrante uso del color, su capacidad de dibujar gente real sin caer en el realismo detallista, con solo unos trazos. Me gusta su forma de contar, sólida y sin estridencias, que no abusa de la pirotecnia visual. Así que de entrada les digo que ya esta crítica venía viciada de mi prejuicio a favor de ella. Hubiera sido muy difícil que alguno de sus trabajos NO me gustara.

Una vez dicho esto, dejémoslo asentado: El Pozo es una GRAN HISTORIA. NO “gran historia dentro de la historieta”. No. GRAN HISTORIA, ASI A SECAS, USANDO EL LENGUAJE QUE SEA.

La historia trata sobre cómo el paseo de cuatro niños (tres pre adolescentes y uno mas pequeño) a una fábrica abandonada de un pueblo se convierte en tragedia y desaparición, y convierte al lugar en un hervidero de desconfianzas, sospechas y destrucciones familiares. Esto, que en manos menos hábiles podía generar en un melodrama exagerado que machaca insistentemente con los temas en nombre del “mensaje”, en manos de Lauri se convierte en una obra potente, intima, que no esquiva los dilemas morales, sino que los arropa en personajes sumamente creíbles y tridimensionales , con miedos, ilusiones, dudas y convicciones. Y con un final que nos dice que, más allá de los cambios que este hecho trae en las vidas de todos, la vida sigue, con su cuota de alegrías y tristezas.

Por cierto, el libro tiene la misma historia contada en dos lenguajes distintos: como novela gráfica y como novela escrita. Tal vez mi principal crítica al libro sea la redundancia entre ambas, ya que es la misma historia contada desde diferentes lenguajes. Sí, hay diferencias pero son menores. Y ambas están buenas. Pero no veo leyendo al lector de narrativa leyendo el comic y viceversa. Hubiera preferido dos ediciones diferentes.

Pero estoy rizando el rizo. El pozo es una gran novela (grafica o narrativa, como les guste más). De esas que generan algo difícil: resonancia en el lector. No duden en comprarla y disfrutarla.

Barro y Sangre (2014)

Autor: Lautaro Fiszman (dibujos) y vairos autores (guiones)

Colección: Gráfica en movimiento

Edita; Tren en Movimiento, Temperley, 2014

 

El género bélico es un género que la historieta contemporánea habitualmente, y no sé muy bien por qué, ha abandonado. Usar al género como teatro de historias sobre la condición humana en lo más descarnado ha caído paulatinamente en el olvido, pese a la larga tradición que tiene, no solo en la historieta, sino en otros medios. Que un autor como Lautaro Fizman se decida a encarar el género  en este álbum ya es algo a respetar. Que además lo haga con tanto nivel, merece destacarse

El trazo expresionista de Fizsman (deudor de Alberto Breccia, del que – si mi memoria no falla- fue alumno) funciona perfecto para las historias que cuenta, definidas por el dilema moral del soldado. Algunas de estas historias son adaptaciones y otras son guiones originales. Pero todas las historias revisten un tratamiento expresionista de calidad, con un manejo poderoso del trazo en las historias a blanco y negro y un color fabuloso en las historias a color. Todo eso sin sacrificar la narración en pos del dibujo sino potenciándola con un estilo afiladísimo.

Pensaba en destacar alguna de estas historias, pero la verdad el nivel es tan parejo que sería injusto hacerlo. Este álbum es sólido de principio a fin, ideal para conocer a un gran autor que sostiene con gran calidad estas historias de guerra.

Ecos de mundos posibles

Autores: Gustavo Schimpp (guión) y Sergio Ibañez (dibujo)

Colección: Gorgonas

Edita: Gustavo Schimpp, Marcos Paz, 2018

Tanto Gustavo Schimpp como Sergio Ibañez son dos profesionales de la historieta que llevan varias décadas trabajando pero, curiosamente, son casi desconocidos en el mercado de la historieta en español. Esto se debe a que gran parte de su obra se ha publicado directamente en Italia, y mucho más espaciadamente en Argentina. Tener este libro, que reúne a siete de las historias unitarias hechas por ambos, es todo un hallazgo.

Englobadas en la ciencia ficción y la fantasía, cada unitaria contiene los elementos típicos del estilo que nos acostumbramos a leer en la vieja revista Skorpio: dibujo realista, preocupación por el argumento, finales con vuelta de tuerca, a veces con justicia poética y con una narración tradicional. Dentro de estos parámetros, Schimpp e Ibañez son un equipo solvente, que funcionan perfecto. Además el formato de 20 páginas les da algo que habitualmente no tienen, que es dar carnadura a los personajes, lo que contribuye al vuelo (tanto estilístico como narrativo) de las historias sin quedar reducidas a anécdotas estiradas.

Obviamente hay relatos mejores que otros. A mi me gustaron particularmente ”Ouroboros” (la persecución de un objetivo que lleva a un resultado circular) , “La derrota final” (una de ciencia ficción post apocalíptica con uno de los finales mas desoladores imaginables) e “Historia de demonios” (donde las buenas intenciones pavimentan el camino al Infierno). Pero eso no implica que los demás relatos no sean solidos. Solo que, a mi gusto, son menos buenos.

Si lo que quieren es una dosis de relatos de ciencia ficción y fantasía clásicos y bien contados, este es el libro para ustedes. Ningún relato se cae, todos están espléndidamente dibujados y muy bien narrados. Vale mucho la pena.