Biblioteca AMMyT – Julio Verne, inventor de La Plata

¿Qué relación tiene una ciudad utópica soñada y escrita en una de de las novelas del escritor francés Julio Verne con la ciudad argentina de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires?

Eso explica Angélica Barron en nuestro tercer numero de la Biblioteca Arboles Muertos y Mucha Tinta (y el primero con texto hecho específicamente para la colección). Un relato fascinante que cruza a la masonería, el sueño de progreso de la élite gobernante argentina de fines del siglo XIX y la novela «Los quinientos Millones de la Begun» del autor padre de la ciencia ficción.

Como siempre, gratis para bajar y leer en el formato que prefieran (incluso para imprimir.

Pasen , descarguen y lean aquí abajo. Disfrútenlo

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Y no se olviden que pueden bajar el resto del material digital de la pagina siguiendo este link. 

Tambien pueden encontrar nuestras compilaciones digitales de otros sitios de Internet hechas especialmente por nosotros yendo a nuestra sección El Compilador Digital

Como siempre, gratis.

 

 

A descargar: La Atlántida por Angélica Barron

Nuestra colaboradora Angelica Barron mando un texto masivo sobre la Atlantida y todas las implicancias que este mito tiene dentro de nuestra cultura, cruzando muchisimos textos tanto de cultura popular como cientificos y culturales.

Y la verdad, me pareció que el texto merecia un tratamiento especial. Algo mas que una simple entrada o dos en el blog.

Así que , a falta de algun especial recopilatorio de algo este año, les presentamos nuestro úlitmo e-zine, hecho en base al texto de Angélica. El texto lo amerita.

Asi que vayan , bajenlo (en el archivo encontrarán versiones en pdf, mobi, doc y epub, para que les acomode a gusto y piacere a su forma de leer) y disfrutenlo.

Y denle las gracias a Angélica por hacer un trabajo tan interesante

Ah, y si quieren leer los anteriores e-zines de este blog, pues solo sigan el link y alli los hallan

Los hijos del diablo (More Little Monsters, 1973)

Autores: Varios (editan Roger Elwood y Vic Ghidalia)

Colección: Libro Ameno nº 18

Edita: Bruguera, Barcelona , 1977)

Durante la década de 1970, las antologías de relatos de ciencia ficción y fantasía brotaban como hongos, dando a muchos una prueba de muchos autores que raramente aparecían recopilados en las editoriales. El rey de las antologías en esos años era Roger Elwood, un tipo que de hecho ha sido criticado por crear antologías como salchichas, despreocupándose de la calidad del material recopilado. Para muchos fue justamente este trabajo a diestra y siniestra que perpetró el responsable de la destrucción por saturación del libro de antología.

Aprovechando que tenemos una de sus antologías veamos si esto es asi o no.

Específicamente, esta antología se centra en relatos con niños que se relacionan con elementos fantásticos y/o paranormales como ejes del relato. Fantasmitas, brujitas, criaturitas con poderes especiales y asi. Pero vayamos uno por uno

“Dulces para esa dulzura” (sweets to the sweet) de Robert Bloch es un relato sobre una pequeña que parece saber de vudú. Breve y algo predecible.

“La Muñeca que lo hace todo” (The Doll that does everything) de Richard Matheson podría ser un guion de los que escribía para la Dimensión Desconocida, una pequeña fábula moral (esa vez sobre los padres que no se resignan a atender a sus hijos y prefieren que haya ora cosa que los distraiga) con final repentino y trágico.

“¿Amigas?” (Friends?) de Roberta Ghidalia habla de la relación obsesiva y casi parasitaria entre una niña y su gata… porque es gata, no?

“Juego del crepúsculo” (Twillight Play) de August Derleth convierte al juego entre dos niños en un descampado en algo mas temible, sobre todo porque uno no es lo que parece.

“El sombrio tercer piso” (The Shadowy third) de Ellen Glasgow se aparta estilísticamente de los relatos hasta el momento (todos relatos breves, y bastante directos) para llevarnos al relato de fantasmas que hacía furor entre 1880 y 1920, con historias cargadas de clima donde todo esta en la sugerencia. Aquí una enfermera debe cuidar a la esposa de un reputado médico, que parece haber enloquecido tras perder a su hija. Y sin embargo, de a poco se va metiendo en una trama mas turbia… en la que además va apareciendo de la nada la niña que todo el mundo dice que murió.

“La transferencia” (The transfer) de Algernon Blackwood, si bien tiene un niño clave en el climax de la historia, en realidad es un magnifico relato de vampiros psíquicos, con un hombre que puede absorber la voluntad encontrándose en una lucha con un lugar al que le pasa algo similar. Una premisa rara que se soluciona de una manera excelente

“Un futuro color de rosa para Roderick” (a Rosy future for Roderick) de Nelson Bond es una historia contada en clave humorística (con un humor medio mala leche) sobre un irritante pendejo sabelotodo que además resulta ser un mutante con un intelecto mega hiper archi dotado. Si uno piensa seriamente en el final, mas allá del tono gracioso que Bond le impone, la crueldad con la que se resuelve todo es de aquellas. Absolutamente dentro de la incorrección política.

“Brenda” de Margaret St. Claire es una historia de zombies. Y de llegada a la adolescencia. Asi, too a la vez. Extraña sobre todo.

“Mister George” de Stephen Grendon (un seudónimo de Derleth, quien se repite el plato) trata sobre una niña, su padrastro/fantasma/angel de la guarda y sus tíos abusivos. En un punto es un cuento de hadas moderno, con los culpables castigados cruelmente, los inocentes recompensados y un happpy ending. Muy solido. Seria una gran película del genero terrorífico.

“La brujita de la calle Elm” (The Little witch of Elm Street) de Mildred Clingerman es otro elato liviano sobre dos hermanitas, una mayor, simpática y muy inteligente y su hermanita menor, un terremoto viviente que parece poseída por el diablo… Que es lo que sospecha su hermana. Lo mejor de la historia es como nos encariñamos con la hermana mayor, una dulzura de niña.

“Jimmy” de Lester del Rey es, con mucho, el relato mas interesante de la antología. Una historia sobre la perdida de la bondad y la humanidad mientras crecemos. Lo que parece al principio el desvarío de una señora loca se convierte de a poco en la aparición de un fantasma… de alguien que no ha muerto. Todo de a mano de un protagonista que lentamente se va desenmascarando como un ser egoísta y aprovechador. Brillante.

“El hada de los dientes” (The tooth Fairy) de Harvey Jacobs es breve, cruel y de una maldad genial. Podría haber sido un Cuento de la Cripta, una de esas fabulas morales perversas sobre la avaricia humana.

Finalmente, “Robbie, David y el pequeño Dahl” (Robbie and David and Little Dahl) de W. Macfarlane es el único relato ubicado claramente dentro ciencia ficción de la antología. En un mundo de fanatismo religioso, un niño va sobreviviendo cambiando identidades. NO me enloquecio la verdad.

En síntesis, la antología esta buena, con un promedio bastante razonable. NO quiero opinar si esta es una excepción o la regla, pero en lo personal no me podría quejar de lo que los señores Elwood y Ghidalia eligieron poner dentro de este tomito. Se deja leer mas que bien.

50 años alunados

El 20 de julio pasado celebramos cincuenta años de la llegada del hombre a la luna. Quién sabe si nuestros descendientes festejaran los cien. El futuro, en ese sentido presenta negros nubarrones. Hay quien ya lo anticipa muy oscuro. Recordemos la reciente película «Interstellar» (2014), situada en un futuro poco envidiable, en unos Estados Unidos oprimidos y paupérrimos, y donde la NASA ha sido obligada a ocultarse, ya nadie quiere hablar de esta institución. Los libros escolares de lectura obligatoria enseñan que la conquista del espacio jamás existió. La escuela refleja claramente esta situación, tanto que el protagonista, un ex astronauta decide retirar a su hija de la escuela, donde enseñan que el alunizaje fue un montaje.

Es interesante ver esta situación en el mismo país que, solo unas décadas atrás imaginaba la tierra convertida en la capital de un imperio galáctico, por lo menos.

Esto no sorprende: en esta segunda década del siglo XXI , vivimos rodeados de. Youtubers que nos juran que » La NASA miente», que “Nunca fuimos a la luna», etc. Los terraplanistas reclutan cada vez más gente. No es extraño que se haya filmado una película que muestra el temor de que estos negacionistas estén ganando…

Lo extraño es que la misma situacion de partida se encuentre en “En el último reducto”, un cuento de autor argentino (Eduardo Goligorsky) esta vez situada en Buenos Aires. Una Buenos Aires de lamentable futuro, paupérrima y hundida en el atraso. Cerrada al mundo por una dictadura hiper conservadora. Una ciudad alumbrada a duras penas por lámparas a querosén que apenas dan luz sobre calles empedradas y embarradas.

El protagonista debe huir por esas callejuelas. No tiene más remedio porque su hijo llevo al colegio un álbum de fotografías prohibidas guardadas celosamente. Fotografías de naves espaciales, de satélites, de la superficie de Venus Todo lo que niega el régimen actual: para esa Argentina el viaje a la luna es tema prohibido.

Interesante es que, tanto en la película como en el libro, el problema se presenta en la escuela. Los hijos de los protagonistas hacen eclosionar el conflicto, la oposición entre dos versiones opuestas de la historia y la situación de la humanidad actual.

No creo en ningún tipo de plagio. Simplemente, ambas obras reflexionan donde podía ser mas conflictivo un choque ideológico así: las escuelas.

Esperemos que no haya acertado con el futuro ninguna

Insisto en que el argentino es el más sorprendente, porque fue escrito en una época en que la ciencia avanzaba imparable y nada hacía pensar que se detendría alguna vez. Es un cuento escrito a fines de la década de los sesenta. Plena época de la conquista espacial. La ciencia y la tecnología resultante de ella habían llegado para quedarse, nos llevarían de la mano al paraíso o nos arrastrarían  por el cuello hasta el infierno. utopía o distocia.

Lo que no harían sería dejarnos. Al menos ,no sin una catástrofe nuclear de por medio. Como en «El planeta de los simios» por lo menos.

No hubiéramos imaginado jamás que nosotros mismos la boicotearíamos .Que se cuestionaría el alunizaje, las vacunas y hasta la redondez de la tierra.

Por ahora sabemos que se cumple medio siglo de la llegada del hombre a la Luna. También, en la Argentina y algunos países mas, se celebra el dia del amigo.

No parece muy clara la relación entre ambos conceptos, pero según se dice, la intención al proclamar este dia fue enfatizar la absoluta hermandad del ser humano en el cosmos. Una idea tan noble que no dan ganas de criticarla… pero bastante ingenua. Sobre todo cuando el viaje a la luna fue producto de la llamada «guerra fria» que estaba todo el tiempo a punto de recalentarse y dejarnos a todos bien fritos.

En el presente, sacar el tema de la luna en una reunion es sacar la bandera de guerra contra los teóricos del alunizaje falso. Terraplanistas y negacionistas de toda laya y gente segura de que, en realidad, fue Stanley Kubrick quien filmo el falso alunizaje. ¿Quién iba a pensar que algún día se iba a acusar al autor de la genial 2001? Ya nadie escapa de los magufos.

Lejos de fomentar amistad, la Luna se ha convertido en una mecha explosiva como para que hasta Abbott y Costello se agarren a piña, patada, piña.

Y ya poco falta para alguna épica batalla campal entre quienes creen y quienes descreen.

Es curioso este hecho, amigo lector, porque en cuestiones de ciencia y tecnología no se cree ni se deja de creer (esto hay que dejarlo para la religion) No se puede creer que dos mas dos da por resultado cuatro. Da cuatro. Por entenderlo, hoy disfrutamos justamente de Internet.

Pero, inexplicablemente, Internet es el medio que más ha propagado estas sospechas, esta especie de reacción contra la razón. Y el más espectacular triunfo de la inteligencia humana se ve convertido, asombrosamente, en una cuestión de fe.

Ya en el 2011, cuando se cumplieron los cincuenta años del vuelo orbital de Yuri Gagarin, primer hombre en salir al espacio, surgieron muchísimas versiones de que todo había sido trucho, que no había evidencias concluyentes, que la URSS jamás había podido ni remontar un barrilete y Gagarin solo era un actor elegido por lo simpático y buen mozo para pasearlo después en giras de propaganda.

O al contrario, que la URSS sí que podía enviar gente al espacio… y había enviado docenas de camaradas que no volvieron jamás. Alguno habría salido ya del sistema solar perdiéndose en el infinito. Y ya se sabe que estos rusos malos malísimos ocultaban todo. Hasta borraban de las fotos al infortunado que no volvió. Gagarin no sería entonces el primer hombre que salió al espacio sino el primero… que volvió.

Hay que admitir que el secreto absoluto que rodeaba toda esta carrera del espacio, daba lugar a todo tipo de especulaciones. No sería extraño, realmente, que hubiera muerto más gente de la que sabemos. De un lado y del otro

Y es obvio que las preferencias ideológicas de cada uno sean determinantes en la elección de a quien le creemos. Una vez más, cuestión de fe. Y debería ser cuestión de razonamiento. El secreto dio origen a una galaxia de versiones alternativas, tanto en la ficción como en la» leyenda urbana espacial». Ahora mismo, podemos encontrar en la red toda clase de escalofriantes versiones sobre astronautas fantasmas, esqueletos que orbitan la tierra a bordo de sus naves fracasadas, grabaciones con las ultimas desesperadas palabras de una cosmonauta rusa pidiendo inútilmente ayuda antes de incinerarse en la atmósfera, cosmonautas que hablaron con extraterrestres.

Y por supuesto la versión terraplanista de que jamás nadie pudo salir al espacio, porque la tierra no solo es un plato playo, sino que está cubierta por una cúpula transparente e irrompible. Como en la película de Los Simpson. ¡¡¡Película que algunos toman como intento de decirnos la verdad!! Lo alarmante no es que estas cosas lleguen a decirse, sino que tanta gente les de like.

Hace pocos años si alguien hubiera comentado que el alunizaje fue trucho, o la tierra es plana, lo hubieran mirado con pena o alarma. Hoy se ha naturalizado este tipo de idea en forma sorprendente, al menos como tema de discusion

Ojala  no nos espere un futuro en el que nuestros nietos, si escuchan a alguien decir que en 1969 se llegó a la luna, lo miren con pena o alarma

FUTURO IMPERFECTO

La ciencia ficción y las versiones conspiranoicas se han alimentado mutuamente muchas veces. Un ejemplo sería, justamente la idea de que estamos bajo un «domo» Si el lector siente curiosidad solo tiene que buscar. Domo y tierra plana en la red. No tendrá ninguna dificultad. Otro ejemplo, aún más extendido son los reptilianos: una especie de reptiles humanoides inteligentes que sobrevivieron al meteorito (o vinieron de otro planeta), aprovecharon para evolucionar, se disfrazan de humanos y tienen todo el poder y nos gobiernan para nuestra ruina. Con razón son indistinguibles de los gobernantes humanos.

¿Recuerda el lector la serie de televisión » V»? Esa es la idea. Puede encontrarla fácilmente en You Tube. Si quiere saber sobre los reptilianos, también los encuentra fácil en You tube. Hay muchísimo, desgraciadamente.

De hecho hay quien se pregunta, al parecer en serio, ¿que sabían los creadores de la serie? ¿Que trataron de advertirle al mundo?

Esta inversión de los factores es asombrosa: ninguno piensa que el delirio reptiliano fue inspirado por la serie de TV, sino que la serie de TV se inspira en los reptilianos. Según este criterio, se filmó Mi marciano favorito para advertir de algún modo que hay marcianos humanos en Marte. Y que se hicieron «Los Pitufos» para advertir que nos gobiernan los pitufos. O los caballitos inteligentes de » mi pequeño Pony».

De hecho las pelis clase B con platos voladores inspiraron a muchos «abducidos» y no al revés. Por ejemplo miren lo que pasa con CAPRICORNIO UNO (Usa 1977) La resumo rápidamente: ante la imposibilidad de efectuar el viaje tripulado a Marte que el mundo entero espera, los de la Nasa fingen que se hizo. Llevan a los astronautas engañados a un desierto parecido a Marte. Cuando los astronautas se dan cuenta intentan huir pero la cia, la nasa o los que sean no los dejan irse. Falta lo peor. Escuchan por radio que de pronto el cohete explotó. Y el mundo llora a los héroes… Entonces está claro: ¡¡los van a liquidar para que nadie sospeche!!

Se encuentra facilmente en you tube lector. Pero lo verdaderamente interesante (y alarmante) es leer los comentarios sobre la película. Prácticamente todos lo toman como la prueba irrefutable de que el alunizaje fue falso y hasta creen que se filmó para que el mundo lo supiera. Los negacionistas cantan de alegría y bailan cumbias y trencitos. ¡¡Acá esta la posta!! Conté un solo comentarista que opinaba que es solo una película. Nadie se fijó si es buena, mala, regularcita o bodrio. ¡Lo importante es la revelacion!!!

Cosas así la desaniman a una.

A bajar: El Desvan del Abuelito, primer semestre del 2010

El Compilador Digital no para y sigue recopilando en formato e-zine el material de uno de los blog claves de la explosión bloguera (a nuestro gusto obvio): El Desvan del Abuelito

Hoy les traemos lo publicado en el Desván durante el primer semestre del 2010, para leer en el formato que mas les apetezca, sea epub (para celulares y libros electrónicos que no son de Amazon), mobi (para le Kindle) o pdf (si lo que les gusta es bajarlo e imprimirlo). Todo esto hecho gratuitamente y con permiso de su creador, el bueno de El Abuelito. Y si lo quiere leer como blog pues siga el link nomas.

No pierdan mas el tiempo, si usted es consumidor de cultura pop antigua y extraña (y si no lo es, ¿que hace en este blog en primer lugar?), Solo siga el link y bajelo. Y si no tiene los volúmenes anteriores, vaya aquí. Es mas puede leer las otras compilaciones que hemos hecho hasta el momento de otros blogs aquí y de nuestro propio material aquí.

Vamos no se arrepiente, que el material es muy bueno mu

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Dos Libros de Oro de Cinefania dos

Libro de oro de Cinefania: Weird Western

Editor: Dario Lavia

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2015

Libro de oro Cinefania: Shock TV

Editores: Dairo Lavia Y Juan Carlos Moyano

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2016

Lo reconozco: adoro las enciclopedias de cultura pop excesivas, esas que exprimen un tópico hasta el fondo, que no dejan una piedra sin revolver y que, si algo se les pasó, fue porque en serio no lo vieron, y que, si tienen la opción agregaran la opción en una segunda edición. Si encima es de un tópico poco explorado, mejor.

Por eso amo estos libros de oro. Dario Lavia hace en ambos ese trabajo de dar información de un montón de material que se sabe poco y nada. Una cantidad de películas y series televisivas de las que sabemos poco y nada, que han caído en el olvido (y hasta en la desaparición física) No me puedo imaginar la cantidad de trabajo que ambos libros deben haber llevado en términos de investigación y redacción (incluso cuando no todas las reseñas son de Lavia sino que hay un grupo de gente detrás escribiendo las entradas). Pero que hay una cantidad enorme de tiempo detrás , la hay. Eso se los firmo.

Tal vez la menos asombrosa sea la del Weird Western, ya que ya hay obras dedicadas al subgénero (aunque creo que ninguna en castellano). Para el que no sepa que es, el “weird western” es el subgénero del western donde aparecen elementos extraños e inesperados en el. Normalmente se piensa en elementos de corte fantástico (vampiros, fantasmas, extraterrestres, armas futuristas, etc.) pero el tomo también agrega películas con elementos del thriller, el cine negro o hasta el género del espionaje (espías atómicos, psycho killers, asesinatos con toques de mafiosos, etc). Partiendo de una definición tan amplia, uno podría esperar que se obviaran algunas obras. Y no. El libro no habla solo de los filmes esperables en el subgénero (Billy the Kid vs. Dracula, The Pale Rider, Valey of the Gwangi, etc) sino que incursiona en material antiguo (el capítulo del material mudo es una delicia) y hasta en derivaciones del resto del mundo (Los irrompibles, El Charro de las Calaveras, las películas de Zagor, etc) y hasta en la versión argentina, el weird gaucho (con nazareno Cruz y el Lobo como mejor ejemplo, aunque no el único). Todo investigado exhaustivamente, de una forma tal que no creo que haya quedado mucho afuera.

Ahora si lo del weird western es demencial, palidece ante el Libro de oro de Shock TV, que hace algo que nunca nadie había hecho antes: un relevamiento de todo lo que se pasó en las pantallas televisivas de Argentina relacionado con os géneros del terror y el suspenso. Repito: TODO. Tanto series locales, como importadas, tanto telefilmes (nacionales o extranjeros) como ciclos de cine sobre el tema. Incluso en series donde el tema solo aparecía en un episodio o dos. Tratando de decir cuando se dio, a qué hora y en que canal. El que tenga levemente idea del paupérrimo estado del material de referencia sobre el tema en Argentina, sabe lo ciclópea que tiene que haber sido la tarea tras este libro. Referenciar todas las obras (argentinas y españolas) de ambos Narcisos (Ibañez Menta e Ibañez Serrador) ya es complejo. Poner toda la grilla de Cine de Super Accion o Viaje a lo Inesperado (ciclos claves con los que nos criamos todos los cinéfilos argentinos que pasamos de los 35) ya es jodido. Sumarle todo el otro material más oscuro, hablar de series locales de las que en un 90% no existen ni siquiera los videos, es una locura abrumadora. Y Lavia y Juan Carlos Moyano logran un producto más que digno. Posiblemente esto va a ser material de referencia para el futuro. Del que nadie que quiera investigar sobre la televisión argentina podrá zafar de referenciar.

¿Qué criticar? Si quieren el diseño, que es funcional pero poco vistoso. Pero eso es como quejarse de las teorías de Einstein porque no se sabía cortar el pelo: es algo absolutamente irrelevante.

Desde ya, si consiguen una copia de cualquiera de los dos (o de los otros Libros de Oro de Cinefania) no lo duden y gasten el dinero. Si quieren un material enciclopédico muy bien investigado no pueden fallar. Y, si no lo encuentran, siempre pueden ir a la página de Facebook del grupo Cineficción (revista que dirige Lavia y que deberían comprar si les gusta el cine fantástico) porque, en un acto de generosidad, Lavia sube los pdf de los libros de oro agotados para todos los que estén en el grupo. Yo leí de esa manera el libro de Oro de Héroes Pulp y les puedo asegurar que es igual de excesivo y brillante que estos dos. Háganme caso, ingresen al grupo que vale la pena. Y cómprense estos libros de oro.

Paradoja Perdida (Paradox Lost, 1973)

Autor: Fredric Brown

Colección: Biblioteca de Ciencia Ficcion nº 28

Edita: Hyspamerica/Orbis, Madrid, 1986

Primero que nada, unas palabras sobre esta colección: para quienes hayan sido adolescentes en la Argentina de mediados de los ochentas y estaban interesados en el género, esta colección que se vendía en los kioscos fue una bendición caída del cielo. Con una selección encomiable (leo por ahí que el responsable de ella era Domingo Santos, uno de los próceres de la ciencia ficción española), esta colección de Hyspamerica reunía a un montón de autores y títulos clásicos , desde Isaac Asimov hasta P. K. Dick, pasando por las Visiones Peligrosas de Harlan Ellison y hasta con autores como el argentino Eduardo Goligorsky. Y en el medio, este relato de cuentos de ciencia ficción de uno de mis autores favoritos, Fredric Brown. En todos estos años lo he reseñado bastante (como pueden ver no solo en esta entrada, sino también si se leen el Especial Criminal, uno de los especiales que recopilan lo hecho en el antiguo –y que parece extinto– blog) y siempre de manera positiva.

Lo primero que llama la atención es el prólogo de Elizabeth, la viuda del autor, contando sobre los habitos de trabajos cotidianos de su esposo, un tipo al que (de acuerdo a la introducción) le costaba horrores poner le culo y sentarse a escribir. Y por eso no era prolífico pero, a su vez, lo convertía en un experto en la construcción de tramas muy pulidas y repletas de giros inesperados. Si vas a sufrir escribiendo, por lo menos tente todo muy armado antes de empezar. Y sospecho que por esto mismo también manejaba tan bien el cuento corto, ese de pocas páginas, un formato nada fácil de manejar y que Brown manejaba con maestría. Sobre todo a la hora de escribir ciencia ficción.

Aquí tenemos trece ejemplos de sus historias cortas de ciencia ficción y fantasía. Ninguna baja de buena. Por supuesto, como en toda antología algún relato mejor que otro. Yo destaco “Teatro de títeres” (una historia sobre el primer contacto entre extraterrestres y humanos con un tono de comedia soterrada y un remate fabuloso), “No sucedió” (donde, a partir de la idea solipsista, Brown lo convierte en un relato que casi podría haber sido antecesor en un punto de las realidades virtuales), “Obediencia” (que reflexiona sobre nuestro salvajismo y heroísmo inherente como hombres), “Eine Kleine Natchmusik” (versión aterradora del Flautista de Hamelin), “Sirio Nada” (una gran comedia de enredos espacial) y “Algo verde” (donde juntamos un Robinson espacial y la añoranza por el color verde de la Tierra en un relato desesperanzador). Todos ellos están dentro de lo mejor de la ciencia ficción de todos los tiempos

Si encuentran este libro, no lo dejen pasar. Si quieren conocer a un gran escritor de narrativa breve, no lo dejen pasar. Si les gusta la ciencia ficción, no lo dejen pasar. Vale mucho la pena.

Exhumando libros olvidados

Tres Nouvelles fantásticas argentinas 1880 – 1920

Contiene: “El doctor Whüntz, fantasía de Raúl Waleis (1880); “Mandinga” de Enrique Rivarola (1895) y “El homunculus” de Pedro Angelici (1918)

Colección: Los exhumados nro. 1

Edita: Ignotas, San Andrés, 2015

La máscara del horror y otras pesadillas fanta-bélicas

Autor: Ernesto Bayma

Contiene: “La máscara del horror” (1967); “Frente a la muerte” (1965); “Metralla para los monstruos” (1967); “El prisionero” (1968)

Colección: Los exhumados nº 4

Edita: Ignotas, San Andrés, 2015

Como siempre hago la aclaración: aparte de ser el editor de los libros, Mariano Buscaglia es amigo y colaborador de este blog, así que eso puede redundar inconscientemente en una reseña favorable. Están advertidos. Aunque les juro que eso no influye en la reseña.

Dicho esto, el trabajo de mariano en rescatar perlas olvidadas de nuestra literatura es en mi opinión encomiable. Hay un montón de material publicado que queda tirado en los canjes de usado de la historia (y este blog es en buena medida una operación de rescate de esas obras). Que alguien se tome el trabajo de reeditar esto y darlo a conocer para más público me resulta algo absolutamente valioso. Sobre todo cuando hablamos del fantástico argentino, género que tiene una invaluable cantidad de material olvidado.

En este caso tenemos dos libros que rescatan autores de dos periodos completamente diferentes (y dos formatos completamente diferentes) del devenir editorial de Argentina. Por un lado, las publicaciones de la Argentina de la república oligárquica que va entre 1880 y 1920, un periodo de alta inmigración, veloz crecimiento poblacional urbano, desigualdades sociales y un esfuerzo gigantesco por aumentar la alfabetización, lo que daba como resultado la aparición de una verdadera literatura de masas por primera vez. El segundo libro corresponde a los sesentas, años de una sociedad en pleno Estado de Bienestar, con la literatura amenazada por la televisión pero todavía con un pujante sector de literatura popular, expresada principalmente en los “bolsilibros” que poblaban los kioscos de esos años. En esos momentos se enmarcan las obras fantásticas de ambos libros

En “Tres nouvelles fantásticas argentinas” nos hallamos con tres novelas cortas de diferente índole, aunque todas marcadas por las temáticas y los estilos de esos años. Primero “El doctor Whüntz” de Raul Waleis es una historia muy deudora del estilo de E.T.A. Hoffmann sobre un científico cuyos conocimientos alquímicos están ayudando al hijo de su prometida, que por tradición familiar debe volverse verdugo, aunque él no desea eso. Con un final truculento, la historia tiene esa floritura decimonónica que puede hacerla un poco farragosa para el lector desacostumbrado a éste.

Le sigue “Mandinga” de Enrique Rivarola, que en el fondo es una farsa sobre dos medio pelo provinciales y chupacirios que ven la mano del Diablo tentándolos porque esta uno de ellos caliente por la sirvienta. Hay una corriente de humor muy mala leche en la obra y unos apuntes costumbristas de esos años. El narrador destila ironia en cada página. De las tres es la que más me gusto.

Finalmente ”El homunculus” de Pedro Angelici es una historia de “mad doctor” que quiere crear vida y lo logra, con terribles resultados. Muy en la vena de Frankenstein si quieren. El estilo es mucho más moderno ya (se notan los casi cuarenta años de diferencias con las historias anteriores) y bien podría haber estado, de publicarse en USA, en los primeros números de Weird Tales, esos donde todavía no aparecían Lovecraft y su círculo. Nada excepcional pero bien escrito.

El segundo libro que reseñamos tiene una diferencia: se compone de tres novelas de bolsillo (y un cuento) escritos exclusivamente por un mismo autor, Ernesto Bayma, un periodista deportivo y libretista de teatro que escribe cruzando géneros, en este caso el bélico con el fantástico. El resultado es… ufff… extrañísimo. Como pone en el estudio (que está también en el libro) Christian Vallini “el verdadero apocalipsis no pasa por los escenarios de guerra, sino por le sentido de caos e irrealidad que subyace bajo la superficie”. De hecho, las historias están bastante caóticamente construidas, con personajes que aparecen y desaparecen, con explicaciones de conductas que aparecen casi en offside, con giros increíbles y, sobre todo con una atmosfera enloquecida y malsana que no se puede creer. Aclaro que no es para todo el mundo. Si te gustan cosas como argumentos coherentes, no es lo tuyo. Pero es fascinante. Un poco lo que pasa cuando lees a Harry Stephen Keeler o cuando ves una peli de Ed Wood: la bizarría de todo supera por lejos a lo que “debe ser” una buena novela de género. En serio es fascinante.

Que Mariano haga esos rescates es algo que me parece valiosísimo. Ojala que las ediciones ignotas sigan su marcha por muchos años más.

Leyendo a Mauro Mantella

Fantaciencia

Autores: Mauro Mantella (guión) y Leandro Rizzo (dibujos)

Edita: Ovni press, Lomas del Mirador, 2008

Bizancio: Punta Baja

Autores: Mauro Mantella (guión) y Sergio Montes (dibujo)

Edita: Ovni press, Lomas del Mirador, 2009

El Hombre Primordial

Autores: Mauro Mantell (guión) y Germán Erramuspe (dibujo)

Edita: Rabdomantes, Rosario, 2017

Ucrónicas

Autores: Mauro Mantella (guión) y varios autores (dibujo)

Edita: Rabdomantes, Rosario, 2017

Probablemente, de todos los guionistas argentinos surgidos en los últimos 20 años, Mauro Mantella sea probablemente le mas deudor del estilo que los autores británicos (via su desembarco en USA y luego en el resto del mundo a partir del os ochentas) han convertido en marca de fábrica. Su relación con el fantástico, su prosa literaria y que juega con conceptos filosóficos, su intento de replantear continuamente las posibilidades del medio, su cuidado ante los engranajes del argumento, todo lo hermana con Moore, Morrison, Gaiman y compañía.

Esto no esta dicho como algo que le quite mérito a su tarea. Por el contrario, escribir al nivel de estos autores no es algo fácil. Y Mauro me parece poder mirar cara a cara a muchos guionistas de esa camada y no avergonzarse. Lo puedo demostrar justamente tras releer cuatro de sus libros.

Empecemos con Fantaciencia, una historia donde, lo que empieza como las aventuras de un equipo de investigadores de lo desconocido (al estilo Cuatro Fantásticos) termina convirtiéndose en una pregunta sobre la realidad, el entretenimiento pop y las formas de enmascarar la desigualdad social. Todo engarzado con esos mecanismos de relojería recontra solido, derrochando ideas para al menos un año de serie regular en apenas 64 páginas. Que encima dibuja como los dioses Leandro Rizzo. Simplemente es una injusticia que esto no tuviera continuidad.

La otra gran historia donde Mantella brilla como guionista es El Hombre Primordial, que saliera publicada primero en la revista Bastión y recopilada por Rabdomantes. Subiendo la apuesta del Miracleman de Moore, acá el superhéroe no es como un dios. Es Dios. O al menos su sucesor. Lo que empieza con la historia mas o menos esperable de un loser (aquí un pibe con síndrome de Down, huérfano y portador de HIV) adquiriendo poderes inimaginables rápidamente se convierte en una pugna por el poder de la creación y su destino. Si, pavada de ambición. Pero que Mantella se re banca construyendo personajes interesantes y tridimensionales que hacen lo que hacen por lógica. Y todo sostenido por el dibujo de German Erramuspe, de un hiperrealismo fastuoso y algo barroco, que le queda como anillo al dedo a esta historieta. No por nada quienes la leyeron en su momento la seguían recordando.

Si quieren, pongamos un escalón más abajo en la calidad a Bizancio: Punta Baja. Bizancio es un detective de lo oculto, una especie de versión criolla de John Constantine, con las mismas ambigüedades grises, la misma actitud desencantada y la misma capacidad para encontrar lo sobrenatural en los lugares más impensados. Como en Punta Baja , un pueblito de la provincia de Buenos Aires en los que queda varado por casualidad para encontrarse en una historia de secretos compartidos y posesiones demoníacas que debe resolver. Todo eso mientras su vida personal tampoco marcha demasiado. Muy solido, muy creible, bien podría haber sido un arco de Hellblazer… y tal vez por eso mismo lo pongo un poco más abajo. NO hay mucho que diferencie a Bizancio de Constantine. Y reconozco que los dibujos atmosféricos de Sergio Montes, sin ser malos ni mucho menos, empalidecen un poco frente a los de los autores anteriores.

Me dejo para el final Ucrónicas, una antología de historias cortas que Mantella hizo con varios dibujantes. El propio Mantella me reconoció charlando que no le gusta tnaot escribir relatos cortos. Y por supuesto la calidad, como en todas antología, varía, aunque el promedio es muy bueno. Ningun relato es malo y ningún dibujante es inmirable, reconozcámoslo. Pero algunos están mejor elaborados  que otros. Yo me quedo con Amor negro, una viñeta sobre zombies con un giro de mucha mala leche, dibujado por Alejandro Aragon; Fusion, una explicación de por que el Nirvana no es tan bueno como se cree, dibujada por Salvador Sanz como los dioses; la bizarrisima el Lado B, con una idea sorprendente llevada hasta la lógica ifnal y con dibujos de Mauro Lirussi, que además dibuja en un registro totalmente diferente El Cielo de los perritos, una historia durísima y con Zombiesbena dibujada por Facunod Percio y que explica las diferencias de percepción entre el zombie y el humano de una manera fabulosa. Las demás igual tienen un giro, una idea, un elemento que trata de escaparse de lo obvio. Pero reconozco que el trabajo breve de mantella me resulta menos interesante que sus obras largas.

Pero en el balance, Mauro Mantella es un guionista fantástico que ojalá se prodigara más. Yo , al menos , sería un lector fiel.

Mirando el Ojo Eléctrico

Psicocandy (2017)

Autores: Damián Connely (guión) y Nicolás Brondo (dibujos)

Colección: El Ojo Eléctrico 1

Edita: Rabdomantes; Rosario y Atmósfera; Cordoba

Paint It Black (2017)

Autores: Rodrigo Canessa (guión) y Nicolás Barbera (dibujo)

Colección: El Ojo Eléctrico 2

Edita: Rabdomantes; Rosario y Atmósfera; Cordoba

Flash Card Mystery Man (2017)

Autores. Damián Connely (guión) y Fernando Calvi (dibujos)

Colección. El ojo Eléctrico 3

Edita: Rabdomantes; Rosario y Atmósfera; Cordoba

Echenle la culpa a Bowie. Mas específicamente a su muerte.

Por ese acontecimiento, Damián Connelly decidió vestir su luto por uno de sus artistas favoritos creando un universo que referencia a bandas o solistas de música, como tratando de ponerle carnadura narrativa a esos mundos que se han creado con la música. Y a partir de ahí, tenemos esta colección que ya tiene con tres libros diferentes. Todas formando parte de una narrativa más amplia, con personajes que reaparecen en cada uno. Y con narrativas extrañas, que bien podrían estar en la línea Vértigo. En sus bordes mas fisurados incusive.

El primero, Psicocandy, marca el tono de la historia. Basado en las canciones de Jesus & Mary Chain, acá Connely nos sumerge en el extraño mundo de Cindy Reid/Candy, manipulada experimentalmente para convertirse en un ser que se alimenta de la líbido de otros. Junto a Honey, una chica que, cuando tenes con sexo con ella, terminas en la dimensión XXX, gobernada por una reina que se parece a la ex diva del porno Sasha Grey y Marky, un marsupial cachondo y fumador, se embarca en un viaje para averiguar que ha hecho su creador (el doctor ENO, científico renegado de la corporación Stardust, clave en este universo) con ellos. Y con un final tan abierto como intrigante. Todo eso por Nicolás Brondo, con un estilo muy deudor de Jamie Hewlett que funciona perfecto para este coctel de locura, violencia y erotismo.

Paint it black transcurre en el mismo universo, aunque con un diferente equipo creativo (Rodrigo Canessa en los guiones y Nicolás Barbera en dibujos). Y, luego de la novela gráfica anterior, defrauda bastante. Aca tenemos a un vigilante urbano que parece destinado a convertirse en guardián de otra dimensión. O algo así. La verdad, el guion no es muy claro. Hay otro científico renegado de la Corporación Stardust y mucha violencia pero que no se si aporta mucho a la historia. ¿El dibujo? Regular.

Por suerte, volvemos al cauce interesante con la siguiente novela gráfica, Flash Card Mystery Man. Allí tenemos a Nathan Adler, robot detective, impulsado por tarjetas que sale de su pecho que son la base para sus movimientos y decisiones. Nathan quiere saber quién es y concentrado en buscar a una persona Baby Blue. Este viaje detectivesco-iniciático esta fastuosamente dibujado por Fernando Calvi, llevando el estilo de superhéroes de Image de los noventas a una variante cuasi abstracta que le impone un sentido de locura y urgencia arrolladora al trabajo.

Como ven, hay de todo en las historias. Tal vez peca un poco de abstracto pero al menos trata de ir mas allá de lo obvio en la construcción de un universo conjunto. Veamos si hay mas historias y el relato que se va desplegando en cada tomo tenga un final satisfactorio. La apuesta sigue siendo arriesgada pero diría que en términos generales, vale la pena estar atentos a seguirla.