El zorro que ríe (The Laughing Fox, 1940)

Autor: Frank Gruber

Colección: Biblioteca Oro nº 173

Edita: Molino Argentina, Buenos Aires, 1942

Johnny Fletcher y Sam Cragg son dos que viven de su habilidad para convencer a los demás que hacen bien en dejar su dinero en sus manos. Unos pícaros, vamos, listos para ganar dinero fácil (y perderlo igual de fácilmente). Johnny es el cerebro del grupo, capaz de convencer a un esquimal para que compre una nevera. Mientras Sam es su leal, forzudo y no demasiado brillante colega. Un par de tipos que andan bordeando el lado oscuro, sin pasarse a él.

Estaban sin un centavo en una pequeña ciudad, en medio de una gigantesca feria de venta de pieles de zorro cuando un tipo llevando un zorro les dijo que no tenía donde quedarse. Le ofrecieron su habitación de hotel y que fuera primero. Mala idea. Al llegar encontraron al tipo muerto de un balazo lo mismo que al zorro. Y a partir de ahí todo se complica aún mas, con jugadores de dados tramposos, millonarios de oscuros pasados, coristas devenidas en señoras de alta sociedad, dueñas de granjas de zorros muy enojadas y una misteriosa desaparición de un adolescente que lleva veinte años sin resolverse. Johhny y Sam van esquivando con astucia todo , desenredando una madeja compleja , con giros muy interesantes y volantazos inesperados. Creo que, si no fuera por el final, que no me termina de cerrar demasiado, diría que es un gran policial negro con ribetes humorísticos muy logrado. Definitivamente Johnny y Sam son una pareja carismática, que deberían ser mejor recordadas.

Otro que debería recordarse es el autor. Frank Gruber era uno de esos artesanos de la palabra con una larga carrera en los pulps, el cine y la televisión. Escribió de todos los géneros, de manera sólida , eficiente y con una chispa de estilo, aunque sus especialidades eran el policial y el western. Incluso escribió un libro sobre sus memorias en la jungla pulp, que ha sido una de las principales fuentes de primera mano para saber lo que era lidiar en esa fabrica de hamburguesas literarias que eran estas revistas durante la primera mitad del siglo XX. Si todas sus obras con como esta, nos encontramos con un tipo que sabe narrar y produce material bien escrito para el disfrute en el rato libre. Absolutamente recomendado.

Es tarde para lágrimas (Pound of Flesh, 1953)

Autor: Simms Albert

Colección: Apasionada nº 3

Edita: Calypso, Buenos Aires, 1957

Una de las cosas interesantes que trae leer estos libros olvidados, esta literatura de derribo que es la base desde el inicio de este blog, es encontrar en ellas el trasfondo social e ideológico que trasuntan las novelas y ver cómo ha cambiado este en el tiempo. Sesenta años atrás, por ejemplo, publicar un libro que en el fondo se la pasa diciendo que las mujeres de carrera son trepadoras amorales que usan el sexo como arma de crecimiento personal a toda costa, aunque en el fondo lo que quieren es un tipo que la ame para sentar cabeza, no era un problema. Obviamente un libro así hoy día no sería aceptable excepto en círculos absolutamente misóginos, pero en aquellos años no parecía ser inconveniente, al menos a la hora de publicarse como literatura popular. No es muy difícil hacer la inferencia que esto era posible porque este tipo de pensamiento tenía mucho más apoyo entonces que ahora. Lo cual, en lo personal, se agradece.

Yendo a lo estrictamente literario, el libro es una de esas novelas de posguerra que aúna erotismo suave (que hoy no escandalizaría a nadie pero era “risque” en esos años, otra diferencia social) con una trama criminal que siempre termina con la mujer siendo culpable. Escrito eficientemente, para pasar el rato, sin nada muy delirante pero tampoco nada demasiado brillante. Una hamburguesa literaria más. Y una ni siquiera muy apetecible. De su autor no he descubierto nada en Internet, así que sospecho que o es un seudónimo o es alguien que no tuvo una carrera muy larga.

Como claramente esta reseña no los motiva demasiado a salir a buscar el libro en librerías de viejo, hagamos un resumen de la trama para ahorrarles el proceso. Kitty Sanders trabaja en una agencia de publicidad a la que llego usando sus dos talentos principales, el izquierdo y el derecho. Es la amante del jefe hasta que a este le da un ataque al corazón llegando a su casa. Kitty para evitar el escandalo lo sube a su auto y lo deja allí, aparentando que allí tuvo el ataque. Pero necesita conseguir un trabajo nuevo. Y se contacta con Moose Willard, el dueño de una empresa, hombre hecho a si mismo y un hijo de puta tiempo completo. El tipo no tiene problema en contratarla en su departamento de publicidad, con la cláusula extra que le toca ser su amante. Y kitty se vuelve su posesión. Le guste o no. Incluso aunque conoce a otro publicitario que la deja loca. Y el resto de la historia tenemos a Kitty debatiéndose en ser la amante de un tipo hijo de puta o seguir al amor y quedarse sin ni un peso. Y, como es materialista y codiciosa, no hace LO CORRECTO: casarse y ser ama de casa de su amorsh. En el medio termina liada con el cuñado del jefe, que también trabaja en el departamento de publicidad, un tipo alcohólico y débil que nunca se ha enfrentado a su jefe pero que es buena gente. Y todo termina mal cuando el jefe descubre a su cuñado y su amante mientras visitan a la esposa (y hermana) y reclama los derechos de pernada exclusiva boxeando salvajemente al cuñado. Para salvarlo, Kitty le pega un tiro y se escapa. Le pide ayuda al amor de su vida para escapar, pero él la entrega a la cana. Porque, en el fondo, una mujer así merece expiar sus culpas vieron. No que haya detenido a un tipo brutal de hacer mierda a otra persona.

Insisto, si van a meterse en este libro, háganlo con animo sociológico, para ver cuanto cambió la representación de la mujer en la cultura popular.

Antes de irme, dos datos extra: primero , las ilustraciones interiores son particularmente buenas, dibujadas por José Clemen, uno de los autores clásicos de la historieta argentina de mediados del siglo XX. Limpias, estilizadas, y con un toque sensual que no se ve seguido en estos libros. Segundo, el traductor es “Eduardo Golly” ¿Sería Eduardo Goligosky? No me asombraría.

Dos Libros de Oro de Cinefania dos

Libro de oro de Cinefania: Weird Western

Editor: Dario Lavia

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2015

Libro de oro Cinefania: Shock TV

Editores: Dairo Lavia Y Juan Carlos Moyano

Edita: Cinefania, Buenos Aires, 2016

Lo reconozco: adoro las enciclopedias de cultura pop excesivas, esas que exprimen un tópico hasta el fondo, que no dejan una piedra sin revolver y que, si algo se les pasó, fue porque en serio no lo vieron, y que, si tienen la opción agregaran la opción en una segunda edición. Si encima es de un tópico poco explorado, mejor.

Por eso amo estos libros de oro. Dario Lavia hace en ambos ese trabajo de dar información de un montón de material que se sabe poco y nada. Una cantidad de películas y series televisivas de las que sabemos poco y nada, que han caído en el olvido (y hasta en la desaparición física) No me puedo imaginar la cantidad de trabajo que ambos libros deben haber llevado en términos de investigación y redacción (incluso cuando no todas las reseñas son de Lavia sino que hay un grupo de gente detrás escribiendo las entradas). Pero que hay una cantidad enorme de tiempo detrás , la hay. Eso se los firmo.

Tal vez la menos asombrosa sea la del Weird Western, ya que ya hay obras dedicadas al subgénero (aunque creo que ninguna en castellano). Para el que no sepa que es, el “weird western” es el subgénero del western donde aparecen elementos extraños e inesperados en el. Normalmente se piensa en elementos de corte fantástico (vampiros, fantasmas, extraterrestres, armas futuristas, etc.) pero el tomo también agrega películas con elementos del thriller, el cine negro o hasta el género del espionaje (espías atómicos, psycho killers, asesinatos con toques de mafiosos, etc). Partiendo de una definición tan amplia, uno podría esperar que se obviaran algunas obras. Y no. El libro no habla solo de los filmes esperables en el subgénero (Billy the Kid vs. Dracula, The Pale Rider, Valey of the Gwangi, etc) sino que incursiona en material antiguo (el capítulo del material mudo es una delicia) y hasta en derivaciones del resto del mundo (Los irrompibles, El Charro de las Calaveras, las películas de Zagor, etc) y hasta en la versión argentina, el weird gaucho (con nazareno Cruz y el Lobo como mejor ejemplo, aunque no el único). Todo investigado exhaustivamente, de una forma tal que no creo que haya quedado mucho afuera.

Ahora si lo del weird western es demencial, palidece ante el Libro de oro de Shock TV, que hace algo que nunca nadie había hecho antes: un relevamiento de todo lo que se pasó en las pantallas televisivas de Argentina relacionado con os géneros del terror y el suspenso. Repito: TODO. Tanto series locales, como importadas, tanto telefilmes (nacionales o extranjeros) como ciclos de cine sobre el tema. Incluso en series donde el tema solo aparecía en un episodio o dos. Tratando de decir cuando se dio, a qué hora y en que canal. El que tenga levemente idea del paupérrimo estado del material de referencia sobre el tema en Argentina, sabe lo ciclópea que tiene que haber sido la tarea tras este libro. Referenciar todas las obras (argentinas y españolas) de ambos Narcisos (Ibañez Menta e Ibañez Serrador) ya es complejo. Poner toda la grilla de Cine de Super Accion o Viaje a lo Inesperado (ciclos claves con los que nos criamos todos los cinéfilos argentinos que pasamos de los 35) ya es jodido. Sumarle todo el otro material más oscuro, hablar de series locales de las que en un 90% no existen ni siquiera los videos, es una locura abrumadora. Y Lavia y Juan Carlos Moyano logran un producto más que digno. Posiblemente esto va a ser material de referencia para el futuro. Del que nadie que quiera investigar sobre la televisión argentina podrá zafar de referenciar.

¿Qué criticar? Si quieren el diseño, que es funcional pero poco vistoso. Pero eso es como quejarse de las teorías de Einstein porque no se sabía cortar el pelo: es algo absolutamente irrelevante.

Desde ya, si consiguen una copia de cualquiera de los dos (o de los otros Libros de Oro de Cinefania) no lo duden y gasten el dinero. Si quieren un material enciclopédico muy bien investigado no pueden fallar. Y, si no lo encuentran, siempre pueden ir a la página de Facebook del grupo Cineficción (revista que dirige Lavia y que deberían comprar si les gusta el cine fantástico) porque, en un acto de generosidad, Lavia sube los pdf de los libros de oro agotados para todos los que estén en el grupo. Yo leí de esa manera el libro de Oro de Héroes Pulp y les puedo asegurar que es igual de excesivo y brillante que estos dos. Háganme caso, ingresen al grupo que vale la pena. Y cómprense estos libros de oro.

Los caballeros de la noche.

Historia de la banda que secuestraba cadaveres.  ¡¡¡Y pedia rescate !!!

Si, amigos del blog: la paz de los sepulcros es bastante fragil (como sabe cualquier fan de las películas de terror).  No solo los asistentes del doctor Frankenstein y tanto «mad doctor» por el estilo se han ocupado de llevarse los difuntos. Ya sabemos que en la vida real no faltaban los fieles proveedores para estudiantes de medicina y especialistas en anatomía. Aunque aquí en Buenos Aires fuimos como siempre mas originales. Aquí funciono la única banda del mundo creada para secuestrar difuntos a cambio de jugoso rescate. Se llamaron a si mismos los caballeros de la noche.

Poético. Misterioso. Folletinesco

Nada de desharrapados robando una tumba cualquiera bajo la tormenta. Estos operaron en nuestro cementerio mas distinguido (La Recoleta), lugar de reposo eterno para nuestra mas distinguida (y adinerada) élite. Que jorobar. Y como caballeros que eran, el día 24 de Agosto de 1881 enviaron una muy florida y educada nota a la señora Felisa Dorrego de Miro Quesada, donde se le informaba cortesmente del secuestro de los restos de su madre, Doña Ines Indart de Dorrego.

Mientras la distinguida dama no podia salir de su asombro, el correctisimo autor de la nota aseguraba que la difunta se hallaba rodeada del mayor respeto y seria devuelta cuando se cumpliera el pedido de los caballeros: apenas unos cinco millones de pesos, muy poco para la enorme fortuna de la prominente familia. Caso contrario se quemaría el cadaver, se esparcirían las cenizas y, (lo peor de todo) el mayor oprobio social caería sobre su familia. Firmaba la misiva con las misteriosas iniciales «Los C de N » . Ademas de la carta enviaban un cofre vacío, donde debían colocarse los millones del rescate para ser entregados a un mozo que se encargaría de llevar el dinero a los secuestradores. La misteriosa caja ostentaba el sello de estos C de N: una lechuza.

Bien noveleros estos noctámbulos.

Luego de considerar el problema la familia decide consultar a la policía. Segun lo cuenta Daniel Balmaceda en su obra. «Historias insolitas de la historia argentina » (Bs As, Grupo editor Norma, 2008), «nunca se había efectuado semejante operativo para resolver un caso». Claro, esta era una de las familias mas importantes de la Argentina. Así que pusieron a sus mejores hombres para trabajar en el asunto: el comisario Agustin Isidoro Suffern (el Sherlock Holmes ) y Pablo Tasso (el doctor Watson). Asi los llama Daniel Balmaceda, quien nos informa que, ademas de estos dos comisarios, la movilización al cementerio comprendió cuatro comisarios mas, diez oficiales y todo un batallón de policías irrumpiendo en la Recoleta y rodeando todo de un cerco inexpugnable, dando vueltas todo de arriba abajo en busca de pistas.

La victima.. Bueno, su cadaver fue la victima.

Ni antes ni después existió un operativo igual en un cementerio. Aunque en la Recoleta han pasado las cosas mas increíbles. (Recomiendo leer «Ciudad de angeles» de Omar Luis Matto, Bs. as. 2001 si quieren saber de dichas historias)

Esta vez era una ciudad revolucionada. Se comprobó que, en efecto, la dama en cuestión había sido extraída de su sepulcro por increíble que pareciera. La búsqueda febril del cuerpo comenzó inmediatamente pero nadie encontraba rastros por ningun lado.

El misterio era profundo y los tenia a todos desesperados. ¿Como diablos se pudo sacar del cementerio todo un ataúd de mucho peso? ¿Y como hacerlo pasar por la puerta sin ser notado por nadie? ¿Eran todos cómplices? Como se pudo llevar a cabo semejante acción?

La respuesta era simple: No hay que sacarlo del cementerio: ¡¡Alcanza con cambiarlo de lugar!!

Quien se dio cuenta de esto no fue el detective, sino el mayordomo, que conocla las dificultades que acarrea trasladar un ataud de semejante peso, ya que el mismo fue uno de los portadores. Era un ataud muy pesado y lleno de inscrustaciones decorativas, con lo que no se prestaba mucho a ir paseandolo por ahi.

A unos metros del panteón de los Dorrego, un agente muy perspicaz noto algo extraño. En la boveda de la familia Requejo había una flor en la pared. Estaba sola ,no era parte de una ofrenda. Aquella flor parecía estar marcando algo.

En efecto, la flor era la señal. Alli encontraron el ataúd de la señora Dorrego. Si bien en el apuro lo habían dejado cabeza abajo. Aunque la dama sin duda no sufrio demasiadas molestias por eso.

La tumba profanada

A decir verdad, al menos esta bizarra forma delictiva tenia algo bueno: no causaba el menor sufrimiento a sus victimas

El ataúd había sido hallado. Faltaba atrapar a los culpables. Al día siguiente se presento en el palacio de Doña Felisa un mozo portador de un sobre otra vez marcado con el sello de la lechuza y las iniciales C de N.

(¡Todo esto es tan folletinesco que no se puede creer que no tengamos una pelicula o una novela todavia!)

«Señora Doña Felisa D de MIro

Respetable Señora : Sirvase entregar al portador lo que ustedes ya saben»

Firmado:  los C de la N.

Ese era el educadisimo texto. ¡Esos son buenos modales!

De inmediato el mayordomo le entrego el cajón (en realidad lleno de recortes de periódico) al misterioso enviado. Siguió (según el relato de Balmaceda) una persecución digna de comedia policial desaforada: mas de quince policías encubiertos seguían al mensajero. El propio Pablo Tasso -quien había elegido un disfraz de vendedor de pollos- le pisaba los talones al grito pelado de «¡¡pullo e gallina !!». Tal multitud de bizarros disfrazados, muy lejos de pasar desapercibidos, debieron hacer volver la cabeza a todo el mundo- Aunque tan bien representaban su papel que por poco se arruina todo cuando los policías trataron de arrestar a uno de los suyos disfrazado de «vago»… ¡¡pensando que era sospechoso que se acercara tanto al mensajero!! (Balmaceda obra citada pag 93)

¡¡¡A POR ELLOS!!!!

Es muy divertido leer los pormenores de esta persecucion cinematografica. No falto nada. Ni gente que reconoció al sargento Suffern y le pregunto: «Usted es Suffern. Por que se ha disfrazado de guarda?»

El cementerio de la Recoleta de Buenos Aires

Ni la apropiación violenta de transportes ajenos para perseguir al villano. Vean si no

El mozo había arrojado el cajón con el «dinero» que ya estaba en manos de los caballeros y tenía a todo el aparato policial detrás en espectacular despliegue

«A un costado del camino los hombres de la banda que aguardaban el cajón con los millones de los Dorrego no tardaron en reaccionar: le ordenaron al cochero que castigara a sus caballos y los alejara de alli»

.»Suffern y Tasso corrían a pie. Un lechero vasco venia haciendo el camino opuesto en un caballo pachorriento. Tasso le dijo que era policia y que necesitaba el caballo. El vasco se negó. Tasso lo arranco del caballo (suponemos que no suavemente) salto encima y salio en persecucion de sus presas.» (Balmaceda pag 94.)

Ya vemos que el cine que nos gusta no invento nada: aca tenemos al tipico policia que le roba la moto (el taxi o lo que sea) al extra para perseguir al villano. La proxima vez que una pelicula muestre una escena asi,amigo del blog, recuerde que en el año 1881 , Pablo Tasso, titular de la comisaria tercera, jurisdiccion del barrio de la Recoleta , Bs As ya lo habia hecho… y con un cansino caballo de lechero. !!!Y todo para atrapar a los secuestradores de un cadaver. !!

Surrealista como el cadaver exquisito de Breton pero todo documentado.

Como en nuestra historia han ocurrido desgraciadamente cosas mucho mas tragicas, surge la logica pregunta: ¿por que no se hizo lo mismo cuando se trato de rescatar personas con vida??

Es decir. ¿Por que fue este el mayor despliegue de fuerzas policiales? ¿Y por que tanta accion desenfrenada? No estaba en juego ninguna vida y ni siquiera bienes materiales. Todos coinciden en que solo se habia entregado recortes de periodico.

Finalmente los «C de N» fueron detenidos. Eran nueve miembros, pero hubo un décimo integrante (llamado Daniel Espósito) que logro eludir la persecución policial y simplemente desapareció. Nunca volvio a saberse nada de el.

Por si faltaran elementos novelescos, el jefe y cerebro de la banda rapta difuntos resulto ser un elegante noble belga de 27 años arruinado por las deudas de juego. Se llamaba Alfonso Kerchowen de Peñaranda, padre de un bebe. Ideologo de la genial idea. Se lo reconoció ademas como merodeador de la Recoleta desde tiempo atras. Es decir ya tenia el plan desde antes.

Sobre este noble y la señora Felisa se puede agregar que, sorprendentemente, ella lo recibio en su mansion, intrigada que un noble joven y guapo se hubiera entregado a la delincuencia y según parece se intereso por ayudarlo a el y su bebe. Un articulo del diario La Nacion hasta sugiere un interes sentimental

¡Lo dicho! ¡Tenemos un enorme filon de argumentos para novelas y no lo explotamos! Nuestra historia tiene para sorprender por todos lados.

En fin. Este noble belga cayo bien a la misma familia de la secuestrada. Claro que si se hubiera parecido a Igorr, otro gallo hubiera cantado. Finalmente, fueron liberados.todos los caballeros noctambulos lechucistas.

El juicio fue muy sonado (y aun hoy se lo discute) pero finalmente prevaleció el principio de que no se puede culpar cuando no existe la ley. Y es que este delito no existía en nuestro Codigo Penal de la época. ¿A que mente afiebrada se le iba a ocurrir secuestrar muertos? Como expuso en su esplendido alegato el joven abogado defensor Rafael Calzada, «No hay delito sin ley previa.»

Los nueve integrantes de la banda fueron liberados. La banda se disolvió. La noble dama volvió a su lugar de eterno descanso.

La sentencia fue arduamente discutida. Aun hoy se la encuentra en la red. Hay quien dice que no vale la pena que la ley se ocupe de casos excepcionalmente raros ,sino de lo que es comun a todos. De lo universal antes que de lo particular. Otros recuerdan el caso del cadaver de Eva Peron o de las manos robadas del cadaver del propio Peron.

Rafael Calzada, abogado defensor

Se hace muy necesaria una legislacion clara. Aqui los difuntos no descansan demasiado tranquilos

(Como sabemos, el cadaver de Eva Peron fue robado y ocultado durante años en Milan en una tumba que llevaba el nombre de «Maria Maggi de Magistris». En 1973, la guerrilla peronista Montoneros secuestraron el cadaver del general Pedro Eugenio Aramburu, sacándolo de su boveda en la Recoleta y pidiendo a cambio la restitución del cadaver de Evita, lo que se cumplio mas tarde en la presidencia de Maria Estela Martinez de Peron.

Y durante el gobierno de Raul Ricardo Alfonsin se sustrajeton las manos del general Peron aserrandolas del cadaver. Todavía no hay culpables ni se sabe dle paradero de las manos)

Pero volvamos al siglo 19, donde la discusión tuvo a todo el pais alborotado. Tanto fue el revuelo que se dicto una ley unica en el mundo.

«Se castigara con una pena de dos a seis años de prision a todo aquel que sustraiga un cadaver y pretenda dinero por su restitucion»

Art 195 Ley 1920 codigo penal de Carlos Tejedor. 1886

Como para darnos por enterados de que no fue una buena idea

Mejor jugar con estas cosas solo en el Halloween. Que en esa epoca por supuesto no existia, al menos por estos pagos

Queda todavia un interrogante nunca contestado: ¿Que habra sido del cansino caballo? Se lo habran devuelto al vasco?

BONUS TRACK

Nos cuenta Daniel Balmaceda en su obra citada que el abogado defensor de estos caballeros, Carlos Tejedor, logro una envidiable carrera. Habia tenido un inmejorable comienzo al encargarse de un caso que tenia en vilo al pais y lograr que los nueve acusados salieran libres. Su esplendida carrera continuo de exito en exito. Fue el representante de los hijos no reconocidos de Juan Manuel de Rosas y -algo no muy conocido- fue uno de los impulsores de la reforma de nuestro himno nacional, acortando la letra.

En 1909 recibió tierras como parte de pago de honorarios por otro caso en el que actuó. En esas tierras, situadas 25 km al sur de la Ciudad de Buenos Aires se fundo Villa Calzada, actual localidad de Rafael Calzada. O sea que los honorarios que solia cobrar serian bien saladitos. Si un dia pasa por ese bello lugar, lector, recuerde que su fundación es una consecuencia no esperada de esta bizarra historia

Fuentes:

Historias insolitas de la historia argentina» Daniel Balmaceda ed Grupo editorial Norma 2007

Los caballeros de la noche La Nacion. 28 agosto 1881

Historia de los barrios de Buenos Aires. Vicente Cutolo, Talleres graficos Ferrari. 1934

Sexton Blake en Sudamérica (Sexton Blake in South America, 1922)

Autor: ¿?

Edita: Edicones Ignotas, Buenos Aires, 2018

Hace muuuchos años, el Centro Editor de America Latina (esa editorial que sacaba libros buenos bonitos y baratos) había sacado uno de los primeros estudios sobre el folletín y la literatura popular hecho en Argentina. Lo interesante era que, en la tapa aparecía un afiche de esta novela, que nos decía que Sexton Blake (esa versión serie B de Sherlock Holmes que se vendió desde Inglaterra por el mundo durante décadas) llegaba a nuestro país para cazar dinosaurios. Obviamente, para todos aquellos que leìmos ese libro la curiosidad por leer el relato original quedaba pegada en nuestra cabeza. Claro, encontrarlo era una tarea cuasi imposible, porque desde su publicación, el relato nunca había vuelto a salir.

Y entonces, aparece nuestro amigo (Y colaborador del blog) Mariano Buscaglia.

Quien, entre otras cosas, es el editor de su propio pequeño sello editorial, Ediciones Ignotas, dedicado a rescatar libros perdidos en el tiempo. Material difícil pero que vale la pena rescatar para gente de gustos psicotrónicos. Como servidor. O los lectores de este blog.

Así que, tras hallar la edición argentina original de esta historia (en la revista Pucky de 1922) decidió editarla como edición fascimilar, acompañada por un artículo de Pepe Muñoz, detallando la importancia del personaje y el origen de la historia (que se basó en las noticias sobre el avistamiento de un monstruo prehistórico en los lagos del Sur, que daría pie a nuestra leyenda del Nahuelito ). Y nos entregó este relato para que los aficionados a la literatura de derribo pudiéramos disfrutar.

¡Y cómo!

La novela tiene todo lo que uno puede esperar de este tipo de material: plantaciones de coca en los bosques de Chubut (evidenciando un desconocimiento de la geografía fastuosa: la coca no se planta ahí y si algo caracteriza a la provincia patagónica de Chubut es tener kilómetros y kilómetros de terreno llano y semi arido, apenas variado por algún arbusto); pigmeos nativos; troncos que se deslizan por los ríos de la Patagonia, cruzando los Andes (sospecho que burlando la ley de la gravedad porque no veo como ríos que nacen del lado del Atlantico puedan terminar en el Pacifico); hombres misteriosos manejando una fábrica de merca en medio de la nada y siendo temidos por la región; zulúes disparando ametralladoras en cuevas; el uso de las boleadoras como arma mortal; y como broche de oro, un plesiosaurio de color rojo vivo y coleando. Todo esto en una historia de ritmo frenético (que puede resumirse asi: hay rumores que hay un dinosaurio en la Patagonia y además hay un muerto en Londres relacionado con el tráfico de cocaína y Sexton Blake va a investigar ambas cosas) donde pasa de todo. Desde ya no esperen cosas personajes tridimensionales o pretensiones de realismo, que saldrán defraudados. Todo es gozo puro y duro de la literatura pensada para desechar sin perdurar.

Si usted es uno de los que le gusta este tipo de material, no lo dude mas: vaya a la pagina de Ediciones Ignotas y solicite su ejemplar. Se lo recomendamos totalmente.

La puerta intermedia (The Door between, 1937)

Autor: “Ellery Queen” (Frederic Dannay y Manfred Lee)

Colección: Caimán nro. 89

Edita: Diana, México, 1961

Karen Leith es una novelista exitosa y muy celosa de su vida privada. Vive en una casa de aire oriental, ya que se crio en Japón. Está comprometida con el mayor experto en cáncer de la época, con una boda inminente. Y una tarde, mientras la hija de su novio –que está de viaje por Europa- espera en la sala, ella aparece muerta en su habitación cerrada. Solo hay una manera de entrar, que es por la sala donde la chica espera. Y todas las pistas conducen a la culpabilidad de ella, pese a que sabemos (el libro en gran medida está contado desde su punto de vista) que ella es inocente.

Por suerte hay dos aliados que pueden ayudarla. Uno es Terry Ring, detective privado barriobajero, duro y listo para todo (y que parece estar perdidamente enamorado de ella). El otro es Ellery Queen, hijo del Inspector Queen de la policía, novelista, intelectual y una máquina cerebral. Juntos terminan de resolver un caso que poco a poco se va retorciendo, arrastrando historias complejas del pasado de la muerta que afectan lo que pasa. Y resolviendo un misterio de cuarto cerrado de manera bastante factible.

Esta es la novela número doce de la serie de Ellery Queen. Si, el autor es también el protagonista… Bueno, en realidad eran dos primos (Dannay y Lee) que escribían novelas problemas (de esas donde las pistas están ahí en el texto para que el lector pueda resolverlo por su cuenta si así desea). Su personaje fue muy exitoso y generó una serie de novelas, películas, programas de radio y televisión y hasta una revista de relatos policiales con el nombre del personaje como título.

Particularmente esta es una novela que es considerada como transición entre las primeras novelas, misterios clásicos de crímenes imposibles resueltos con habilidad lógica y capacidad deductiva, hacia un estilo mucho más abierto, donde la caracterización del os personajes tuviera algo mas peso. Está claro que, ya a esa altura, el policial negro estaba teniendo peso en el género y los autores (que eran aficionados al policial desde antes de escribir) consideraron que había que variar un poco la fórmula. No me asombraría que el detective privado sea su forma de adosar esa vertiente en la historia.

La novela funciona muy bien, dando volantazos y sorpresas cada tanto, para seguir atrayendo al lector. Ellery no es una máquina de pensar, sino un tipo intelectual y calmado que –a diferencia de muchísimos otros detectives cerebrales- no resulta un necio social. Incluso construye hipótesis que fallan. Que logre ese equilibro es uno de los méritos de los autores. Tal vez la historia se marre hoy día  un poco por un cierto racismo anti oriental (tranquilos, no tenemos esos momentos a lo Sax Rohmer, nada tan exagerado) que confía en determinados rasgos de la “psicología oriental” para resolver la situación final. O una de las situaciones finales, que tiene varias.

En fin, interesante comienzo de mi parte en la obra de Ellery Queen (al menos de sus autores originales, que ya había reseñado hace muchos años atrás uno de los escritos por sus sucesores). Esperemos prontamente seguir con más de su obra.

¿Un Doctor Jekyll real?

El extraño caso de Robert Le Druc…o de Robert Ledruc. En la red se encuentran las dos versiones del nombre. Como para que todo sea, como corresponde, doble.

En este año se cumple un aniversario mas de la puesta en escena de la historia del dr Jekyll y Mr. Hyde (debido al enorme exito de su novela). Ese mismo año coincidió con los crimenes de Jack el Destripador y la trama quedo relacionada en la fantasia de muchos. Tal vez Jack fuera realmente un caballero correcto con una personalidad perversa insospechada.

Ese mismo año de 1888 ocurrio un crimen perfectamente real, con un asesino que no podia controlar su conducta.

El asesino es siempre la persona de la que menos se sospecha. En algunas historias policiales hasta resulta ser el mismo detective que supuestamente investiga el crimen. Agatha Cristhie escribio una novela con este final (no creo estar haciendo spoiler porque su produccion es enorme, al lector que le interese le queda el placer de buscarla releyendo sus muchos volumenes) pero en  ella el asesino simplemente finge.

Lo terrible surge cuando posee otra personalidad que no puede controlar. No hay duda de que resulta siempre un viraje impactante ,uno de los mas sorprendentes. Ni hablar si el hecho ocurre en la realidad, en medio de un crimen que tiene a todo el pais en vilo y dando lugar al mas celebre y extraño juicio en la historia de un pais (Francia en este caso) y al parecer a una extraña sentencia. En el caso del inspector Le Druc (o Ledruc) asesino y detective convivian en un solo ser,exactamente como en la novela de Robert Louis Stevenson.

Esta historia se ha contado muchas veces y para que no le falte dualidad,a veces como novela o cuento ,como en las paginas que adjunto de la revista Selecciones numero de Diciembre de 1944. (pag 75) y otras veces como hecho real, como en el blog  «La brujula verde»  que ademas cita varias fuentes sobre el tema. Las dos versiones coinciden practicamente en todo salvo en el final. Otras varian en algunos detalles pero los hechos principales son siempre coincidentes:

En el año 1888 se produce un desconcertante asesinato en la playa de St Adresse, Francia. Sobre la arena se encuentra el cadaver de un comerciante llamado Andre Monet, quien acababa de llegar con su esposa en busca de descanso y mejorar su precaria salud. Habia salido del hotel para nadar un rato pero al dia siguiente su cadaver aparecia en la playa. No le habian robado. No tenia enemigos alli pues nadie lo conocia. Su esposa dormia en el hotel mientras ocurria el asesinato. No existia entonces ningun sospechoso.

La Surete de Paris,envia a su investigador estrella Robert Le Druc. Conocido como «El idolo de los niños de Francia», Le Druc era celebre por sus brillantes investigaciones. Hombre de solido prestigio y honestidad intachable, se decia que con solo mirar una huella ya podia hacer el retrato completo de un hombre. Su talento se habia visto coronado varias veces con exitos resonantes que le estaban haciendo un lugar en la historia policiaca. Según los datos, tenia unos treinta y cinco años cuando se lo llama para resolver este caso que tiene a todo el mundo sorprendio.

Le Druc venia con el entusiasmo de siempre, aunque tambien muy estressado debido al exceso de trabajo de los ultimos tiempos, algo que puede explicar en parte lo que ocurrio despues. Veamoslo segun el relato de Selecciones:

«Al llegar a St Adresse, se hallo perplejo y confuso. La cartera del asesinado, con varios cientos de francos, estaba alli con la ropa. A la victima no se le conocian enemigos. No tenia mas herederos que su esposa. La señora de Monet habia estado aguardando a su esposo en el vestibulo del hotel hasta la madrugada. El medico forense dictamino que el crimen se habia perpetrado a las dos de la mañana. Asi pues,quedaba libre de toda sospecha.»

Viendo lo infructuoso de los esfuerzos por descubrir al criminial, Ledruc torno a sus procedimientos acostumbrados: cercó con cuerdas, en un radio de quince metros, el lugar donde estaba el cadaver y comenzo a buscar indicios. Llegó la noche. A la luz de la linterna, Ledruc descubrio lo que estaba buscando: huellas de pisadas .

Las contemplo largo rato, atonito, anonadado, mientras se formaban los moldes de yeso de las pisadas que rodeaban al cadaver.

Aquella noche la paso caminando por las calles de St Adresse: por la mañana se presento en la comisaria.

– Señores -dijo con voz apagada- he dado con la clave del crimen. Aqui tienen ustedes el molde en yeso de una huella que dejo el criminal cuando se acercaba a la victima. Vean este detalle extraño: en el pie izquierdo falta la primera coyuntura del dedo gordo. ¿Lo ven? Esta fuera de toda duda que esta es la marca de la pisada del hombre que dio muerte a Andre Monet.

Ledruc se arrodillo y se quito el zapato del pie izquierdo.

– Señores -dijo- YO soy el criminal.

Le Druc habia perdido en su niñez la coyuntura del dedo gordo del pie izquierdo,El molde de yeso de la huella correspondia exactamente con su propio pie.

En la version de La brujula verde se cuenta lo mismo pero se agrega que ademas mostro su pistola de fabricacion alemana, donde quedaban aun cuatro balas y una sola habia sido disparada recientemente. La que faltaba era la que habia dado muerte al comerciante y estaba aun en su cuerpo.

Entre las balas y las huellas coincidentes, no habia mas que agregar. Aquellas pesadillas en que se veia a si mismo cometiendo crimenes, se habian vuelto espantosa, increible realidad.

Segun La brujula, se realizó una prueba haciendo que el hombre durmiera en la comisaria, custodiado por guardas y teniendo a su lado un revolver con balas de fogueo. Efectivamente en un momento dado se levantó y disparó al pecho de sus guardianes… que hubieran caido muertos de no ser por las balas de fogueo puestas en el arma.

Podemos imaginar el estupor del publico, ya pendiente del extraño crimen sin solucion posible ante tan espectacular viraje y viniendo de alguien a quien se consideraba un genio de la investigacion policial, una persona intachable y admirada. Le Druc era el policía que se arrestó a si mismo. Pero ¿se castigaria a si mismo?

El juicio fue verdaderamente muy sonado. Ante la audiencia, su abogado logro hacer una de las defensas mas notables de la historia de Francia, argumentando que el acusado era totalmente inconsciente de lo que hacia. Era basicamente un hombre honesto que no podia luchar contra los instintos violentos que lo acosaban durante la noche, en estado de somanbulismo. Demostró, con ayuda de autoridades medicas de importancia, que el acusado era solamente peligroso durante las noches. Solo al dormirse aparecian sus deseos de matar. Durante en dia era tan cuerdo como cualquier persona normal. Igual que el doctor Jekyll, aunque sin utilizar ninguna extraña droga ,este hombre no podia controlar la personalidad peligrosa que llevaba dentro de si mismo. Escrupulosamente honesto, comprendió que era un peligro para los demas y decidio entregarse, aunque le hubiera sido facil ocultar tan increible verdad y sabiendo que podia ser condenado a la pena de muerte.

El abogado logro que el publico comprendiera esta extrañisima condicion y presento su celebre y dramatica pregunta:

«Siendo Robert Ledruc peligroso solamente mientras esta dormido ¿creen ustedes justo que muera el hombre despierto?».

El mismo dilema aparece siempre que existe una doble personalidad, aunque no sea la causa el somanbulismo. ¿Como ejecutar al hombre entero cuando solo una parte es la culpable?

En 1902 Marcel Schwob, que admiraba profundamente a Robert Stevenson y a su novela, publica Corazon Doble ,donde reelabora la historia, esta vez con un asesino de mujeres que aparece perfectamente inofensivo hasta que en medio del juicio logran hacer reflotar su personalidad oculta y el interrogante se da una vez mas:

«En cuanto se sento se produjo la reaccion. Sus mejillas empalidecieron, la cabeza cayo atras, los parpados se cerraron… y el cuerpo se desplomo inerte»

«Y el juez, de pie a su vez ante el hombre se planteo un terrible dilema : De los dos personajes a medias que tuviera ante si, uno solo era culpable y el otro no. ¡Este hombre era doble! y tenia dos conciencias: pero de ambos seres reunidos en uno solo ¿cual era el verdadero? Uno de los dos habia asesinado pero ¿era ese el ser primordial?  En el hombre doble que se habia revelado ¿Donde estaba el hombre?»

(Corazon Doble, Marcel Schowb, Centro Editor de America Latina, Bs, As  1980)

En la realidad el dilema es absolutamente mortal. Podria acabar en la guillotina con los dos seres opuestos.

Segun la version de Selecciones, Le Druc fue condenado a cadena perpetua. Sin embargo, la sentencia quedaba en suspenso desde que comenzaba el dia hasta la caida de la tarde. Desde el amanecer hasta la hora del crepusculo estaba en libertad de ir y venir y obrar a su antojo. Por la noche tenia que comparecer en la carcel, donde se lo encerraba hasta la mañana siguiente.

Durante cincuenta y un años Robert Ledruc cumplio esta extraña sentencia. Por fin se vio indultado. Una noche de 1939, poco antes del derrumbe de Francia, la muerte le abrio definitivamente la puerta de su prision.

Esta es la version de Selecciones, un modo casi salomonico de administrar justicia, un sistema bastante original, hasta poetico podriamos decir. Por algo llaman a la historia «Prisionero de la noche», pero da una impresion demasiado literaria, para creerla real.

El articulo de La brujula verde informa que simplemente se lo recluyo en una granja especial para pacientes siquiatricos. Algo mas prosaico y triste pero sin duda mucho mas probable. Ambas versiones coinciden en que este extraño personaje fallece en el año 1939.

Es toda una tentacion imaginar que muy bien pudo ser la inspiracion de Robert Stevenson, aunque es muy conocido que el decia haberse inspirado en una pesadilla (incluso Borges se habia fascinado con esta idea). Pero se sabe que a Stevenson le atraian mucho los casos de dualidad. Escribio sobre algunos mucho antes de que comenzara su historia sobre Jekyll y Hyde.

«De niño,Stevenson estaba fascinado con la historia de Brodie:un respetable carpintero durante el dia y un ladron durante la noche. Tenia una vitrina hecha por Brodie en su habitacion e incluso escribio una obra que lo tenia como protagonista. Durante toda su vida Stevenson se sintio fascinado por la «dualidad». Es el  tema de varios de sus libros predilectos y tambien esta presente en muchas de sus obras.»

(Comentario a «EL doctor Jeckill y Mr Hyde»  ed. El Ateneo, 2001)

Como dijimos al principio, en este mes de junio se cumple otro aniversario de la puesta en escena de El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr Hyde, que coincide con el año de este curiosisimo crimen. Y para que no falte ninguna forma de ambiguedad, la historia es narrada a veces como una ficcion.

 

La vuelta de Oscar Wilde (1947)

Autor: Lisardo Alonso

Colección: Rastros nro. 62

Edita: Acme, Buenos Aires

Un participante de un círculo espiritista aparece muerto en la calle, aparentemente víctima de un robo. Sin embargo, rápidamente se empieza a sospechar de un asesinato cometido por alguien del miso círculo espiritista del muerto. El problema es decidir quién y por qué ¿Es algún creyente fanático que creía que el asesinado estaba tratando de desprestigiar sus creencias? ¿Algún médium que teme que sea públicamente desenmascarado como un farsante? ¿O hay algún motivo más prosaico en tras el asesinato, algo que involucra el pasado de asesino y víctima de manera irresistible? Es con el trabajo de la fiscalía, de abogados implicados y de la policía que el caso el caso se resuelve satisfactoriamente.

Lamento decirle a quien pudiera esperar, viendo la tapa, que hay ribetes fantásticos en la novela, que esto no es así. La tapa tiene que ver con las visiones de una participante del grupo, que es considerada por demás miembros (y no solo por los pesquisantes) como una persona desequilibrada. Si bien el ámbito espiritista está bien investigado (de hecho es uno de los puntos fuertes de la historia), claramente para el autor poco hay de místico y sí mucho de fraude en ese mundillo. Dificilmente se pueda considerar a la novela (como hace le colega Carlos Abraham en su indispensable libro sobre editorial Acme) como “policial-fantástico”, a menos que consideremos que pertenece a ese subgénero que bordea al fantástico como es la “weird menace” (donde sucesos aparentemente sobrenaturales son explicados por acciones criminales perfectamente explicables, como pasa –para poner el ejemplo más conocido – con todos los casos de Scooby Doo). Aunque incluso ahí, es una clasificación laxa, porque nunca hay una intención de hacer pasar el asesinato como producto de una criatura sobrenatural: es más el ambiente en que se desarrolla la historia lo que lo acerca a lo fantástico y/ misterioso. En ningún momento se duda que el asesino es otro que una persona.

Eso no quiere decir que sea una mala novela de deducción policial. El escribano Lisardo Alonso hace un desarrollo bien cuidado de los acontecimientos, con un trabajo coral sobre la investigación policial y un claro conocimiento del sistema judicial argentino de esos años (donde tira ciertas pullas irónicas sobre este al pasar que se agradecen). La prosa es ágil y uno pasa las páginas con ganas. Incluso las explicaciones sobre el funcionamiento espiritista agregan información para resolver la historia y separar a los sospechosos. Tal vez lo que falla es la deducción de culpabilidad final: el elemento que explica todo aparece a último momento, sin estar a disposición del lector para deducir la historia por su cuenta. En ese sentido no es una novela-problema clásica. Pero más allá de ello, es una novela policial entretenida, un clásico menor de la narrativa policial argentina que bien merecería una reedición.

Sobra un cadáver (Sentence Deferred, 1939)

Autor: August Derleth

Colección: Biblioteca Oro N° 334

Edita. Molino Argneitna, Buenos Aires, 1949

El banco del pueblo de Sac Prairie quiebra y deja en bancarrota a buena parte del pueblo. Dos personas ven rojo y van a matar al dueño del banco. Y hay un incendio de la casa, que nos deja ocn un cadáver chamuscado, dos posibles culpables del asesinato que no se hacen cargo de haber quemado la casa, aunque si de querer matar al tipo. Y un tranquilo abogado de provincias, el juez Peck, que está listo para descubrir quién es el asesino… y de quién.

Cuando los aficionados piensan en August Derleth, lo hacen generalmente pensando en su papel de albacea literario y continuador de la obra de H.P. Lovercraft y divulgador de los Mitos de Cthulhu. A lo mejor, en menor medida, lo relacionan con Solar Pons, el evidente pastiche de Sherlock Holmes que creó. Pero Derleth era un escirtor prolífico que hizo mucho mas durante su carrera. Su carrera como escritor regionalista (del estado norteamericano de Wisconsin) le ha valido reconocimiento en la zona. La mítica ciudad de Sac Prairie funciono de fondo para muchos de sus relatos… incluso algunos de corte policial como este, protagonizado por otro de sus personajes, el Juez Peck.

Curioso para ver qué tal era Derleth sin el bagaje comparativo de la obra de Lovercraft o Conan Doyle, le entré a esta novela. Y me encontré con un misterio policial clásico muy sólido y bien llevado, con todas las pistas expuestas en las páginas para que el lector pueda intentar descubrir al culpable antes que el autor. Digamos en favor de Derleth que poco antes del final el lector recién puede hacerse una idea de quién es realmente el culpable. Muy entretenido, muy bien escrito. Claramente Derleth merece ser recordado más que por sus pastiches cthulianos.

Torpedo 1972

Autores: Enrique Sanchez Abulí (guión) y Eduardo Risso (dibujos)

Colección: Evolution comics

Edita: Panini España, Girona, 2017

No me puede resistir. Andaba Eduardo Risso por Chile y vi la novela gráfica que él dibujó que traía de vuelta a Luca Torelli (a) Torpedo, el gangster absolutamente amoral que por dos décadas Enrique Sanchez Abulí y Jordi Bernet nos dieron a todos los lectores de la historieta. Historias que quedaron truncas tras el muy sonado en su momento quiebre entre ambos autores. Encima traer a un Luca Torelli viejo, enfrentando a esa Nueva York de los años setentas (un lugar absolutamente peligroso para vivir según todas la referencias) parecía un giro más que interesante. ¿Ese anciano mala leche podría sobrevivir a un lugar tan jodido? ¿Cómo se comportaría? Eran preguntas a responder.

Y, la verdad, tras leer esta novela gráfica me quedan sentimientos encontrados. Hay momentos muy buenos y Luca Torelli está en forma a la hora de la frase mordaz y de la mala leche sociopática que todos le conocemos. Pero no puedo quitarme la sensación que la historia está estirada de más, que lo mismo podía contarse en menos páginas. O mejor, que las dos o tres  tramas que la componen (el joven periodista ambicioso que quiere hacerse la carrera desenmascarando al antiguo asesino, la situación en el salón de billar con los hijos de un antiguo mafioso que Torpedo pudo haber o no asesinado y la sesión fotográfica convertida en violación) hubieran sido historias cortas sin un hilo directo y funcionarían mejor. NO es una mala historieta pero no termina de cuajarme.

Eso sí, Risso la rompe con un gran dibujo. Como reemplazo para Bernet, no podían haber elegido mejor dibujante. La cuota de expresividad, manejo de luces y sombras y ritmo narrativo lo pone como el tipo que ojala siga contando las historias de Luca Torelli.

Torpedo 1972 no es LA gran vuelta de un personaje clásico. Creo que Abulí necesita afilar el relato a largo plazo o dejarlo contando historias cortas. Pero tampoco es algo ilegible. Para nada. Le falta cinco para el peso, nomas.