Actuó con Christopher Lee, Peter Cushing, Boris Karloff y Peter Lorre. Se hizo amiga de Vincent Price. La dirigieron Hitchcock, Roger Corman y Terence Fisher. Fue enterrada prematuramente y atacada por el monstruo de Frankenstein. Se convirtió en una de las «scream queens» del cine de terror de los sesenta. Señoras y señores, Hazel Court.
Hazel Court nació el 10 de febrero de 1926 en la ciudad inglesa de Birmingham. Su padre era un jugador profesional de cricket, que no veía con agrado que su hija quisiera ser actriz. Sin embargo, no impidió que a los catorce años fuera integrante de un grupo de teatro amateur. Dos años más tarde, el director Anthony Asquith, impresionado con unas fotos que vio de la joven, la recomendó a los estudios Ealing. Así fue que Hazel consiguió un pequeño papel en Champagne Charlie (1944). Lentamente obtuvo roles más importantes hasta convertirse en una actriz secundaria conocida por el público británico de posguerra, mientras seguía con su trabajo en el teatro. Estuvo a un paso de ganar el protagónico de Las Zapatillas Rojas (The Red Shoes, 1948), una película hoy considerada clásica. Al final, lo terminó interpretando la actriz Moira Shearer.
Pero sería un género, que nunca le había gustado como espectadora, el que le daría reconocimiento internacional: el cine de terror. Su primer papel en una peli de éstas fue en El Buque Fantasma (The Ghost Ship, 1953), film modesto hecho por la compañía Lippert. Dos años después, sería atrapada junto a varios terrícolas en un pub por la Devil Girl from Mars (1955) (que parecía el sueño de todo masoquista, porque estaba vestida de cuero de punta a punta). «Recuerdo divertirnos mucho en el set. (…) Éramos todos amigos y nos llevábamos bien, ensayábamos y actuábamos, fue muy divertido. Nos tentábamos y reíamos sobre todo el proyecto, pero nos dábamos cuenta que estábamos haciendo algo diferente», dijo en una entrevista, sobre este muy menor «clásico» de la ciencia ficción.
Dos años más tarde, quedaría asociada al género del terror al interpretar a la esposa de Peter Cushing, en La Maldición de Frankenstein (Curse of Frankenstein, 1957). El film iniciaría el reinado de la compañía Hammer en el campo del cine fantástico durante los sesenta. De la experiencia no tiene más que buenos recuerdos. Dijo del director Terence Fisher «tenía un ojo maravilloso (…) nunca actuábamos bajo presión, con Fisher vos tenías todo el tiempo que querías». Y que Peter Cushing «había nacido cien años más tarde: él viene realmente del siglo diecinueve. Un hombre amoroso», Christopher Lee era «muy divertido, un gran narrador con un montón de historias’. La película en su opinión, está «entre los últimos films de honor realmente bien hechos». Volvería a trabajar con la Hammer en The Man Who Could Cheat Death (1962),
Para ese entonces. Hazel tenía un pie en Hollywood. La CBS había comprado la serie inglesa Dick and the Duchess, que ella coprotagonizó con Patrick 0’Neal, y se televisó en Estados Unidos entre 1957 y 1958. Lo siguiente fue comenzar a conseguir trabajos en la tele yanqui. El más importante fue su participación en cuatro episodios de la serie Alfred Hitchcock Presenta. En primer lugar, porque gracias a ellos conocería a su marido, el director Don Taylor. Y en segundo lugar, uno de los episodios en los que actuó fue dirigido por el propio Hitchcock. «Recuerdo a Larry Harvey (el otro protagonista) diciéndome ‘¿Estás tan nerviosa como lo estoy yo?’ y respondí ‘Si, lo estoy’, Ambos dijimos’ Este no va a set nuestro mejor día’ « comentó sobre la experiencia. Para inicios de los sesenta, Hazel ya era bastante conocida en Hollywood y se radicó en América.
Conseguiría trabajo en la principal competencia de la Hammer en esa época, los estudios AIP, quienes, de la mano de Roger Corman, estaban a todo vapor filmando pelis basadas en las obras de Edgar Allan Poe. Empezaría en El Entierro Prematuro (The Premature Burial, 1962), junto a Ray Milland. Su siguiente film la juntó con tres superestrellas del género: Peter Lorre, Boris Karloff y Vincent Price. La película era El Cuervo (The Raven, 1963). «Era maravilloso estar con ellos, porque uno contaría una historia, y eso encendería a otro. Y entonces eso encendería a Vincent Price, y así. ¡Esa rueda continua de historias seguía, y vos te sentabas ahí fascinada y tus ojos iban de un lado al otro…!» recordaba.
Gracias a esa película, trabó amistad con Vincent Price, con quién compartía un interés por la pintura y la escultura. Precisamente con él haría su último papel importante en La Máscara de la Muerte Roja (The Mask of the Red Death, 1964). Y, tras un papelito en un episodio de Misión Imposible, decidió dejar la actuación. ¿Por qué? Es que iba a tener a su primer hijo y decidió dedicarle todo el tiempo a su crianza. Desde entonces y hasta su muerte en el 2008, Hazel Court se volcó a pintar y esculpir, lleganod a exponer en varias galerías de arte. Sólo volvió al cine con un pequeño rol -que hizo como favor al productor Harvey Bernhard – en La ProfecÍa Final (Omen: The Final Conflict, 1981). Esto provocó que muchos de los que la vieron allí se preguntaran «Yo, a esta señora, ¿de dónde la tengo?».